Bajando el casco histórico de nuestra Ciudad Bolívar, tuve la oportunidad de tomarle una foto a este canino, icono del lugar. El siempre se posa desde la ventana de su casa, con la misma tranquilidad y empatía para dejar que lo fotografíen.
Todos tenemos o tuvimos un canino que nos alegró la vida, ojalá y este les haya sacado una sonrisa después de un largo día.
Un cálido Abrazo y Hasta luego!