La vida sin un poco de pasión es algo triste, deprimente en cierto sentido. El no sentir devoción hacia algo. Un amor sin explicación, sin inicio o fin, algo que aunque no pudieras hacerlo lo sigue amando, creo que eso es la pasión.
¿Qué seria de la vida sin ese amor?, aunque sea amor a la propia vida, al hecho de estar aquí en al tierra y poder disfrutar de todo lo mundano, del placer que este maravilloso mundo nos ofrece, claro, sin dejar de la lado las religiones o creencias, que en ellas también podemos encontrar pasión y mucho devoción, lo malo esta en que a veces ese amor por la religión se vuelve demasiado radical y dejamos de sentir o percibir el resto de las cosas y nos volvemos maquinas de un Dios, dejando al lado nuestra vida, nuestros deseos, nuestras otra pasiones, nuestras parejas. En cierto punto la pasión es una espada de doble filo.
Nos puede llevar a decisiones o acciones en cierto punto sobrenaturales, es decir, algo que no va con nosotros como ser humano y con eso me refiero al quitar una vida o lastimar a alguien por simplemente gusto o pasión, pero esto es la pequeña parte mala de todo lo bueno, porque la pasión lo es todo.
Nosotros en alguna pequeña parte de nuestra vida sentimos pasión por algo o por alguien, sentimos pasión por el deporte que jugamos o simplemente nos gusta, por la mujer que amamos o el hombre que amamos, por tu trabajo, por tus hijos, por todo lo que puedas hacer, y al ser un sentimiento tan puro limita con todo lo malo de nuestro ser, de nuestra humanidad. Muchos de los grande homicidas de este mundo han sentido gran pasión y placer por lo que hacen y eso hace que nuestro mundo sea oscura y a la vez lleno de luz.
Como punto final, quiero decir, que debemos vivir con pasión y amor, hacia todo lo que hagamos para poder disfrutarlo, pero siempre cuidándonos de nosotros mismos a la vez, porque a veces la maldad esta a la vuelta de la esquina y nunca se sabe cuando pueda tocar la puerta.