~~ESP~~
12 AM.
Esa fue la hora en la que Melissa, no muy diferente a otras noches, estaba incautamente arrodillada y cabizbaja en frente de su arcaico televisor analógico, que, en lugar de proyectar una serie de imágenes coherentes, emitía una ruidosa estática, cuyas cadencias crudas y escasas de armonía se complementaban con el estruendo de la lluvia cayendo sobre el techo.
Cualquiera que le diera un vistazo, creería que Melissa no se encontraba en sus cabales. Dicho fue el caso del infante de 5 años que la acompañaba.
—Mamá. Mamá. Mamá.
La llamó reiteradas veces desde el otro extremo de la sala, siendo rotundamente ignorado por ella, quien, seguramente, escuchaba la voz del niño como un eco distante, opacado por los ruidos a los que ella prestaba tanta atención.
—Mamá. ¿Puedes oírme?
La pregunta del niño, realizada con un tono angustioso, murió en el interior de los oídos de su madre, quien se mantenía encorvada, viendo al televisor, sin importarle que sus ojos, rodeados de una piel demacrada y oscurecida, estuviesen tratando de cerrarse por su propia cuenta. No importaba si sus sentidos no se desenvolvían de la mejor manera, prefería ser lo más semejante a un muerto en vida, antes que caer rendida ante las garras del letargo. El dormir para ella, era el equivalente a pisar el infierno, pues allá no existía ningún medio escapista que pudiera usar para evadir sus miedos.
—Mamá, ¿Me estás ignorando?
Los huesos de Melissa palidecieron. A esa voz infantil, dejo de escucharla en la lejanía, que hasta ahora le venía dando un fuerte sentido de seguridad. A su vez, el impacto de las gotas de lluvia cayendo sobre el techo de la casa, disminuyeron su intensidad, pasando a sonar como ligeras goteras, en lugar del torrencial climático que venía sacudiendo el hogar. Y como si los latidos de su corazón requiriesen de mayor silencio para poder ser oídos por ella misma, la estática del televisor se fue evaporando, para, paulatinamente, dar paso a un video que causo el temblor exagerado de sus extremidades.
En dicho video, se podía ver desde el extremo de una sala oscura, a una mujer de cabello desaliñado, encorvada, y arrodillada en frente de un televisor. La cámara que grababa el video comenzó a caminar hacia adelante, en dirección a la mujer, a la par que unos pasos suaves, pero lo suficientemente firmes iban encaminados al sitio donde Melissa yacía.
—Mamá ¿Por qué me ignoras?
En esta ocasión, Melissa escucho la voz del niño venir de dos lados distintos. Desde el televisor, y desde la misma sala. Al igual que ella, la mujer del televisor temblaba, y su agitada respiración era fácilmente perceptible al oído, tanto para sí misma, como para el infante, quien, con cada paso, diluía la distancia entre él y la mujer, intensificando los escalofríos corporales de esta última.
Melissa deseaba muchas cosas en ese momento: Gritar, correr, llorar... Huir. Más que todo, deseaba huir.
—Mamá ¿Otra vez estás tomando?
No, más bien, antes que irse ella, quería que ese niño se esfumara.
—Lárgate—fueron las primeras palabras qué logro pronunciar, y en el tono de ellas se podía percibir el quebranto de lágrimas que no tardaría en llegar.
—¿Por qué? ¿Ya no me quieres mamá?
Un nudo en la garganta de Melissa se formó cuando los pasos del niño se detuvieron, y, por consiguiente, en la grabación paso a verse una imagen estática de la espalda de esa señora de cabellos poco cuidados.
—No te acerques—las primeras lágrimas resbalaron por las mejillas de Melissa.
—Mamá, ¿Por qué me haces esto?
En la mente de Melissa, solo quedaba algo por hacer. Ese algo, era representado en la forma de una botella de ron, vacía y tirada a un lado suyo, a su alcance inmediato.
En el plano de la televisión, se vio la mano del filmador acercarse a la espalda de la mujer, y antes de que pudiera llegar a tocarla, dicho aparato se apagó súbitamente.
Y apenas Melissa sintió el contacto gélido y gentil de una mano posándose sobre su hombro, agarro la botella tirada en el suelo, y sin pensarlo, con los ojos cerrados y dejando que sus instintos más primitivos tomaran el control de sus decisiones, realizo un drástico movimiento, con el que estamparía dicha botella en el único cuerpo que habitaba esa casa además del suyo.
Los pedazos de cristal que saltaron en el aire se vieron manchados ante la fuente de sangre recién formada. Fuente que llegaría a salpicar a Melissa. Sin embargo, ella no abrió los ojos, hasta pasados varios minutos de silencio absoluto y sepulcral, en el cual la lluvia ya había cesado por completo.
No abriría los ojos hasta la mañana siguiente. Despertando en su cama matrimonial ocupada solo por ella, en una habitación con varias botellas de alcohol a medio consumir restregadas por la habitación, se dio cuenta de que todo había sido una pesadilla. Pesadilla previamente vivida en carne propia, y de la cual, desconocía cuantas noches más le estaría acompañando.
