Un día normal en México, con visita al IMMS y remembranza de unos dogos

in #mexicochallenge7 years ago (edited)

También conocida como la ciudad del sol, Hermosillo, es una ciudad donde un día normal, con una mañana fresca, a eso de las 7:00 me preparo para dirigirme al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuando me doy cuenta que mi cita para toma de muestra (de sangre, ¡Uy!) era justo a las 7:00 y ya vamos tarde. Por lo que decidimos ir a un laboratorio particular para no perder unas 2 o 3 horas de vida haciendo una extensa fila, con una panza de 8 meses y medio de embarazo viendo como mis pies se hinchan y pensando que estarían muy ricos unos taquitos de cabeza de la carreta de afuera, aunque parezca que en la salsa no escatimen en la salmonella. Cuando llego al laboratorio particular mi esposo se baja del auto para pedir la cotización, ¿Qué tanto puede costar que te saquen sangrita, hombre? Y son $700, pienso: “Al cabo que ni se me hinchan tanto los pies”.

Llegando al IMSS nos damos cuenta que la calle sigue en proceso de arreglos y mi esposo me deja en la puerta para buscar dónde estacionarse, una de las mayores peripecias a superar cuando vas a estos lugares. Entro al edificio, miro a la derecha, un extenso pasillo, varias personas con el brazo dobladito en señal de que detienen el algodón que sin él su pulso vital se detendría por morir desangrados, bueno exageré, pero sí salieron unas 5 personas así, lo que me corroboró que estaba en el lugar indicado. Luego mirar a la izquierda y ver que no hay un pasillo, sólo un espacio corto con personas haciendo fila, no sé para qué; en ese momento me entró la duda, ¿sí es aquí?

Mi duda se acrecienta cuando empiezo a recordar que el pasillo largo debería estar a la izquierda y no a la derecha, ¡Chin! ¡No es aquí! Lo bueno que el otro edificio está apenas a una cuadra de ahí. Como mi esposo está buscando donde estacionarse, le llamo para decirle que voy al otro edificio. Y ahí te voy con mi panza, caminando como José José. Tengo que cruzar una calle, la que está en arreglos así que tengo que hacerlo con mucha precaución. Un amable conductor me da el pase, pero para una persona en mi condición sale peor porque te obliga a apurarte, porque, qué descortesía tomarte tu tiempo todavía que te están dejando pasar primero… Momento, creo que si apenas puedes con tu alma si te puedes tomar tu tiempo… En fin.

¡Ahora sí estoy en el lugar indicado! Como había mencionado, tomo el pasillo largo a la izquierda y el proceso es el siguiente:

  1. Hacer fila para dejar unos papeles con los que puse la cita previamente. Afortunadamente sólo hay 2 personas delante de mí. 
  2. Primero un señor agarra mis papeles y me dice: pásale para allá.
  3. Segunda fila, la muchacha me da un tubito, me regresa los papeles y me dice: Has fila allá.

Para esto no ha pasado mucho tiempo y no puedo creerlo. Sin embargo ‘la fila de allá’ tiene un poco más de gente, pero no muchas, unas 5 y otras 2 que ya pasaron a que les saquen la sangre (¡Uy!).

Ahora solo falta esperar a que la fila avance. A mi izquierda una señora se detiene el algodoncito del brazo, pero créanme, esta sí parece que de detener dichosa torunda depende su vida, respira raro y tiene la mirada perdida. Otra mujer espera también sentada, con la espalda encorvada, mirando hacia el suelo y con una mano sujetándose la nariz o la frente. Mejor miro para otro lado.

La fila avanza rápido, justo antes de mi está una señora de gran estatura e índice de masa corporal elevado; esas que por acá llaman “tronchatoro”. Es su turno. Desde donde espero puedo ver que se sienta y echa el cuerpo para atrás, la cabeza lo más atrás que puede y dirigida hacia el techo con los ojos cerrados, definitivamente no quiere ver. La escucho exclamar ¡Es que me duele, me duele! Y aprieta los ojos con fuerza. Creo que le están sacando la sangre con un cuchillo. 

