Desde hace años tengo esa sensación arraigada a mi ser de que si un día comienza con un cielo muy nublado pero con ese aire cálido que termina siento tan frío como el polo, es porque en el mismo aire se encuentra algo que mas temprano que tarde te mostrará o te dará algo de lo cual no querías saber ni oír, para mi desde hace años ha sido una mala señal, un mal augurio, pues resulta aterrador que desde hace días mis cielos matutinos se encuentran con esa singular sombría descripción, tengo ese sospechoso presentimiento que me advierte cada vez que puede sobre una oleada de sombras frías que me rodean y me arrastran con ellas, y si lo pienso detenidamente, esa sombra que me miraba sin pausa en el umbral de mi puerta... Quizás a esto se refería, a tantos problemas llegando juntos, acumulándose, golpeando mi poca estabilidad emocional, física y mental, desgarrando mi razón, haciendome caminar en círculos sobre mis pensamientos. Hago un esfuerzo sobrehumano para dormir cada noche y levantarme cada mañana, sobreponiendo imágenes positivas en mi cabeza ante las ya mencionadas desgastadas y destruidas fotografías de mi actual vida, solo con el fin de caminar el camino de los mortales esclavos de quienes me rodeo a diario, aun en este clima de desesperación y ansiedad propiciado por la ausencia de lo único que puede dar vida, por lo único que puede quitar la vida, me refiero a eso que todos queremos, pocos reciben, pocos dan, pero y ahora que?, seguir sin mirar? esperar que el cielo se condense mas, esperar la estocada final de ese día, esperar el susurro, el llanto en el acto final, de esa obra oscura que solo un muy malsano ente podría escribir para luego mirar como termina sin él haber hecho un verdadero final.