Lloro seguido porque ya te vas, no me malinterpretes, soy feliz por eso y porque todo resultó bien para ti y para tu futuro, además lo mereces, te has esforzado y eres una persona brillante y excepcional, es sólo que... te voy a extrañar, a ti y a todos los increíbles momentos que me brindaste cuando estuvimos juntos.
Fue algo sumamente efímero pero no por eso deja de ser valioso y especial, quizás eso es lo que lo hace tan perfecto y tan doloroso, que fue algo bonito desde que comenzó pero ya tenía fecha de caducidad.
Y es que como ser humano que soy, no estoy exenta a sentir eso que llaman apego; es muy fácil acostumbrarse a los buenos momentos y a las personas valiosas olvidándonos por completo de que todo es impermanente, lo más irónico es que agradezco que sea así, porque sino estaría condenada a una profunda y eterna melancolía por tu partida. Te irá bien, sé que será así y definitivamente lo mereces, esto me hace muy feliz, aunque en éste momento no lo demuestre tanto como el dolor de verte partir...