Una tarde bajo la lluvia.
Eran las 4 de la tarde de un dia jueves, sino mal recuerdo, salí a dar una vuelta por el parque central de la ciudad, pues quería relajar la mente luego de un día de trabajo. Había asistido a una reunión en la mañana y dado una presentación que llevaba toda la semana preparando. Era uno de esos empresarios exitosos que solo viven para el trabajo y siempre están solos, en fin, mientras caminaba porque el parque, este sin duda un lugar hermoso y bien cuidado pues siempre estaba adornado por un hermoso césped, cortado a la medida de un verde reluciente, acompañado de hermosos arbustos cortados de una manera muy llamativa, eran figuras de arte con diferentes formas y tamaños, también bellas flores en todo alrededor que parecían luces navideñas por la noche, eran de todos los colores y radiantes, adornaban el lugar. había árboles grandes, con hermosas hojas verdes y amarillas a los laterales de un hermoso camino de piedra por el cual caminaba, que llegaba desde un extremo de la entrada del parque hasta el otro, acompañado de bancas para el descanso a ambos lados del camino que se podían encontrar a cada 10 metros de distancia, a lo lejos hacia detrás del césped se podía observar una bellísima laguna donde los patos y otras aves se bañaban, era un hermoso lugar para pasar una tarde tranquila, retomando lo antes dicho, mientras caminaba por el parque una suave pero fría brisa empezó a recorrer por todo el lugar, observe el cielo el cual se tornaba nublado y gris, unas cuantas gotas de agua empezaron a caer anunciando que se acercaba la lluvia, no le preste mucha atención pues, no dejaría que una simple lluvia arruinara mi momento de tranquilidad en aquella tarde, había salido con un sobretodo de un color beige de botones y cuello alto que me cubría hasta debajo de los pies y un sombrero que por muy poco que fuera, ayudaba a cubrirme de la lluvia, seguí mi camino mientras recordaba algunos acontecimientos de mi vida que no pensé que justo aquella hermosa tarde fueran a recorrer mi mente. Recordaba a una hermosa mujer que tuve la dicha de conocer un tiempo atrás en un hermoso pero humilde cafetín que se encontraba justo a una cuadra de la salida del parque, era una tarde justo como esta, en un dia lluvioso, quizás fue eso lo que me hizo recordar a aquella hermosa dama, media un metro sesenta más o menos, de piel blanca y delgada, cabello rojo y bastante corto, con una hermosa falda casual de color azul que cubría hasta sus rodillas y unas bellas zapatillas negras, tambien traia unos lentes de lectura puestos que a través de ellos se notaban unos fascinantes ojos de un color verdoso y un libro el cual estaba disfrutando, me acerque ya que el único lugar que se encontraba libre, era uno en su misma mesa, pedí permiso muy amablemente y me senté, se acercó un mesero a preguntarme qué iba pedir y solo dije "un marrón claro y uno para la dama si me lo permite claro está" ella solo bajo su libro y me miró fijamente con una cara de seriedad, pero inmediatamente voltio y respondió al chico "prefería un capuccino si el caballero me lo permite.. claro está", pude notar que el libro que llevaba en sus brazos era nada más y menos que el "vendedor mas grande del mundo" escrito por Og mandino, -un libro de reflexión para aquellos que buscan surgir y tener éxito en su vida y los negocios- prosegui a responder a la dama "ese es un gran libro, uno de los mejores que e leido hasta el momento",en ese momento interrumpe el mesero "aqui tienen, si necesitan algo mas solo haga una seña", ella solo levanto la taza llevándolo a su boca y luego de beber un sorbo de su café solo respondió "Si, es un gran libro, aun no lo termino, pero hasta donde lo e leido, me pongo a pensar, de qué sirve ser el mejor vendedor y ser el más rico del mundo si se está solo y no tienes con quien compartir tus logros ni tus momentos", me dejo impactado, ella lograba entenderlo, aquello por lo cual mi vida no era tan feliz como la había planeado, pues me había convertido en uno de los más ricos y exitosos vendedores y empresarios en mi país, pero con tanto trabajo, dinero que cuidar y preocupaciones, no habia tenido el tiempo para pensar en nada mas y solo sentia un vacio a diario que no entendia, hasta ese dia, solo pude responder mientras me quede observando fuera de la vitrina del local" Ahora que lo dice nunca me habia hecho esa pregunta", ella prosiguio, "es un hermoso dia lluvioso no? perfecto para tomar un buen cafe", luego de aquello, termino su cafe, se despidio, agradecio muy amablemte, se levanto y se fue, recorde en ese momento, que no habia preguntado su nombre, paro cuando voltie ya habia desaparecido detras de la puerta, sali y no logre verla mas, regrese cada dia de esa semana a esa cafetería y no la volvia a ver. Regresando al presente la lluvia proseguía y seguía pensando en aquello, seguí mi camino y decidí pasarme por aquel hermoso cafetín que tanto recordaba, a la salida del parque la lluvia se hizo más fuerte, pero me parecía reconfortante, pues me ayudaba a pensar y reflexionar un poco sobre mi vida, no digo que esté mal porque era un hombre exitoso, había surgido desde abajo, cuando era joven vivía en el campo con mis padres y no teníamos mucho, pero comíamos bien, aunque éramos humildes, luego de eso me dije a mi mismo, estudiare, trabajare y seré rico con una gran casa en la ciudad y lo logre, pero pensaba en lo que aquella bella dama dijo, no me daba cuenta que mientras trabajaba, me aleje de mis padres a quien llevo años sin visitar y también de mis amigos, que si saco cuenta no debo tener ninguno, estaba totalmente solo, cubierto de trabajo y con una gran casa, pero solo, tengo ya 40 años y nisiquiera habia pensado en tener una esposa e hijos o al menos una novia, el preocuparme por mi trabajo y el éxito en los negocios, me consumió tanto, que me cerro la mente para lo demás y solo una cosa me preguntaba en mi cabeza "¿en verdad habre logrado algo?" esa pregunta me entretuvo todo el camino, mientras llegaba al cafetín, cuando llegue, me quede parado del lado de afuera un rato, solo mirando hacia dentro a través de la vitrina, pensando en aquel día y en aquella hermosa mujer, luego de un rato, decidí entrar y me senté en aquella misma mesa, esta vez decidí pedir un capuccino, mientras esperaba, contemplaba aquella lluvia que me hizo pensar en todo esto y reflexionar sobre mi vida, permanecí un rato allí, con la esperanza de que ella apareciera, incluso pensé en comprar algún libro para cuando volviera a venir, la lluvia empezó a cesar poco a poco, mientras terminaba mi café, decidí a retomar mi camino a casa, recibí una llamada en el camino, era de mi secretaria, al parecer habían aprobado mi presentacion y me iban a ascender de cargo, no sabía si alegrarme o tomarlo de manera normal pues, cuando se trata de negocios siempre es asi para mi, asi que solo continué mi camino y mi vida como la llevaba, aquello solo pareció ser otra tarde bajo la lluvia.
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