Les confieso que sin maquillaje me sentía insegura, me sentía además fea. Incluso cuando andaba sin maquillaje mucha gente me mandaba a maquillar porque decían que me veía enferma o en muy mal aspecto. Mi novio actual, Victor (del cual les hablaré luego) al verme sin maquillaje se enamoró mucho más de mi, amó mi naturalidad y le encanta verme sin maquillaje. Por supuesto, al inicio no le creía y decía que lo hacia por cortesía, pero con el tiempo me fui dando cuenta que realmente se vuelve loco al verme tan natural.
Por otro lado, el universo se encargo de enviarme muchas mas pruebas para enfrentar esa inseguridad y me contratan en un trabajo donde no puedo utilizar maquillaje, ni pintura de uñas, ni accesorios y siempre debo llevar un gorro en la cabeza, todo esto por trabajar en una planta de chocolate y tener manipulación directa con el alimento.
Ambas cosas me han generado mucha confianza en mi. Puedo verme al espejo al natural y apreciar cada parte de mi rostros. Hoy en día siento que no necesito maquillaje para sentirme bonita, pues me siento hermosa incluso al levantar.
Ante todo... La verdadera belleza es esa que llevamos internamente y es esa la que debemos irradiar al exterior siendo personas amables, de valores, carismáticas y con gran amor hacia quienes conforman nuestro entorno.
Te felicito Andreina, esa experiencia de aceptación es realmente maravillosa.
Sigue así.
Gracias Jorge!!
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