Este artículo trata sobre el pene de los humanos. Para consultar sobre el pene de los animales en general, véase Pene.
En los humanos, el pene (del latín penis, a su vez del protoindoeuropeo * pes-.) es el órgano copulador masculino, que interviene, además, en la excreción urinaria.
Sinónimos.
Este órgano humano tiene como sinónimos falo (del latín phallus, y éste del griego antiguo φαλλός, transliterado phallós),3 además de numerosos en lenguaje familiar o vulgar; prácticamente el nombre de cualquier objeto alargado suele ser empleado para referirse eufemísticamente a él. Camilo José Cela dedicó un volumen de su Diccionario secreto a los diversos nombres de este órgano.
Es bueno acotar que muchas palabras sinónimas para referirse a este órgano en el lenguaje coloquial suelen ser malsonantes. Al pene también se le conoce vulgarmente como verga y, en Bolivia y Chile, como pico. En Costa Rica se denomina riata o vergajo al pene del toro que, una vez cortado, seco y retorcido, se emplea como látigo o polla. En Puerto Rico vulgarmente le llaman "bicho".
Características.
El pene humano alcanza su estado erecto llenándose de sangre, por lo cual carece de báculo, un hueso que se encuentra en el pene de muchas especies de mamíferos y cuya función es hacer posible la penetración en ausencia de erección. Otras características del pene humano es que no puede retirarse dentro de la ingle; además, en proporción a la masa corporal, es más largo que el promedio del reino animal.
En el desarrollo embrionario, el órgano que en el embrión de sexo masculino se convertirá en el pene es el equivalente al órgano que en el sexo femenino se convertirá en el clítoris. Y, en aquellos casos en los que se presenta alguna malformación durante dicho desarrollo, es posible que el bebé nazca en alguno de los llamados estados intersexuales, es decir, en etapas intermedias del desarrollo del pene o del clítoris, y es por ello que algunos individuos presentan, en la edad adulta e independientemente del sexo determinado por la concentración de las hormonas en la sangre, un pene demasiado pequeño o, por el contrario, un clítoris excesivamente grande.
Estructura del pene y eyaculación
Artículo principal: Eyaculación
El pene humano está conformado por tres columnas de tejido eréctil: dos cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso. Los primeros se encuentran uno al lado del otro en la parte superior del pene, mientras que el último se ubica en la parte inferior.
El glande, una zona muy sensible, constituye el final del cuerpo esponjoso y la parte más ancha del mismo. Tiene forma de cono y está recubierto por un pliegue de piel suelta, el prepucio, que puede ser retirado hacia atrás, para dejar el glande expuesto, o puede incluso eliminarse a través de una sencilla intervención quirúrgica (la circuncisión, muy útil en casos de fimosis o de parafimosis). El área de la parte inferior del pene de donde se sujeta el prepucio se llama frenillo.
La uretra es una vía común para el paso de la orina y del semen, atraviesa el cuerpo esponjoso y termina en un orificio conocido con el nombre de meato urinario, el cual se encuentra en el extremo del glande. El esperma (hasta ese punto aún no se denomina semen) es producido en los testículos y almacenado en el epidídimo. Durante la eyaculación, el esperma es propulsado hacia los vasos deferentes. Los fluidos son agregados por las vesículas seminales. Los vasos deferentes desembocan en los conductos eyaculatorios, los cuales se unen a la uretra dentro de la próstata. Esta última y las glándulas bulbouretrales (también conocidas con el nombre de «glándulas de Cowper») adhieren secreciones y, por último, el semen es expulsado a través del orificio del pene.
La eyaculación de semen ocurre cuando el varón alcanza el orgasmo, el cual puede ser el resultado de un coito, de una masturbación, de una felación o de los sueños húmedos. Durante la eyaculación en los pequeños músculos internos del pene se producen contracciones rítmicas y que estas a su vez están acompañadas de cosquillas al mismo tiempo que ocurren, las cuales facilitan la salida del semen con una mayor fuerza. La duración de cada contracción rítmica es de 0,6 a 0,7 segundos y que pueden ocurrir entre 10 y 15 contracciones rítmicas por cada masturbación, coito, felación o sueños húmedos. Estos últimos, también llamados emisiones o poluciones nocturnas, son eyaculaciones que se producen de manera involuntaria durante el sueño. Sin embargo, se puede dar orgasmo sin eyaculación (orgasmo seco, por ejemplo, durante el sexo tántrico, el cual permite multiorgasmos en una sola copulación) y eyaculación sin orgasmo.
