Quiero hablar en esta oportunidad acerca de un tema que concierne a cada persona de manera particular y única. Me refiero a aquellos momentos que han de servinos para conocer quienes somos realmente y de qué material estamos hechos; a aquellas oportunidades que se nos presentan en la vida y que nos permiten pensar en nosotros mismos, pero no de una manera egoísta y simple... Sino, de una manera trascendental para encontrar el camino cuando nos hemos desviado o para sencillamente saber hacia donde ir.

Constantemente suelo ver todo tipo de personas a donde quiera que voy. Son todas distintas, pero la mayoría tienen algo en común: no sabrían responder a la pregunta de Quienes son y cual creen que es su propósito en esta vida (este último nunca se sabe ciertamente, solo puede creerse que se sabe y trabajar para que sea así). Es por esto que me dí a la tarea de escribir acerca de hecho tan lamentable que atañe a la realidad del ser humano desde que es capaz de usar su consciencia.

"Yo quiero se astronauta, para viajar a otros planetas y ver las estrellas más de cerca", "Yo quiero ser maestro y así enseñarle a muchos cosas nuevas", "Yo quiero ser veterinario, y salvar así la vida de muchos animalitos". Todas esas son las típicas fantasias que se haría un niño que apenas esta aprendiendo a pensar sobre la vida; preguntas que en cierta manera los adultos les hemos inculcado de manera inocente y que ciertamente no son malas, pero posiblemente sea esa una de las razones que nos devían desde muy pequeños a hacernos ideas equivocadas sobre la vida y a pensar en lo que queremos ser y no en lo que somos.

Piensa ti, piensa en lo que eres; en las personas que quieres mantener contigo y en aquellas que perdiste por no saberlas consevar. Piensa en si realmente estás haciendo un cambio en el mundo o si tu ausencia en esta vida provocaría algún cambio. Piensa en lo que has venido hacer y si realmente lo estás haciendo. Piensa en que desde el mismo momento de tu concepción, fueron miles y miles los espermatozoides que participaron el esa carrera y que frente a todos fue el tuyo el que se proclamo vencedor; esta en tus manos creer que fue simple suerte o cosas del destino; puedes pensar como mejor de convenga, pero nunca olvides que debes ser tú el que piense y no otra persona en tú lugar; que debes ser tú el que viva y que no sea otra persona haciendolo por ti; que debes ser tú el que lo intente, el que falle y tenga exito; que debes ser tú el que, al final del día y en todo momento que ocupes para pensar en ti, sientas que cada momento ha valido la pena y sepas que el regalo de la vida es muy preciado para desperdiciarlo dejando que sean los demás los que piensen por nosotros.

I want to talk in this opportunity about a subject that concerns each person in a particular and unique way. I am referring to those moments that have to serve us to know who we really are and what material we are made of; to those opportunities that present themselves to us in life and that allow us to think about ourselves, but not in a selfish and simple way, but in a transcendental way to find the way when we have gone astray or simply to know where to go.

I constantly see all kinds of people everywhere I go. They are all different, but most of them have one thing in common: they would not know how to answer the question of who they are and what they believe their purpose in life is (the latter you can never really know, you can only believe you know and work to make it so). This is why I gave myself the task of writing about such an unfortunate fact that concerns the reality of the human being since he is able to use his consciousness.

"I want to be an astronaut, to travel to other planets and see the stars more closely", "I want to be a teacher and thus teach many new things", "I want to be a veterinarian, and thus save the lives of many animals". All these are the typical fantasies that a child who is just learning to think about life would have; questions that in a certain way we adults have instilled in them in an innocent way and that are certainly not bad, but possibly this is one of the reasons that lead us from a very young age to have wrong ideas about life and to think about what we want to be and not about what we are.

Think about yourself, think about what you are; about the people you want to keep with you and those you lost because you didn't know how to keep them. Think about if you are really making a change in the world or if your absence in this life would provoke any change. Think about what you have come to do and if you are really doing it. Think that from the very moment of your conception, there were thousands and thousands of sperm that participated in that race and that in front of all of them yours was the one that was proclaimed the winner; it is up to you to believe that it was simple luck or fate; you can think as best suits you, but never forget that you must be the one who thinks and not someone else in your place; that you must be the one who lives and not someone else doing it for you; that you must be the one who tries, who fails and succeeds; that you must be the one who, at the end of the day and in every moment you spend thinking about yourself, feels that every moment has been worthwhile and knows that the gift of life is too precious to waste it by letting others do the thinking for us.