PARTE II ABORDAJE METODOLOGICO TRANSCOMPLEJO DESDE LA PRAXIS DOCENTE

in #metodologia6 years ago

Para poder internalizar y poner en práctica  todos estos elementos dimensionales que intervienen en la construcción del conocimiento, es prioritario crear espacio que faciliten el intercambio de saberes, donde existan   interacciones e interconexiones  de pensamientos, donde fluyan  ideas generadoras  de nuevos  conocimiento y  facilite  el intercambio.      Pero,  para que esto resulte es necesario un repensamiento hacia una praxis transcompleja,  Este proceso seria el resultado de una transpraxis,    una  visión ampliada de la realidad,  abordada   desde un paradigma  emergente,  donde fluyan libremente las acciones,  que involucre a todo y a todos en una pluridimensionalidad  del pensamiento complejo de Morin (1996) y la transdiciplinariedad  de Basarac (1996),   y por otra parte  donde confluyen aquellas  dimensiones  relacionadas  con el ser humano y su comportamiento social de acuerdo a los expresado por Shavino y Villegas (2010)  un proceso bio-afectivo cognitivo y  socio-cultural-institucional-político.      En otras palabras, un compendio de información y relaciones  conjuntas que no tiene  límites, sino por el contrario  abierto y flexible, bajo una relación amigable y cooperativa,  brindando la posibilidad de hacer emerger ideas donde se promueva la inventiva.   Esta  postura conlleva a  generar una nueva  cosmovisión de la realidad praxis educativa, asumiendo con responsabilidad el intercambio de conocimientos y conexiones sociales con todo aquello que nos rodea, lo que podría llamarse  una transpraxis docente.        Por ello,  es prioritario ver el aula de clase,  como un escenario de contacto y conexiones extrasensoriales  con el  semejante y con el  universo, poniendo  en  práctica la carga experiencial de los actores.  Para   ello,   se requiere asumir  un nuevo paradigma,  sujeto a una  concepción    epistemológica  transcompleja, que dé   respuestas  a las inquietudes  de un  estudiante,  rompiendo barreras de la visión lineal, parcelada y reduccionista, con   apertura a un  pensamiento reflexivo continuo  como eje promotor de conocimientos  y por otra parte, aprovechar los  espacios  bondadosos de  las  transdisciplinariedad,   donde confluyen  y están inmersos   los diferentes contenidos y competencias   en la amplitud de  saberes.