Él es mi gato. Se llama Timcampy. Tiene aproximadamente 4 años de edad, y ha sido considerado por todos mis amigos que lo han visto, como el gato más flojo del mundo; o por lo menos que ellos hayan visto en sus vidas.
Su nombre proviene de la serie animada japonesa "D Gray Man", donde existe un pequeño Golem llamado Timcampy. Para entonces, yo estaba viendo el anime, así que de allí nació su nombre.
Tim, empieza su día a las 5 am, cuando llega de sus sitios de caza y de los lejanos techos donde busca alguna posible amante. Así la madrugada haya sido productiva, siempre llegará pidiendo comida con un estruendoso y fuerte maullido. Es entonces cuando se acuesta en uno de los muebles de la sala, que prácticamente ahora forma parte de su propiedad.
Allí permanecerá por muchas horas; casi pasando de largo hasta la madrugada. Le gusta de vez en cuando variar el lugar donde toma su siesta. Busca el patio; los más cercanos arboles que trepar, flores que oler o plantas que masticar antes de caer rendido en su letargo. En ocasiones, se le encuentra en el porche, dormido en sillas que están la vista de todos en la casa. Se ha dicho mucho que, junto a mi perro Brando, parecen unos perfectos adornos de porcelana.
Pienso en Tim como una criatura con un conocimiento antiguo; milenial. Los gatos y su manera de ser, proveniente de civilizaciones perdidas que los idolatraban y los acostumbraron a ser tratados como reyes, me ha hecho respetar mucho a mi mascota. Quizás la razón por la que duerme tanto se debe a algún cansancio histórico. Parece simple, pero no importa cómo, me parece un misterio mágico.
Un pequeño principito de cabello rubio decía: "Nunca se sabe".
Tu gato es un loquillo.