Siempre he admirado ese don de los buenos pianistas para acariciar las teclas, pareciera todas las veces que los dedos rozan, cuidadosamente, gentiles, las teclas. Como cuidando de no violentarlas, molestarlas, como pidiendo permiso para hacer brotar la música.
Esto 👆
Yo también. Incluso a veces quisiera tener esa cualidad, que no la tengo. Aunque puede que sÃ, pero solo en el momento en que escribo algunas cosas que se quedan en borradores.
Gracias a ti por tan lindo comentario, se ve que te sumergiste en ese mar, tocaste el barco y sostienes en tu mano el hilo rojo. ¿Qué más puedo pedir? Sà 😅, ya sé, que sigas stalkeando. jajaja
Un abrazo