Para evitar que nuestras panzas choquen me hago a un lado y la dejo pasar. Espero que hayan esterilizado el cuchillo. Pero no, no es un arma blanca, es un simple vacutainer. Me encanta ver cómo se va llenando el tubito. Hubo una ocasión en la que me sacaron 5 o 6 tubitos, fue grandioso (y caro, porque esa vez urgía y no podía esperar a los resultados del seguro en quién sabe cuánto tiempo).

Si mis cálculos no fallan, en menos de 20 o 30 minutos ya voy de salida. ¡No puedo creerlo! Ya que en una visita regular al IMSS mínimo te echas una hora. Hay que ir preparados: celular bien cargado, asegurar que aún tengas tu plan de datos activo, un libro, música, lonche, sleeping… Y eso cuando vas con cita.

Salir de nuevo a la calle y la ciudad ya no es tan fresca, tal vez ya hablamos de 30°C; sí 30… Si me lees de otras ciudades tal vez te va a parecer que 30°C ya hace calor, eso no es nada aquí. Para nosotros no hace calor, está a gusto.

Nos topamos con una calle cerrada. Hay que tomar ruta alterna. Camino a casa hay varias calles muy mojadas. Nos vemos obligados a subir los vidrios para que no nos vayan a mojar. Hay que llegar a casa a desayunar. Esos taquitos de cabeza ‘a la salmonella’ no pudieron ser degustados porque recordamos que la noche anterior cenamos un sabrosón dogo del pika. Para los que no saben, un dogo, es un hot dog; pero acá les llamamos dogos pues porque… no sé, pero les decimos dogos. ¿Y cuál es la diferencia con el típico hot dog? ¡Mucha! 

Los hot dogs gringos constan de un pan, mayonesa, salchicha; y si nos alocamos tienen cátsup y a veces cebolla picada. Mientras que un dogo, un ¡Señor dogo! Empieza con un pan mucho más grande, mayonesa, una salchicha que puede estar rellena de queso y envuelta en tocino, o pueden ser 2 salchichas; chorizo, frijoles enteros, cebolla asada, tomate, aderezo de crema y chipotle, cátsup, mostaza, champiñones, queso rallado, jamón picado, granitos de elote… ¡Ay! Se me hace agua la boca. Eso, amigos, es un dogo ¡y dogo sonorense!

Bien, debido a esa suculenta cena, que espero que no altere los resultados de los análisis, ahora para desayunar nos tenemos que conformar con un omelette casero. Más tarde mi esposo me avisa que iremos a comer con su nana (abuela). ¡Comida de la abuela! No puedo esperar :D


Imágenes de:
- http://www.elexpediente.mx/2016/12/hermosillo-tercer-municipio-mas-riqueza-del-pais/
- Meme de internet
- http://www.wienerschnitzel.com/food/hot-dogs/
- https://www.youtube.com/watch?v=zT69FI9xlkM
Sort:  

^_^

¡saludos carpita!

Ya me diste hambre de un dogo XD.

Y bueno, por experiencia te diré que aquí en Mérida la ida al IMSS y al Seguro Popular son exactamente dos horas y media de espera en lo que te topas con secretarias buena gente o malhumoradas (dependiendo de si estás con tu médico asignado o en la unifila), el médico con cara de "me da igual todo", etc.

Jajajaja y me faltó mencionar el aguacate y las papas sazonadas. Ese IMSS es un loquillo, pero pues no tenemos de otra muchas veces u.u

Hola Fabi! Claro que no hay problema! Incluye las fotos siempre y cuando cites la fuente de donde las sacaste! Aún tienes tiempo :)

Excelente! Buscaré algunas n.n muchas gracias ;)

Ja ja ja que imaginación para describir tus peripecias, pero lo mejor de todo gracias por regalarnos una descripción tan gráfica y deliciosa de una verdadera delicia culinaria mexicana y no gringaderas, nunca las he probado pero ahorita me aplico con mi novia a preparar un delicioso Dogo

Jajaja ¿cuál imaginación? Es pira descripción literal xD
Éxito con el dogo que por cierto me faltó mencionar el aguacate que no debe de faltar n.n buen provecho!