Hola estimados amigos de hive, tengan todos buenos días
Hoy voy a compartir un viaje por el lago con mi compañera.
Habíamos oído hablar de un torii rojo que estaba solitario en algún punto a orillas del lago, una puerta simbólica entre este mundo y algo más profundo. Decidimos bordear el lago en auto, guiados por la curiosidad y una sensación de que ese día encontraríamos algo especial.
El paisaje nos envolvía con su aire místico: el reflejo del cielo en el agua, el susurro de los árboles y el camino que parecía llevarnos directo al corazón de un misterio.
Tras una curva, lo vimos. Allí estaba, imponente de color rojo, como si nos esperara.
Dejamos el auto y nos acercamos al arco. A medida que avanzábamos, sentíamos que el torii irradiaba una energía , como si no solo delimitara un espacio, sino un umbral hacia lo intangible.
Nos sentamos en posición de yoga y nos quedamos en silencio, contemplando. El torii nos conducía a un santuario físico, pero su presencia era una invitación a mirar hacia adentro.
Sentí que cruzarlo no era solo un acto simbólico, sino un paso hacia algo más profundo dentro de mí mismo.
Al regresar al auto, ambos sabíamos que no solo habíamos encontrado el torii, sino también una conexión inesperada con nosotros mismos. Fue un recordatorio de que a veces las respuestas más importantes están en los lugares que nos encuentran cuando menos lo esperamos.