El Ayurveda se origina en la India hace aproximadamente 5000 años. Su nombre deriva de dos palabras de raíz sánscrita: “Ayus” que quiere decir vida, y “Veda”, que quiere decir conocimiento. Ve al hombre como un microcrosmos inmerso en el macrocosmos, compuesto por los mismos elementos (Eter, Aire, Fuego, Agua y Tierra) y regido por los mismos principios (Movimiento o VATA, Transformación-Nutrición (PITTA) y Reposo (KAPHA)). Ve a las enfermedades como manifestaciones de desequilibrios en el complejo cuerpo-mente-espíritu, secundarios a dificultades para digerir lo que recibimos (nutrientes, emociones, información, etc).
Cuando nacemos, la naturaleza nos concede una combinación única de elementos, que se agrupan en lo que el ayurveda llama “Doshas” o fuerzas.
Esta configuración primaria de elementos con la que nacemos, propia de cada individuo, es lo que se llama PRAKRUTI o PRAKRITI (primera creación). La prakruti nos propone una forma de coexistir con la naturaleza. Expresa una tendencia natural, nuestra fortaleza y nuestra debilidad. Si aprendemos a escuchar a nuestro cuerpo, haciendo conscientes nuestras tendencias y eligiendo con el intelecto, podemos gozar de nuestros dones naturales sin excedernos, sabiendo que estos mismos dones constituyen nuestro punto débil, y que al abusar de ellos generaremos disarmonías. Estas disarmonías o incoherencias se irán acumulando y terminarán saliendo a la superficie por el lugar más débil en forma de enfermedad. Reequilibrar es posible pero la energía primordial debe estar puesta en prevenir la acumulación de desequilibrio a través de una autoobservación conciente cotidiana.
Si empezamos a prestar atención a todos la información que recibimos minuto a minuto, notaremos que afecta nuestro humor, nuestra conducta, nuestra fisiología, etc. No todos reaccionaremos igual ante una misma información.
El desequilibrio de los doshas es la primera señal de que el cuerpo y la mente no están trabajando en coherencia. El estado de fragmentación interior se manifiesta en una solución biológica a un conflicto emocional que termina aumentando nuestro dolor en lugar de disminuirlo (“solucionarlo”)
Vivir en armonía con la naturaleza implica respetar nuestro carácter único y la forma en que esa naturaleza se vincula con el entorno. No somos. Co-somos, somos parte.
Conocer nuestra naturaleza nos permitirá disminuir nuestra RE-ACTIVIDAD. Ser menos reactivos nos permitirá dejar de crear pasado en el presente. Frenar permite VER. Ver permite ELEGIR. El objetivo del Ayurveda es que podamos ELEGIR, y crearnos una vida más acorde al deseo del corazón.
El Ayurveda sostiene que todo en el universo está compuesto por 5 elementos. Éstos deben ser comprendidos en pos de sus características. Al decir que alguien tiene mucho aire, lo que se quiere decir es que es móvil, seco, irregular. Entonces:

• ESPACIO (Eter o AKASH): SUTIL. No tiene existencia física. Es el elemento donde se desarrollan los demás elementos. Representa la paz, expansión, libertad
• AIRE (Prana): MÓVIL, SECO, IRREGULAR, FRÍO, LIVIANO. Representa la voluntad, la espontaneidad, el entusiasmo, la creatividad.
• FUEGO: LUMINOSO, AGUDO, INTENSO, CALIENTE. Representa la inteligencia, el discernimiento y entendimiento, digestión y transformación.
• AGUA: FRIA, VISCOSA, COHESIVA, HUMEDA, se adapta al continente. Representa el amor, fe, compasión, alegría, unidad. Es pura siempre que esté en movimiento.
• TIERRA: FIRME, RíGIDA, PESADA, ESTABLE, DENSA, FRÍA. Representa la quietud, la estabilidad, la serenidad, la seguridad y la comprensión.

Cada persona tiene una proporción única de cada elemento, los cuales se agrupan de a pares conformando los DOSHAS. El Ayurveda habla de 3 doshas (tendencias): VATA (predominio de espacio y viento), PITTA (predominio de agua y fuego) y KAPHA (predominio de agua y tierra). La mayoría tendrá predominio de dos doshas.
VATA (espacio y aire): FRIO. SECO. LIVIANO. MOVIL IRREGULAR. Es el principio del movimiento (mental, neuromuscular, respiratorio, circulatorio, digestivo). Es el que mueve a los otros doshas. Por estar compuesto predominantemente por aire y espacio, tenderán a ser personas delgadas, muy altas o bajas, de piel seca, con hábitos irregulares, vitales, entusiastas, creativos, verborrágicos, tienden a hacer todo rápido. Al desequilibrarse suelen padecer insomnio, gases y constipación, contracturas musculares, adicciones y desórdenes nerviosos.
PITTA (fuego y agua): CALUROSO. LUMINOSO. INTENSO. Es el principio del metabolismo y la transformación (nutrientes, emociones, ideas). Tienden a ser personas de tamaño medio, buena musculatura, buena digestión, dependiendo la raza tienden a ser de piel clara y sensible, con lunares, rubios o con reflejos rojizos, tienden a la calvicie o canicie temprana, intensos, competitivos, perfeccionistas, aman los desafíos, alegres y optimistas. Al desequilibrarse tienden a la gastritis, hemorroides inflamadas, conjuntivitis, inflamaciones de piel, trastornos visuales, enfermedades cardíacas, a la crítica, sarcasmo, ira y resentimiento.
KAPHA (agua y tierra): PESADO. ESTABLE. FIRME. RESISTENTE. Es el principio de la estabilidad y la estructura. Tienden a ser grandes, elegantes, resistentes, tienen una excelente memoria, realizan sus actividades con lentitud, son tolerantes, tranquilos y amorosos. Al desequilibrarse tienen tendencia al sobrepeso, alergias, asma, edemas, hipercolesterolemia, diabetes, pereza, apego, depresión.
Lo similar incrementa lo similar, por lo tanto Vata deberá evitar aumentar su viento, Pitta su fuego y Kapha su agua y su tierra. Independientemente del dosha que predomine, todos tenemos los 3 doshas.