Me siento tan confundida con todo esto, me siento atraído hacia ti y no se porque es que haces que llamar mi atención sea tan fácil que me sorprende la rapidez en la que te hiciste dueño de mis ojos y pensamiento, te he esquivado durante mucho tiempo, aún recuerdo la primera vez que te observe puedo asegurar que me intimidabas, desde ese instante cautivaste mi corazón, en la quietud del ambiente aparecías, unas veces alegres, otras veces serio y en ciertas ocasiones pensativo, traté de esconder todo aquello bajo una coraza de quietud y firmeza pero no esperaba que fueras tan diestro en romperla, eso aún confundía más mi alma, hablo de tus acciones, pues recuerdo cuando escapaste a otro horizonte y recorriste por ti mismo otro lugar lejano, cuando te fuiste me dije:
-¿Qué es todo esto? Yo debo analizar mi Estado necesito olvidar
Y casi logro olvidarte, fue entonces cuando fui a experimentar nuevas experiencias, decidí quedarme con un paisaje nocturno esperar y conocerle, me sentí tan cómoda que pensé muy dentro de mi acá es donde pertenezco, cuando iba tomar la decisión de quedarme por siempre allí, Dios me hizo entender que ese no era mi lugar, me volví a donde pertenecía a ningún lugar, pero cuando te vi nuevamente me di cuenta que no pude olvidarte y me decepción de mi misma, más aún sigo acá tratando de superar este sentimiento que se jamás será correspondido amorosamente como se debe.
Autora: Raquel Abigail Cedeño Guilarte
