La vida es igual a un barco. Fuerte y poderoso para navegar por aguas turbulentas.
Con un motor lleno de energía que te mueve y ese es tu corazón.
Un puerto es una meta y un zarpe es otro deseo tuyo para otra meta.
Si te llenas de agua es porque tu lo permites con tus ideas y acciones negativas, cierra las compuertas y sigue navegando.
De vez en cuando hay que simular que nos estamos hundiendo, para deslástranos de nuestros pasajeros, es decir amigos, conocidos y familiares. Algunos saltaran como ratas pero los leales seguirán contigo hasta que tu decidas que hacer con esa carga.
Por lo pronto se Feliz, navega con seguridad, arriba a tu próximo puerto con firmeza, paz y plenitud.
Tu Amigo Apolinar Castro.