La falta de báculo en el pene humano
El pene humano carece de báculo. La pérdida de 510 secuencias genéticas durante la fase evolutiva del linaje del género Homo ha redundado en que el pene humano carezca de «huesecillo», es decir, las espinas de queratina que presentan dorsalmente los penes de muchos mamíferos, desde primates hasta roedores.
Tumescencia peneal nocturna.
Artículo principal: Tumescencia peneal nocturna
La «tumescencia peneana nocturna» (TPN) es una erección espontánea del pene durante el dormir. Todos los hombres la experimentan cada noche entre una y cinco veces, y suelen durar entre 15 y 40 minutos. Ocurren en especial durante la fase MOR del sueño. Si las mismas se producen en afectados por disfunción eréctil, los urólogos determinan que las razones del padecimiento no son físicas sino psicológica.[cita requerida]
Polución nocturna.
Artículo principal: Polución nocturna
Relacionada con una tumescencia peneana nocturna, en ciertos casos puede llegar a sobrevenir una «emisión nocturna» o «polución nocturna», generalmente en individuos que pasan un considerable tiempo sin eyacular. Se trata de una descarga involuntaria de semen desencadenada en el ensueño por causa de la sugestión que producen vivencias sexuales ficticias generadas por el inconsciente.Esto es normal en los jóvenes que no tienen actividad sexual. Es normal que en las mañanas puedan ver su ropa interior húmeda, llena de semen, debido a que el cuerpo expulsa de manera automática el semen acumulado.
Cambios en la pubertad y la adolescencia.
Cuando un chico entra en la pubertad, sus testículos comienzan a crecer y a producir cantidades mayores de testosterona. El crecimiento del pene comienza alrededor de los 13 años y continúa hasta los 18, aproximadamente. Comienza la producción masiva de espermatozoides y de semen, por lo que el chico puede tener poluciones nocturnas acompañadas de sueños de tipo sexual. También, la mayoría de ellos comienzan a masturbarse. Los cambios en la pubertad y en la adolescencia son, por supuesto, no únicamente físicos, sino también psicológicos.
Vello púbico.
Durante la pubertad y la adolescencia aumentan los niveles de andrógenos (hormonas sexuales masculinas). Los folículos de vello responden a dicho aumento, principalmente al de la testosterona y sus derivados, lo que provoca el crecimiento del vello androgénico en el cuerpo, siendo alrededor del pene donde comienza a aparecer un tipo de este vello denominado vello púbico, el cual irá cubriendo el área genital y púbica. En algunos grupos étnicos, este vello es menos común.
Tamaño.
El pene humano puede presentar una gran variedad de tamaños. Aunque en la cultura popular se considere que el tamaño del pene está relacionado con el nivel de masculinidad de cada varón o su potencia, no existe evidencia científica que los demuestre. Por el contrario, numerosos estudios han podido demostrar que el tamaño del pene no está directamente relacionado con la masculinidad de un varón, ni tampoco con su capacidad reproductiva.
Aunque los resultados varían en cada estudio, se cree que el tamaño del pene erecto es, en promedio, aproximadamente de 14 a 15,3 cm de longitud, con un intervalo de confianza que va de 11 a 19, centímetros, mientras que el perímetro (circunferencia) promedio está cerca de los 11,6 cm hasta los 12,9 cm, con una desviación estándar de 1,29 cm.13 En estos estudios no fue posible determinar diferencias entre diversas poblaciones humanas.
En 2015 la revista de urología BJU International, publicó un informe en el que investigadores del King's College de Londres, se basaron en una serie de estudios para establecer un esquema gráfico o "nomograma" que representa la distribución del tamaño del pene en reposo o en erección y sus variantes normales. Este diagrama es similar al utilizado para evaluar las curvas de crecimiento (peso y talla) de los niños y las variaciones consideradas normales. Para realizar este trabajo, considerado de utilidad pública, utilizaron 17 estudios realizados en unos 15 500 hombres, cuyo pene fue medido según un procedimiento estándar. El pene erecto se mide por encima del tronco del pene, apoyando la regla contra la sínfisis del pubis, lo que permite una medición más precisa. El varón obeso debe empujar el vientre hacia adentro con la regla, hasta lograr que la regla apoye contra el hueso pubiano. El grosor se mide con una cinta en el centro del tronco del pene.
