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Interesante el tema, desapego y serenidad van de la mano y todo en la creación lleva un ritmo acompasado y por ende nuestro cuerpo, este está hecho para que funcione de esa manera (en armonía).
Cuando nos apegamos a algo utilizamos más energías de las necesarias (físicas y mentales), nos ponemos tensos y esto va en contra del ritmo natural de la existencia.
Cuando nos desapegamos de las cosas dejando que sigan su curso natural; nosotros también seguimos el nuestro (con desapego) tal como está establecido, así nuestro cuerpo se relaja y funciona mejor, y, en este estado, además, las ideas llegan con naturalidad, por lo que podemos ser más creativos logrando "dentro de ese marco natural" y por ende dentro de nuestro legítimo lugar, lo que necesitemos, no dejando a un lado la voluntad de Dios (Creador de la perfecta ley universal), y mientras las cosas que queremos llegan nuestro entorno es más placentero.
En resumen,debemos desprendernos de todo afán de tener, de retener, de recibir aprobación etc.
es imprescindible buscar el equilibrio entre esfuerzo y relajamiento.