Rogando por mi vida/Begging for my life. Esp/Eng

~ESPAÑOL~

Fuente

Desde lo más profundo de la oscuridad, emergen seres que desafían la razón y acechan en las sombras. Mi historia comienza en un pequeño pueblo envuelto en un manto de misterio y terror, donde las leyendas de vampiros, hombres lobos y brujas cobran vida en las noches más oscuras.

Desde niño, escuché los cuentos susurrados alrededor de la hoguera, historias de criaturas sedientas de sangre que acechaban a los desprevenidos, de bestias salvajes que aullaban a la luna llena y de hechiceras que conjuraban poderes oscuros en los bosques prohibidos.

Una noche, mientras caminaba por el cementerio abandonado, sentí una presencia fría y siniestra acechándome desde las sombras. Un escalofrío recorrió mi espalda cuando vi a los ojos brillantes de un vampiro sediento de sangre, con sus colmillos afilados listos para hundirse en mi cuello. Corrí tan rápido como pude, sintiendo su aliento gélido en mi nuca mientras me perseguía por entre las tumbas.

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Pero no solo los vampiros eran una amenaza en aquel lugar maldito. Los aullidos de los hombres lobos resonaban en la noche, anunciando su cacería implacable. En una ocasión, me encontré cara a cara con una bestia de pelaje gris y ojos amarillos, cuyos colmillos destellaban con la luz de la luna. Su mirada feroz me paralizó de terror, sabiendo que solo un milagro podría salvarme de su furia desatada.

Y no podían faltar las brujas, con sus hechizos y maleficios que envolvían al pueblo en una neblina de miedo y desconfianza. En una noche de luna llena, presencié un aquelarre en el bosque, donde las brujas danzaban alrededor de un caldero humeante invocando a entidades oscuras que acechaban en las sombras.

Mi vida se convirtió en un constante enfrentamiento contra estas fuerzas sobrenaturales, luchando por sobrevivir en un mundo donde el terror reinaba supremo. Cada noche era una batalla por mi propia existencia, donde la línea entre la realidad y la pesadilla se desdibujaba peligrosamente.

Ahora, mientras escribo estas palabras desde mi refugio seguro, sé que nunca podré escapar del horror que me persigue en cada sombra, en cada aullido nocturno y en cada susurro de la brisa. Mi destino está sellado por la presencia eterna de vampiros, hombres lobos y brujas que acechan en la oscuridad, esperando el momento adecuado para reclamar mi alma atormentada.

~ENGLISH~

SOURCE

From the depths of darkness, beings emerge that defy reason and lurk in the shadows. My story begins in a small town shrouded in mystery and terror, where legends of vampires, werewolves and witches come to life in the darkest nights.

As a child, I heard the tales whispered around the campfire, stories of bloodthirsty creatures that preyed on the unsuspecting, of wild beasts that howled at the full moon, and of sorceresses who conjured dark powers in the forbidden forests.

One night, while walking through the abandoned cemetery, I felt a cold, sinister presence stalking me from the shadows. A shiver ran down my spine as I looked into the glowing eyes of a bloodthirsty vampire, its sharp fangs ready to sink into my neck. I ran as fast as I could, feeling his icy breath on my neck as he chased me through the graves.

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But it wasn't just vampires that were a threat in that cursed place. The howls of the werewolves echoed through the night, announcing their relentless hunt. On one occasion, I came face to face with a beast with gray fur and yellow eyes, its fangs glinting in the moonlight. His fierce gaze paralyzed me with terror, knowing that only a miracle could save me from his unleashed fury.

And the witches could not be missing, with their spells and curses that enveloped the town in a fog of fear and distrust. On a full moon night, I witnessed a coven in the woods, where witches danced around a smoking cauldron invoking dark entities lurking in the shadows.

My life became a constant confrontation against these supernatural forces, fighting to survive in a world where terror reigned supreme. Every night was a battle for my very existence, where the line between reality and nightmare became dangerously blurred.

Now, as I write these words from my safe haven, I know that I will never be able to escape the horror that haunts me in every shadow, in every night howl, and in every whisper of the breeze. My fate is sealed by the eternal presence of vampires, werewolves and witches who lurk in the darkness, waiting for the right moment to claim my tormented soul.