Pero es que, mira, yo encuentro un agujero negro en el punto en que evitas una contradicción pero no reconoces lo que no te hace bien. Aprender te hace bien, pero aprender es un proceso voluntario. Si la estás pasando mal es porque no has decidido (o aceptado) que algo bueno surgirá de eso malo. Las razones son irrelevantes en este momento. Lo que sí se es que hay que reconocer lo que te parece malo, porque verbalizar crea la concepción de lo malo o bueno. Que haya o no malo y bueno es relativo a la verbalización. Tú puedes escoger referirte a algún hecho o no, y entonces será éste bueno o malo... Claro, este es un punto del camino espiritual: la conciencia del poder del verbo. Uno desarrolla el criterio correspondiente basándose en la concepción interna sobre lo bueno y lo malo, y puedes dejar de referirte a lo malo como malo (o incluso a lo bueno si te parece), pero ¿ves? Primero debe haber internalización, y luego trabajar sobre la verbalización. Pero antes de verbalizar, debes al menos reconocerte qué te parece malo, para entonces no referirte negativamente (e incluso positiva como tú sugieres)... Jaja yo, como compositora, artista, he escogido que la dualidad malo y bueno no debería hacerme daño, porque si identifico que en un mismo tramo de mi vida algo pasó de un extremo en que para mí era bueno a un extremo donde se volvió malo (o viceversa) entonces se que ese ciclo es esencial para la vida o al menos para la mía. Es complejo. Saludos.