~~ENG~~
12 AM.
That was the hour when Melissa, not unlike other nights, was incautiously kneeling and crestfallen in front of her archaic analog television, which, instead of projecting a series of coherent images, emitted a noisy static, whose crude and disharmonious cadences were complemented by the roar of the rain falling on the roof.
Anyone who glanced at it would think Melissa was not in her right mind. Such was the case with the 5-year-old infant who accompanied her.
—Mommy. Mommy. Mommy.
He called out to her repeatedly from across the room, being flatly ignored by her, who, surely, heard the child's voice as a distant echo, overshadowed by the noises to which she was paying so much attention.
—Mom, can you hear me?
The child's question, asked in an anguished tone, died inside the ears of his mother, who remained hunched over, staring at the television, not caring that her eyes, surrounded by haggard, darkened skin, were trying to close on their own. It didn't matter if her senses weren't performing at their best, she preferred to be as close to the living dead as possible than to fall into the clutches of lethargy. Sleeping for her was the equivalent of stepping into hell, for there was no escapist means she could use to evade her fears.
—Mom, are you ignoring me?
Melissa's bones paled. To that childish voice, she stopped hearing it in the distance, which until now had been giving her a strong sense of security. At the same time, the impact of the raindrops falling on the roof of the house diminished in intensity, sounding like light drips, instead of the torrential weather that had been shaking the house. And as if the beating of her heart required more silence to be heard by herself, the static of the television evaporated, to gradually give way to a video that caused the exaggerated trembling of her limbs.
In the video, a woman with disheveled hair, hunched over and kneeling in front of a television set, could be seen from the far end of a darkened room. The camera recording the video began to walk forward, in the direction of the woman, at the same time that some soft but firm enough steps were directed to the place where Melissa was lying.
—Mom, why are you ignoring me?
This time, Melissa heard the child's voice coming from two different sides. From the television, and from the living room itself. Just like her, the woman on the TV was trembling, and her agitated breathing was easily audible to both herself and the infant, who, with each step, diluted the distance between him and the woman, intensifying the latter's body shivers.
Melissa wanted many things at that moment: to scream, to run, to cry? To run away. Most of all, she wanted to run away.
—Mom, are you drinking again?
No, rather, before she left, she wanted that child to vanish.
The first words she managed to utter were: "Go away," and in their tone one could perceive the tears that would soon come.
—Why, don't you love me anymore, Mom?
A lump in Melissa's throat formed when the child's footsteps stopped, and, consequently, the recording showed a static image of the back of that lady with the poorly cared for hair.
—Don't come closer—the first tears slid down Melissa's cheeks.
—Mom, why are you doing this to me?
In Melissa's mind, there was only one thing left to do. That something, was represented in the form of a bottle of rum, empty and lying beside her, within her immediate reach.
In the shot of the television, the filmer's hand was seen approaching the woman's back, and before she could reach out to touch it, the device was suddenly turned off.
And as soon as Melissa felt the icy and gentle touch of a hand resting on her shoulder, she grabbed the bottle lying on the floor, and without thinking, with her eyes closed and letting her most primitive instincts take control of her decisions, she made a drastic movement, with which she would smash the bottle into the only body that inhabited that house besides her own.
The pieces of glass that jumped into the air were stained by the fountain of blood just formed. Fountain that would come to splatter Melissa. She did not open her eyes, however, until after several minutes of absolute and sepulchral silence, in which the rain had already ceased completely.
She would not open her eyes until the next morning. Waking up in her matrimonial bed occupied only by her, in a room with several half-consumed bottles of alcohol rubbed around the room, she realized that it had all been a nightmare. A nightmare previously experienced in the flesh, and of which he did not know how many more nights it would be accompanying him.
INSTAGRAM: @migueru_shitagaki
✏️Texto escrito por @migueldelli
📸Fotos editadas en Canva
¡Hola @migueldelli ! Déjame decirte primero ¡Bienvenido a #zde! , es un honor que nos compartas esta historia repleta de locura, ideal para este averno. Segundo, escribes muy bonito. Se me hizo muy amena la lectura y me atrapaste hasta el final . Puede dejarse a la. Libre interpretación. Tal vez fue pesadilla o realmente cometió el ilícito.
Déjame darte un consejo para que mejores tu escritura. Puedes separar los párrafos para que el lector no se canse al leer. Con ese detalle estaría precioso tu relato. Recuerda hacerlo en los punto y a parte. Excepto ese detalle, excelente. Sigue así que vas bien 🥰🥰
Saludos y de nuevo ¡Bienvenido! 🫡
Hola @aibi93 Muchas gracias por la bienvenida y por tu comentario, me entusiasman tus palabras 😄
Tomare en cuenta el consejo que me diste de cara a mis siguientes escritos. No estamos leyendo 🙌
Un nuevo integrante de este rincón de miedito. Bienvenido y que las letras oscuras te acompañen.
Muy buena la historia con algo de realismo psicológico.
Gracia por compartir.
Buena tarde.
Muchas gracias por la bienvenida y por haberse tomado el tiempo de leerme 😁