Siento inmensa nostalgia, por los sueños truncados, pienso en esos pacientes a quien nadie veía, y en quienes durante muchos años colaboraron conmigo y con los clubes de Diabéticos en la Ciudad, y agradezco su ayuda eternamente, todos los años los Diabéticos en conjunto en expresaban las gracias al creador por mantenerse vivos y con calidad de vida.
Celebrábamos la vida y no una enfermedad. Hoy en mi querida Venezuela,el silencio y la nostalgia acompañan este 14 de Noviembre Día mundial de la Diabetes, la carencia de insulinas e hipoglicemiantes orales, conforman el pastel de la celebración, y las complicaciones por la falta de control, las golosinas de una triste piñata.
Hoy a esos pacientes, mis amigos de más de 20 años, mis compañeros de lucha contra esta enfermedad, solo les pido una cosa. RESISTENCIA; DIOS HA PROMETIDO TIEMPOS MEJORES Y CREO EN SUS PROMESAS.
Triste realidad que a diario enfrentamos los Venezolanos, si que hasta ahora ese clamor haya hecho eco en el corazón del mundo. Venezuela y sus hijos mueres a mengua, pero aun hay mucha gente que dice que es mentira, que aquí no pasa nada. Si no ocurre un cambio pronto, seremos el cementerio mas grande que el mundo jamas haya conocido.