Desde hace cuatro años he dedicado mi tiempo, pasión y esfuerzos a los estudios literarios. Los caminos infinitos de la ficción poco a poco me atraparon, desdibujando un sueño, ya lejano, de ser arquitecto y pintándome uno nuevo: la investigación literaria, una licenciatura en Letras.
Mi familia me brindó su apoyo, aunque a estas alturas no comprendan muy bien de qué se trata todo esto. En los primeros años, todos mis conocidos preguntaron lo mismo: “¿por qué letra vas? Ja, ja, ja, ja”; “ya, en serio, ¿cómo es eso?”; “¿tienes que leer mucho?” … pero luego de eso nada más les interesó.
Mi fiebre iniciática por las letras se desató en la necesidad de recomendar libros a mis conocidos, pero el esfuerzo fue en vano. Quería mostrarles las imágenes hermosas que comenzaba a (re)conocer y las verdades poderosas ocultas tras su aparente simplicidad. Nadie quería hablar de literatura, les parecía cansón, difícil y, en secreto, inútil, por eso todos parecieron llegar al mismo acuerdo, leer no les gustaba.
¿Somos incapaces de asumir retos?
Luego de tanto insistir decidí dejar las cosas en su lugar. No es recomendable tender puentes entre la literatura y las personas a la fuerza. Nada conforme con lo ocurrido, continué buscando explicaciones, necesitaba comprender de dónde provenía este disgusto que resonaba al unísono.
Una de las primeras razones, me atrevo a asegurar, que genera el rechazo hacia la lectura es el sentido de la obligatoriedad. Lastimosamente, el desgastado sistema educativo le ha impuesto a las lecturas el tedio de lo obligatorio, en lugar de resaltar su importancia y necesidad, no sólo para el conocimiento y la comprensión del mundo, sino para cultivarnos a nosotros mismos y hacer alma, humanidad.
La mayoría de las veces los profesores de Castellano -término completamente errado, pero eso es harina de otro costal- o Lengua no se tomaron ni el tiempo, y mucho menos tuvieron la pasión, para enseñarnos a superar las pruebas que nos impone la buena literatura, para demostrarnos que detrás de esos senderos encumbrados por las letras existe un nuevo mundo de ideas por descubrir y cuestionar.
Por esta razón, nunca hemos sido completamente capaces de enfrentar los retos literarios. Tomamos la actitud de apartar aquello que no comprendemos y a sumir que no nos gusta, por miedo a admitir cierto desconocimiento, mientras nos aferramos al temor de equivocarnos.
El disfrute de los mundos posibles
Desde muy pequeños los padres intentan, casi desesperadamente, enseñar a sus hijos a leer. Compran infinidad de cartillas con el abecedario e incluso los infaltables libros de lecturas -Mi jardín o Tucusito-, para pasarse tardes enteras luchando entre la ‘m’ con la ‘a’, la ‘l’ con la ‘o’, “mi mamá me mima” y “papá lima la pala”.
Su intención fundamental es brindarle una herramienta que les permita a sus retoños avanzar a lo largo del sistema educativo, pero ¿sólo para esto debería servir? La comprensión lectora, es decir, lo que logramos entender de nuestras lecturas, es de vital importancia para otorgar significado y sentido a las palabras, permitiéndonos interpretar las problemáticas que allí se nos presentan, además de afianzar la conexión con el texto y por eso es necesaria su desautomatización.
Muchas personas asumen el proceso de lectura como algo netamente mecánico -error bastante común- y por eso no saben cómo disfrutar de esta actividad. Ven el acto como una tarea, lo que les impide profundizar en la interpretación de las imágenes, colocando una distancia abismal entre ellos y el escrito.
Por esta razón, es fundamental tener un compromiso con las lecturas que vaya más allá de la mera acción. Es momento de comenzar a reflexionar. No existen respuestas correctas o erradas, sólo puntos de vista. Vivir el viaje que te presenta cada historia, ponerte en los zapatos del otro, gozar la oportunidad de experimentar una vida distinta, mientras intentas descifrarla, te deja ver que no es que no te gusta leer, sino que no has sabido cómo hacerlo.
Cada lector a su ritmo y gusto
No te subestimes. Reconozco que los cánones literarios pueden ser abrumadores pero la lectura no es sólo un álbum de barajitas que debes llenar. Novelas como Don Quijote de la Mancha, La divina comedia, La Ilíada, Cien años de Soledad, Pedro Páramo… presentan cierta complejidad al lector, cosa que, al contrario de intimidarnos, debe motivarnos a comenzar nuestra ruta por un camino más acorde a cada uno, hasta sentirnos cómodos y sumergirnos es aguas más densas.
Explora, conoce tus gustos, pero no te aferres a ellos. Descubrir cuáles son tus preferencias de género, autor o temáticas literarias, te permitirá gozar de tus lecturas quitándoles el peso de la obligatoriedad. Por otra parte, te permitirá encontrar rápidamente una mayor cantidad de obras interesantes, al punto en el que probablemente acumules gran cantidad de libros –no te sientas culpable, suele pasar a menudo-. Sin embargo, no dejes que tus gustos te limiten, acepta sugerencias y experimenta fuera de tu zona de confort, descubrirás grandes tesoros.
Si estás comenzando, es bueno que establezcas un ritmo de lectura e intentes respetarlo lo más posible. Diez páginas diarias suele ser un buen punto de partida, luego, dependiendo de tu tiempo, podrás ir aumentado la cantidad. Si bien no es una carrera contra reloj, las lecturas necesitan cierta constancia y compromiso para poder apreciarlas y comprenderlas. Rétate y deja de decir que no te gusta, si no lo has intentado aún.
Primero que todo me encanta que hayas seguido tu pasion porque cuando lo haces, es imposible fallar, es imposible el fracaso. Me hace very feliz que aunque a muchas personas les parezca "inutil" la carrera de letras, hayas seguido, es admirable ...
En cuanto al hecho de que mucha gente rechace la lectura, es estas en lo cierto, muchos consciente e inconscientemente están condicionados por el sistema educativo y los padres de forma negativa, yo pasé por eso, decía que nunca leería nada y cualquiera otra cosa y era por eso pero todo cambió when encontré los temas que me disfruto enormemente leer.
Buen post, te felicito dear amiga, u are the best.
Listo amigo retribuido el voto. Saludos sigue adelante...