Ella es Conga, la humana-perra.

Ella es Conga...
El amor más grande de mi mamá, lugar al que vamos a comer o de viaje, va la Conga, podría decir que son inseparables. A veces a mi hermana y a mí nos confunde con ella y nos dice su nombre, imagínense que tan grande es el amor que siente por ella.

El fin de semana, fuimos a comer a un restaurante llamado "el mercadito", llegamos ahí porque fuimos a comprar mi hermana y yo unas chamochelas muy ricas que venden en esa calle, mi sobrina al ver que había un inflable, quiso entrar y nos animamos a conocer el lugar. Al principio mi mamá no se quería quedar, porque había solamente un local abierto, pero cuando vio el menú, sin dudarlo nos dijo que probaremos a ver qué tal estaba. La comida estaba muy rica y el lugar muy agradable, era un espacio al aire libre, grande y con diferentes localitos que ahora están mucho de moda, porque llegas al lugar con amigos y familia y todos pueden pedir comida diferente.

Como siempre, mi papá termina cuidando a la Conga. Es cómo un bebé gordo, la cargas y se desparrama en tus piernas.
Mi papá odia salir con ella porque sabe que la va a terminar cargando en algún punto de la tarde, pero al final accede, porque mi mamá y ella son inseparables. Siempre se la lleva al consultorio, la Conga como psicoanalista seguramente ya tiene más experiencia que yo, por todos los casos clínicos que escucha en la semana.

Conga llego a la vida de mi mamá, porque la Noia, mi puf tuvo crías y le dije a mi mamá que se quedara uno, pensando en que se perrita xoloetzcuincle ya estaba viejita y no quería que sufriera tanto cuando se muriera. Por desgracia, cuando la Lela (la pug que decidió quedarse), tres o cuatro meses, entraron a robar a la casa y se la llevaron, junto con otras cosas materiales. Claro que todos estábamos muy tristes por la Lela y no por lo demás.
Unas semanas después del robo, le marque a Elena, una amiga a la que le di a la otra cría, porque Roko su perro fue el semental XD. Le comente lo que había pasado y le dije que le compraba a la Conga o a alguna de las crías que acababa de tener una de sus perras. Al final me dio a la Conga y es algo que le voy a agradecer toda la vida. Esa misma noche que fui por ella, se la di a mi mamá con un moño en la cabeza y desde ese momento son uña y mugre.

Aunque a veces nos desespera porque es insoportable y no hace caso, todos la amamos, siempre corre a saludarnos y llama nuestra atención y la de los niños ladrando, hasta que no la acaricias, no se calla. Es muy chistosa y muy inteligente, muchos pensaran que los púgiles son tontos, pero no, lo que nos dijo un día un veterinario, es que son cabrones y no hacen caso porque ellos se creen tu amo.