Estas son reflexiones que hago después de escuchar el audio libro de Deepak Chopra, titulado como este artículo.
¿Será posible aprender o programar nuestra vida para obtener el éxito? Para muchas personas la respuesta es, sí. De hecho se debe tener cuidado con lo que se pide, pues el Universo atenta para que lo logremos. Pero para responder esta pregunta, primero debemos aclarar que significa tener éxito; este es relativo y depende de las necesidades y de los intereses de cada quien.
El éxito, Deepak Chopra nos lo define como la capacidad de lograr nuestros deseos fácilmente, pero contrario a esto opino que puede ser fácil o difícil lograr cumplir nuestros deseos, lo importante es tener clara la meta y tener la capacidad y la disposición de buscar todas las herramientas para lograrlo. También otra variable a considerar en la obtención del éxito es que en el proceso quizás debamos “usar” a algunas personas. Por esta razón es importante acercarnos al éxito desde la espiritualidad o la ética, así pues es importante establecer algunas normas que nos permitan un acercamiento a este.
El éxito tiene muchas dimensiones: la riqueza material, salud, amor, relaciones interpersonales, profesional; cada dimensión se relaciona a los roles que desempeñemos en nuestras vidas. También tenemos aspectos actitudinales que inciden en el éxito como la energía, entusiasmo por la vida, creatividad, equilibrio sicológico y sensación de paz. Las leyes espirituales del éxito nos permiten conocer cómo estas actitudes inciden en el éxito y educarlas para lograrlo.
La ley de la potencialidad pura o unidad: se refiere a nuestra conciencia pura, nuestra esencia espiritual, nuestro yo perfecto en contraposición al ego; asume que toda vida está dentro de la unidad, es decir todos somos uno. En este sentido, para lograr el éxito debemos tomar como referencia nuestro yo superior y no nuestro entorno (personas, cosas, o situaciones particulares) pues al vivir en función de los otros buscamos la aprobación de lo externo, condicionándonos al miedo y el control. Entre los ejercicios que nos pueden ayudar para lograr el contacto del yo superior tenemos la meditación, el silencio, no criticar, contactar la naturaleza.
La ley del dar y recibir: nada es estático, la energía está constantemente fluyendo por lo que se recibe debe retribuirse a otros. Lo material como el dinero tiene energía, por lo que este debe circular, no se debe acaparar pues se evita que este fluya nuevamente a nosotros, la circulación mantiene su fuerza vital, su energía. El dar engendra el recibir y el recibir engendra el dar. Todo lo que deseo debo darlo pues este es el indicador de que nada me falta pues todo lo tengo. No solo se dan cosas, podemos regalar amor, amistad, una flor, una oración, un elogio o sencillamente podemos dar lo que somos. Además debemos ser agradecidos con cualquier regalo de la vida.
La ley del karma o causa y efecto: cosechamos lo que sembramos; el karma es uno de los indicadores del libre albedrío, es causa y efecto pues todo lo que hacemos genera una energía que se regresa. Las decisiones tomadas deben beneficiar a todas las personas involucradas; ¿cómo se sabe si una decisión es la adecuada? es adecuada cuando nos produce bienestar. Podemos enfrentar nuestros karmas tomando consciencia de las decisiones tomadas, transformar los karmas en experiencias positivas y entrar en la conciencia pura.
Ley de menor esfuerzo: la naturaleza funciona bajo esta ley como por ejemplo: los peces no se esfuerzan en nadar, las aves en volar, las flores por abrirse, esa es la naturaleza de las cosas. Las componentes de esta ley son las siguientes: aceptar las situaciones tal y como vengan, aceptar nuestra responsabilidad en lo que nos ocurre y no tratar de convencer a los demás de que mi punto de vista es el correcto.
La ley de la intención y el deseo: como todos somos uno podemos cambiar conscientemente la información de nuestro entorno. Esto lo podemos hacer a través de: la atención que energiza las situaciones y la intención que transforma la energía. Podemos lograr lo que queramos siempre y cuando no violemos las otras leyes. Son 5 los pasos aplicar la ley; entrar en la conciencia pura, expresar nuestras intenciones y deseos, permanecer anclados en la conciencia pura, renunciar nuestro apego al resultado, dejar que el universo se encargue de los detalles. Para ello debemos estar claros en lo que se desea, mencionarlo constantemente y no dudar aunque las situaciones sean adversas a lo que se quiere.
Ley del desapego: no se renuncia al deseo o intención sino al interés por el resultado. El apego se basa en el temor y la inseguridad que emana del desconocimiento del verdadero yo. La idea es evolucionar y el apego es un obstáculo. Debemos evolucionar y fluir con la energía de la vida. Para aplicar la ley no debemos imponer nuestras ideas, debemos aceptar la incertidumbre y el caos, debemos estar abiertos a todas las posibilidades.
La ley del darma: toda vida tiene un propósito. La ley se manifiesta a través de tres compromisos: descubriendo el verdadero yo pues somos seres espirituales que tienen experiencias humanas, descubriendo nuestros talentos únicos y sirviendo a la humanidad con nuestros talentos. Para ello debemos tomar conciencia de mis talentos y servir a los demás.
En conclusión, seremos exitosos en todos los ámbitos de nuestras vidas cuando logremos alcanzar el dominio de nosotros mismos. Debemos recordar que todos somos uno, y nuestro hermano soy yo por lo que el éxito se alcanza en conjunto.