Según los gráficos publicados, el largo de un pene en reposo es de 9,16 cm, reposo estirado es de 13,24 cm. El largo promedio de un pene erecto es de 13,12 cm. La circunferencia del pene, en valores promedio, pasa de 9,31 cm a 11,66 cm del reposo a la erección, y que existe una débil correlación entre el largo en erección y la altura del individuo.
El tamaño del pene y el origen étnico.
Si bien entre los grupos humanos de distinto origen étnico (antes comúnmente llamados razas, actualmente denominados más apropiadamente etnias) se acepta comúnmente que existen diferencias físicas, por ejemplo, en el color de los ojos, la textura del pelo, la forma de la nariz, la altura corporal o el ancho de la cadera, aún no se ha establecido definitivamente la correlación entre el tamaño del pene y el origen étnico al ser este un tema muy polémico o tabú.
El intelectual Frantz Fanon cubre este tema en Black Skin, White Mask (Piel negra, máscara blanca, 1952), libro donde se inclina hacia la opinión de que la supuesta correlación positiva entre los penes grandes y la ascendencia africana es un mito. En cambio, un estudio estadístico intitulado Race, Evolution, and Behavior: A Life History Perspective (Raza, evolución y comportamiento: Una perspectiva de la historia de la vida, 1995) defiende la opinión opuesta.
La regla de Allen y la regla de Bergmann proponen que los animales de sangre caliente (incluyendo los mamíferos) en climas más calientes tienden a presentar un cociente superficie-volumen más alto, para ayudar a la disipación del calor.
Las cuestiones culturales implicadas en la relación entre el tamaño del pene y el origen étnico son complejas. Por ejemplo, en la historia estadounidense, los esclavos africanos se percibieron a menudo como animales sexuales, según lo ilustrado por el personaje principal de la novela El hombre invisible, de Ralph Ellison.
Hasta la fecha, no hay pruebas definitivas de que el origen étnico y el tamaño del pene estén relacionados, y todos los estudios correlativos que se han realizado han sido rechazados por la comunidad científica debido a su falta de rigor metodológico o a la ausencia de datos verificables.
El tamaño del pene y la satisfacción sexual de la pareja.
Existe el mito de que un pene más largo es más deseable para satisfacer a la pareja en el coito vaginal. Este mito no es completamente sustentable, debido a que las zonas sensoriales femeninas se hallan en el exterior de la vagina. Al momento del contacto copular, el varón imprime una serie de movimientos estimulantes en los labios sensoriales del clítoris, provocando señales estimulantes a la pareja. Estudios y encuestas han apuntado al hecho de que para la mujer es más estimulante obtener del varón una mejor erección que un pene más largo (es decir, al parecer es más importante el grosor que la longitud).
Micropene,
Se denomina micropene a un pene erecto de un adulto en el cual su longitud —medida desde el hueso pubiano hasta la punta del glande con el prepucio retraído— es menor a 7 centímetros. Para los casos en que se presenta solo el tronco peniano anormalmente corto, se emplea el término médico «microfalosomía». Esta anormalidad es el resultado del estímulo androgénico insuficiente para el crecimiento de los genitales externos.
Si bien un micropene no genera problemas urológicos y tampoco afecta el placer sexual del varón ni de la mujer, al ser el tamaño del pene una preocupación del hombre desde tiempos remotos, los que poseen un micropene suelen sufrir psicológicamente de baja autoestima, frustraciones, soledad y obesidad. Por estas razones entre las décadas de 1960 y 1980, el hospital Johns Hopkins realizó 12 operaciones de cambio de sexo a niños que poseían micropene. Esta política se vetó en razón de que al llegar a la edad adulta se mostraban gravemente insatisfechos con el cambio de sexo.
Agrandamiento del pene.
Son variadas las técnicas que buscan el agrandamiento del pene. Los distintos procedimientos están destinados a intentar aumentar el tamaño del pene humano, ya sea en su circunferencia y/o su longitud, sin que se produzca una pérdida de rigidez antes o durante el coito, es decir, sin deteriorar su capacidad eréctil. Estas técnicas pueden ser: de tipo quirúrgicas, empleando aparatos mecánicos, o por métodos de fisioterapia manual.
Colocación de un preservativo.
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