Que alguien pretenda irrespetar los derechos de otra persona es más que indignante.
Pero que una persona permita que pisoteen sus derechos, sabiendo que puede evitarlo, es totalmente decepcionante.
Que alguien pretenda irrespetar los derechos de otra persona es más que indignante.
Pero que una persona permita que pisoteen sus derechos, sabiendo que puede evitarlo, es totalmente decepcionante.