The bridge of freedom

Since ancient times, humans have found it fascinating to be able to cross rivers and cliffs that prevented them from conquering other regions. The Romans, great road builders, found no river to be a challenge. The development of engineering techniques allowed many civilizations to build marvelous bridges that are still standing today after 1000 years. With the passing of time, this fascination for bridges moved to the mystical, to the spiritual and the crossing of a bridge has always been associated as the access to wisdom but above all to Freedom.

Also for many Nordic, Celtic or Eurasian cultures, crossing a bridge was a test that was placed on the young warrior as an overcoming of fear of the unknown. Building and crossing them are two sides of the same coin. That is why bridges have always had a mystical character in human culture and civilization.

In the Venezuelan case it could not be an exception, and the metaphor of the bridge explains our situation very well. As a country and as a society we have reached a point of no return, in the coming days we must cross the bridge that will lead us to freedom and progress. The road has been arduous, tortuous, with many difficulties, not to mention the suffering and people who have been left on the road trying to reach this crossing point.

Our bridge of freedom has been built on the foundation of 7 million people who have each given their contribution by expressing themselves through universal suffrage. Today the road is not yet completely clear, there is fog and darkness covering the bridge; but the courage, the decision and above all the desperation to live in a better country drives us to cross it.

Venezuelans have always dreamed of leaving our children a prosperous nation, we must build bridges for the return of families and for the reunion of all.

Translated with DeepL.com (free version)

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El puente de la libertad

Desde la antigüedad al ser humano le pareció fascinante el poder cruzar ríos y precipicios que le impedían conquistar otras regiones. Los Romanos, grandes constructores de camino ningún Río iba a constituir un desafío. El desarrollo de técnicas de ingeniería le permitió a muchas civilizaciones construir maravillosos puentes que en hoy en día después de más de 1000 años se mantienen en pie. Con el transcurrir del tiempo, luego esta fascinación por los puentes se trasladó a lo místico, a lo espiritual y se ha asociado siempre el cruzar un el puente como el acceso a la sabiduría pero sobre todo a la Libertad.

También para muchas culturas nórdicas, celtas o de Eurasia el cruzar un puente era una prueba que se le colocaba al joven Guerrero como una superación al miedo hacia lo desconocido. El construirlos y cruzarles son dos caras de una misma moneda. Es por eso que los puentes siempre han tenido un carácter místico en la cultura y civilización humana.

En el caso venezolano no podía ser la excepción, y la metáfora del puente explica muy bien nuestra situación. Hemos llegado como país y como sociedad a un punto de no retorno, los próximos días debemos cruzar el puente que nos conducirá hacia la libertad y al progreso. El camino ha sido arduo, tortuoso, con muchas dificultades, ni hablar del sufrimiento y de personas que han quedado en el camino tratando de llegar a este punto de cruce.

Nuestro puente de libertad se ha construido sobre el cimiento de 7 millones de personas que han dado cada uno su aporte expresándose en el sufragio universal. Hoy el camino no está aun totalmente despejado hay niebla y tinieblas cubriendo el puente; pero el valor, la decisión y sobre todo las desesperación por vivir en un país mejor nos impulsa a cruzarlo.

Los venezolanos siempre hemos soñado con dejarles a nuestros hijos una nación próspera, debemos tender puentes para el retorno familiar y para el rencuentro de todos.