Arenys se despertó gritando, estaba sudada completamente, temblaba mucho. Ella sentía la humedad en su cuello, y sentía cómo una gota de sudor bajaba por su cara hasta la barbilla.

Arenys, miraba a todos lados, en su habitación, buscaba una y otra vez si había algo ahí. Miró a su lado y vio a Rodrigo, durmiendo plácidamente al lado de ella. Así que se dijo así misma: “Es solo una pesadilla, solamente una pesadilla, intenta dormir”. Y así lo hizo, se acostó de nuevo y al rato se quedó dormida.

Al día siguiente, tuvo de nuevo la pesadilla, pero esta vez se despertó gritando, totalmente aterrorizada. Rodrigo, que dormía como un bebé a su lado, se despertó asustado y lleno de temor, al despertarse de imprevisto por los gritos desgarradores, de Arenys.

Al ver a su mujer, se quedó pasmado, ya que la vio sudada, temblorosa, respirando de manera agitada y mirando con la vista perdida, hacia la pared del cuarto, y lo hacía, con los ojos totalmente abiertos, en una medio de una expresión de terror, en lo que él definió, como un estado total de pánico. Rodrigo, la tomó en los brazos y le dijo que solo era una pesadilla, tratando de consolarla.

La misma situación se presentó día tras día esa semana. Arenys, soñaba con una enorme ola de fuego, que venía desde el suelo, golpeaba en la pared y el techo, y luego venía hacia ellos, abrazándolos a ella y a Rodrigo, con sus llamas, y luego, ella veía cómo el fuego los consumía, mientras se iban ahogando con el humo, dentro de su apartamento.

Ella sentía, cómo el humo caliente la quemaba por dentro al respirar, y también sentía cómo las llamas iban destruyendo su cuerpo de manera continúa y dolorosa, matándola despiadadamente, a ella y a Rodrigo, que sufría su misma suerte.

La pesadilla era permanente, se repetía todas las noches, y el sueño cada día se hacía más largo, y las sensaciones de dolor y terror eran cada vez más vivas, hasta el punto que Arenys, sentía que se moría quemada todas las noches. Lo que la despertaba en medio de una crisis de pánico.

Rodrigo, después de unos días, convenció a Arenys, de ir al médico, y así lo hicieron. El médico la vio y revisó todos los exámenes y Arenys estaba muy bien a nivel físico, por lo que la envió a un psiquiatra.

Pero esa noche, cuando llegaron del médico, y antes de ir al psiquiatra, las pesadillas y las sensaciones de terror, dolor y muerte, volvieron de nuevo, pero esta vez habían sido más horribles que antes.

Por esa razón, Arenys, había tenido esa noche varias crisis de pánico. Y cada vez que intentaba dormir, venía la pesadilla con más fuerza, y ella se despertaba gritando y aterrorizada.

Rodrigo, convenció a Arenys, para que se acostara de nuevo y la abrazó mientras ella se dormía. Sin embargo, la pesadilla vino de nuevo, pero esta vez, Arenys, sentía en ella, el humo quemándole la garganta y los pulmones, y sentía el dolor de las quemadas en su cuerpo. Ella sentía que se quemaba mientras dormía y ya no podía soportarlo.

Ella, al sentir todo esto, se levantó histérica, llena de temor. Rodrigo se levantó asustado, y Arenys, le pidió desesperada una y otra vez que la sacara del apartamento, que ella no quería estar ahí, que debían irse. Rodrigo, trató de razonar con ella, pero era imposible. El nivel de miedo e histeria de Arenys, era tan grande que empezó a hiperventilar.

Rodrigo, al ver a Arenys en esa situación, sintió mucho miedo, y accedió a llevarla a un hotel. Rodrigo, tenía dentro de él, una mezcla de sentimientos que iban entre el estar muy molesto y muy asustado. Mientras manejaba, miraba a Arenys, y vio cómo sus facciones cambiaban y se calmaban a medida que se alejaban del edificio donde vivían.

Después de llegar al hotel, Arenys, le dio las gracias, lo abrazó y se durmió como una bebé en los brazos de su marido. Rodrigo, miraba a Arenys, y observaba, la paz que había en su rostro en esos momentos, lo que le dio mucha tranquilidad y paz interna, quedándose dormido junto a ella.

A primera hora de la mañana, Rodrigo recibió una llamada de su madre. Ella estaba muy angustiada. Su madre le preguntó: ¿Dónde estaba? Rodrigo le comentó que estaba en un hotel, ya que tuvo que irse de la casa, por una terrible crisis de pánico que le dio a Arenys.

Rodrigo, le contó a su madre que Arenys, había tenido otra crisis, pero que la crisis de ayer en la noche fue tan grande, que ella casi se desmayó, y en medio de su nivel de angustia, le hizo prometerle que la sacaría de la casa y así la trajo al hotel. Rodrigo, le comentó después a su madre, que él estaba muy preocupado, y que tenía miedo de perder a Arenys por su situación y por las crisis nocturnas de pánico que le estaban dando.

Rodrigo, escuchó a su mamá llorar en el teléfono, y cuando él iba a volver a hablarle, su mamá le habló y le dijo: “No fue otra crisis, gracias a Arenys y a esas pesadillas, y la crisis que hizo que la llevaras a ese hotel, es que están vivos, ella, te salvó la vida”.

Cuando Rodrigo le preguntó a su mamá a qué se refería, ella le contó lo que había sucedido. “Abajo de tu apartamento, explotó el depósito donde están las bombonas de gas. Y si hubiesen estado en su cuarto durmiendo, hubiesen muerto quemados, ya que toda esa ala de tu apartamento voló”.

Rodrigo y Arenys, vivían en el piso uno de un pequeño edificio, y ese edificio, no tenía gas directo, así que los vecinos compraban los cilindros, y estos eran colocados en un depósito en la planta baja, que estaba detrás de la conserjería. Y aunque en un principio, eso era un espacio abierto, en las remodelaciones que hicieron en el edifico, tomaron ese espacio, para hacer más grande los cuartos principales de esa ala del edificio, quedando así, el cuarto de Arenys y Rodrigo sobre el depósito de gas. Siendo, solo separados del depósito de gas, por la mezanina, donde estaba el salón de fiestas, que también había volado, junto con su cuarto.

Rodrigo, despertó a Arenys, y le contó lo que había sucedido, y le dijo que sus pesadillas, no eran eso, sino un aviso de algo que pasaría, y que, gracias a sus pesadillas, ellos habían salvado la vida.

Muchas gracias por leerme.