Estamos pasando por una etapa histórica en nuestra Argentina. La derecha anglófila, luego de años de destierro político proyecta sus oscuras sombras en los destinos institucionales de la nación. Empresarios ligados al vaciamiento reiterativo de las arcas estatales, esta vez desde ambos lados del mostrador. Esta bandada de buitres, no contentos con tener réditos extraordinarios en lo privado, pasan también a tener control del sector público. Una concentración grosera de poder. Intervienen públicamente en la justicia como si fuera algo cotidiano. La separación de poderes murió y la república es un rehén de estos malvivientes. Los protocolos y normas, compuertas que contenían al poder punitivo fueron golpeadas por los arietes de una aristocracia que se niega a perder sus privilegios, en connivencia con buitres internacionales de una repugnancia equiparable a su fetida opulencia. Su primer medida como gobierno, subir abruptamente los alimentos, golpeando brutalmente a los sectores más vulnerables. Su segunda medida, baja de impuestos a sus familiares y amigos, grandes terratenientes cerealeros, sus vastas extensiones de tierra fueron adquiridas con una cruenta matanza aborigen, evasión y explotación infantil. Sus posesiones manchadas con espesa sangre. Su pasado no los condena, su presente lo hace. No existe ningún ideal en su movimiento. La cultura del saqueo transmitida de generación en generación, como una enfermedad congénita. Nada importa el funesto prontuario que tienen en sus espaldas. El blindaje mediático habla de los enemigos del régimen. Las pocas voces opositoras son presionadas. Los presos sin sentencia son una nueva conquista de los medios siniestros, de un estado de derecho, pasamos a un estado de opinión. El cuarto poder funciona como una maquinaria perfectamente diseñada para manipular. Se persigue a quien quiere una patria justa, a quienes luchan contra la desigualdad. La sincronización en el discurso mediático es implacable. Saqueos a naciones petroleras en medio oriente bajo un manto ilusorio de "lucha contra el terrorismo" que no es más que el saqueo de los eternos poderes económicos, grandes titiriteros del terrorismo real, del que nadie habla.

     Las buenas noticias son que ante hechos tan grotescos de saqueo y hambre al pueblo argentino, uno puede identificar claramente a los traidores dentro de las filas de movimientos sociales y partidos políticos populares. Cuando hay plata arriba de la mesa, las caretas son demasiado difíciles de sostener y la codicia se antepone a la dignidad de representantes de partidos centenarios, como la Unión Cívica Radical antaño potente defensor de la república y las instituciones de un estado soberano. Hoy día su cúpula con dirigentes prostitutos por unas monedas, vandalizando los valores de grandes demócratas y defensores de la república que armaron un partido con sudor y dejando la vida en la lucha por una patria libre, soberana y justa.

     Uno de los arietes mas potentes del cuarto poder, es la insertación de la falsa idea de que no existen en la actualidad patriotas en los partidos politicos, la degradación de la figura política es un sentimiento artificial implantado en la sociedad, efectivo, muy bien analizada y su ejecución es impecable. Obviamente no vamos a negar la cuota de cipayo infiltrado en movimientos políticos populares. La Union Civica Radical es un ejemplo de ésto. Con sus lideres a la cabeza, bastardeando los ideales centenarios de partidos creados por grandes republicanos y democratas de nuestra historia.

     No te dejes engañar por el discurso de medios corporativos con intere$e$, forma tu propia opinión sobre cada dirigente, escucha sus propuestas e interiorizate en cada tema. No permitas que te vendan su versión de la historia. No permitas que te digan que todos son iguales, porque no; no lo son. Existen referentes politicos respetables, planeaba decir cuales son los que yo encontré, pero creo que buscar cuadros políticos que representen lo que crees es un proceso personal.