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Fuera de la ventana están los últimos tiempos.
Nos demos cuenta o no. Lo creamos o no lo creamos. Pero tendremos que entrar en el día de mañana y ver los frutos de nuestra elección.

Y mientras jugamos al juego de "creo - no creo", sopesando las probabilidades en la balanza de la consciencia o continuamos frívolamente construyendo castillos de arena frente al oleaje, la amarga verdad es que nuestros hijos... no saben nada de esto.

Si supieran lo que se avecina nos pedirían y quizás a través del velo impenetrable de nuestro egoísmo los oiríamos. Pero no lo pedirán, son niños.
Si supieran la trascendental elección que estamos haciendo, la oportunidad, la posibilidad que tenemos hoy nos pedirían que dejáramos de perder el tiempo y construyéramos un mundo libre y feliz. La sociedad creativa. Que hiciéramos la elección correcta. Pero no nos l pedirán, son niños pequeños, no saben nada al respecto.

Mientras que nosotros los adultos estamos tan ocupados con nosotros mismos. Con resolver problemas interminables. Que somos incapaces de mirar más allá de nuestras propias narices.
No tenemos tiempo suficiente, tenemos prisa, estamos cansados. Nos han engañado tantas veces que ya no pueden engañarnos ¿verdad?
¿y cuantos planes para el futuro?
Como si fuéramos a vivir eternamente.

Pero debemos tomar en cuenta que el futuro de nuestros niños, su vida adulta, su bienestar en ella, dependerá directamente de que mundo entra en sus pies.
¿y que puedes ofrecerles? Mira a tu hijo a los ojos. ¿Cómo ves su futuro?
Mientras corremos de un lado a otro resolviendo algunos asuntos o unas pequeñas preocupaciones, el clima esta arruinando nuestros sueños y nuestro futuro, nuestro pequeño mundo ilusorio.
¿y como ves el futuro de tu hijo?
¿El cambio climático global es un cuento de hadas para los dormidos de pie?
¿y no corremos ningún peligro?
¿O tu y tus hijos no se verán afectados?
¿estás seguro?

Mientras papa y mama lleven gafas color de rosa, sus hijos, los niños pequeños son rehenes de la estupidez paterna y no saben nada al respecto.
Hemos olvidado una verdad. Los niños no pueden ser ajenos.
Un niño ajeno es como un brazo ajeno de tu hombro
Un pelo ajeno de tu cabeza,
Un corazón ajeno en tu pecho.
Los niños no pueden ser ajenos.
Mira sus hermosos ojos sin nublar por la edad y la conciencia
Y veras lo que has estado buscando toda tu vida:
Pureza, sinceridad, apertura.

Detengámonos antes de que sea demasiado tarde. Podemos hacerlo.
Somos personas. Somos buenas personas.
Todos estamos cansados de este caos y de esta locura.
¿Qué nos impide creer en nosotros mismos? ¿en los demás?
¿Qué nos impide detenernos antes de caer?
Incluso un ciego puede sentir que se acerca el peligro.

Prestemos atención a las advertencias y hagamos la elección correcta.
Tenemos una salida, la Sociedad Creativa.
Simplemente mira a nuestro alrededor, no hay alternativas.
Y entonces podemos imaginar un desenlace favorable en el que despertemos, recordemos el amor a Dios. El amor a las personas, una familia amistosa.
Entonces esas sonrisas infantiles permanecerán en sus rostros.
Esos ojos seguirán brillando. Y ellos, nuestros niños, completaran la construcción del mundo más hermoso después de nosotros.

Basta con que ahora pongamos un poco de fe y esfuerzo.
Que superemos la pereza y el egoísmo. Que nos unamos entorno a la gran idea de construir la Sociedad Creativa, y nuestros hijos serán verdaderamente felices.
¿no es eso lo que queremos?
Convertirán este planeta en un jardín floreciente. Enterraran en fosas profundas nuestra sangrienta historia, nuestros delirios, nuestro absurdo. Serán más sabios y nos perdonarán magnánimamente por todo. En un mundo en el que todos estén felices, los unos con los otros.
Un mundo en el que por encima de todas las ciencias, conceptos y leyes este el amor a Dios.
Si nos esforzamos un poco, solo un poco.

Llegara el momento y llegaran las gracias por traernos el conocimiento, por creer en nosotros, por su infinita paciencia, amor por nosotros.
Y continuaran su obra. Los ángeles que han aprendido a volar. Estos serán los tiempos mas felices predichos hace mucho tiempo, cuya proximidad tanto excita y enfurece a la conciencia hoy.
Después de todo oímos las dudas en la cabeza.
Esto no puede ser. ¿Por qué no?
Puede ser.
Y será.
Por el bien de esas sonrisas. Por los valores eternos, el amor y la bondad. Por Dios.
Y que nuestros niños sonrían.
Por el bien de los niños que no puedes ser ajenos.
Por el bien de todos nosotros que no podemos ser ajenos.

Página oficial del proyecto internacional “Sociedad Creativa”:
creativesociety.com/es

📩 Correo electrónico: info@creativesociety.com

Todo el contenido audiovisual pertenece al Proyecto Sociedad Creativa: https://creativesociety.com/es
Toda la información aquí compartida es de libre divulgación.

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ENGRANAJE
Jennyfer Lucena
Creadores de Contenido.
Participantes Voluntario del Proyecto Internacional Sociedad Creativa.

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