Blanca | My doggy neighbor [Eng/Esp]

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Blanca

My doggy neighbor

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A couple of months ago our neighbors' youngest son adopted a little ball of fur when she was just learning to walk. Blanca was so tiny that she spent the first week crying at night because she didn't know how to be without her mom. The neighbors almost regretted the little one's folly of taking her home thinking that it would not be good for the little dog to cry so often, however as the days went by she started to get used to it and began to explore.

It was at the end of December, in the middle of the holidays, when Blanca arrived at my house for the first time, wagging her tail from side to side, flirtatious and playful.

I anticipate that at home the idea of having a puppy was not on the table, as it is a great responsibility, we spend little time at home and leave a pet alone all day is not what we would want, so Blanca with her carefree friendship raised us the best of arrangements to establish a bond.

She spent the mornings exploring the neighborhood, sniffing new things and trying to sound aggressive to scare away the butterflies and small crickets that land on the reed leaves.

In the afternoons, when the little one goes out to play ball with the neighbors, Blanca cheers him on, cheers and wags her tail admiring the skill of the little baseball player who throws the ball for her to fetch it.

Sometimes, tired, she dozes under the shade of the adjoining houses, and lazily raises an eye first while adjusting her ears so as not to miss anything that might be amusing.

And in the late afternoon, when we get home she is there, my always happy doggy friend, to give me love with her little nibbles, playing at catching my foot between her little paws and sneaking through the front door or the patio door, playing hide and seek under the furniture.

Blanca knows how to differentiate tones, I still don't know if she is able to understand words, but she knows when I am tired and only accompanies me lying down with her head very close to my feet, at the distance of her cold little nose.
At other times she is energetic, curious and funny because we are in the mood to play with her?

She doesn't ask for food, doesn't cry and isn't crafty, but when she gets the scent of a good lunch she sweetens you up so you remember she is there and she calls herself part of our family.

Blanca is getting chubbier every day and the love she receives in both houses, and especially the food, is very noticeable.

With the neighbors we have reached a kind of tacit agreement, because there is no way to take Blanca out of our house, no matter how much the little neighbor looks for her, she insists and made us understand that we, both families, are her home. So we are learning to understand her and leave her free to be wherever she pleases as long as she behaves like a little lady.

So far I feel we have made a lot of progress, she doesn't chew on shoes and doesn't play with the garbage, so we consider ourselves lucky in that aspect and she is developing a feeling of rootedness in this land so we suppose that in the not too distant future she will be the faithful guardian that gives us peace of mind at night.

While that moment arrives we will continue playing and teaching her good manners, and we will continue learning from her that it takes very little to be happy...if you don't believe it look at her happy face for just opening the doors of our home every time she decides to come to visit.

Español

Hace un par de meses el hijo menor de nuestros vecinos adoptó a una pequeña bolita de pelos cuando apenas estaba aprendiendo a caminar. Blanca estaba tan pequeña que la primera semana pasó las noches llorando porque no sabía cómo estar sin su mamá. Los vecinos casi se arrepintieron de la locura del pequeño de llevarla a casa pensando que no sería bueno para la pequeña perrita llorar tan seguido, sin embargo con los días empezó a acostumbrarse y empezó a explorar.

Fue a finales del mes de diciembre, en plena mañana de fiestas, cuando Blanca llegó por primera vez a mi casa moviendo su colita de lado a lado, coqueta y juguetona.

Les anticipo que en casa la idea de tener un perrito no estaba sobre la mesa, ya que es una gran responsabilidad, pasamos poco tiempo en el hogar y dejar a un animalito solo todo el día no es lo que querríamos, por eso Blanca con su amistad despreocupada nos planteó el mejor de los arreglos para establecer un vínculo.

Ella pasaba las mañana explorando el vecindario, olisqueando cosas nuevas y tratando de sonar agresiva para espantar las mariposas y los pequeños grillos que se posan sobre las hojas de carrizo.

En las tardes, cuando el pequeño sale a jugar pelota con los vecinos, Blanca lo aúpa, se alegra y mueve la cola admirando la destreza del pequeño beisbolista que hace las veces de lanzarle la pelota para que ella la busque.

A veces cansada dormita bajo la sombra de las casa contiguas, y con pereza levanta un ojito primero mientras ajusta las orejas para no perderse de nada que pueda resultar divertido.

Y a final de tarde, cuando llegamos a casa está allí, mi siempre contenta amiga perruna, para darme amor con sus pequeños mordiscos, jugando a atrapar mi pie entre sus patitas y colándose por la puerta de entrada o la del patio, jugando a las escondidas debajo de los muebles.

Blanca sabe diferenciar los tonos, aún no sé si es capaz de entender las palabras, pero ella sabe cuando estoy cansada y solo me acompaña echada con su cabeza muy cerca de mis pies, a la distancia de su naricita fría.
En otras oportunidades se presenta energica, curiosa y divertida porque tenemos el ánimo para jugar con ella...

No pide comida, no llora ni es mañosa, pero cuando le llega el aroma de un buen almuerzo te endulza para que recuerdes que ella está allí y se autodenominó parte de nuestra familia.

Cada día Blanca está más gordita y se nota mucho el amor que recibe en ambas casas, y sobretodo la comida.

Con los vecinos hemos llegado a una especie de acuerdo tácito, porque no hay manera de sacar a Blanca de nuestra casa, por más que el pequeño vecino la busque ella insiste y nos hizo entender que nosotros, ambas familias, somos su hogar. Por lo que estamos aprendiendo a entenderla y dejarla libre para que esté dónde le plazca siempre y cuando se porte como una damita.

Hasta ahora siento que hemos avanzado muchísimo, no muerde los zapatos y no juega con la basura, por lo que nos consideramos afortunados en ese aspecto y ella va desarrollando un sentimiento de arraigo en este terreno así que suponemos que en el futuro no muy lejano ella será la guardiana fiel que nos dé tranquilidad por las noches.

Mientras ese momento llega seguiremos jugando y enseñándole buenos modales, y seguiremos aprendiendo de ella que hace falta muy poco para ser felices...si no lo creen miren su cara de felicidad por solo abrirle las puertas de nuestro hogar cada que decide venir a visitar.

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Credits

The photographs used in this post were taken with a cell phone and are of my authorship.

Créditos

Las fotografías empleadas en este post fueron realizadas con teléfono móvil y son de mi autoría.

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