Mi amiga talentosa

Esta delicia me recuerda a una amiga, contadora de profesión, que un día decidió darle un espacio en su vida a lo que es su pasión, la elaboración de postres. Entre números y clientes, siempre tenía tiempo para hacer unas delicias que solo ella podía ofrecer. Estábamos haciendo una formación juntas; ella siempre llegaba a clase con un trozo de dulce para que le diera mi opinión y cada vez que culminábamos una materia nos consentía con una torta para todos, una excelente excusa para hacer un compartir.

Mi querida amiga es muy cuidadosa con los productos que usa, una vez me hizo caminar por todo el centro de Caracas comprando los materiales para hacer un encargo que tenía, una torta de bautizo. Ese día terminamos en Chacao en un comercio pequeñito donde por fin encontramos la marca azúcar que buscaba.

Todos sus postres son deliciosos, pero sus tortas de chocolate no tienen comparación y no solo por la buena calidad de los ingredientes que usa y lo profesional de su trabajo, sino por el amor y la pasión con la cual los hace. Cuando ese toque mágico está presente enamora a quien tiene el privilegio de disfrutarlo.

Toque final para enamorar.

En una cena romántica, cuando llega el momento del postre, aparece el carrito con una gran variedad de dulces de muchos sabores, colores que brillan y enamoran, ¿por cuál me decido? miro y miro, hasta que lo veo allí en el centro de las bandejas, que mejor aliado que una torta de chocolate y fresa, dos ingredientes que enamoran, una delicia a nuestro paladar, un éxtasis de sabor. Mi elección fue acertada, saborear lo suave de la torta y la crema, una fresa que se come provocativamente poco a poco.

Esta es una excelente propuesta para el Día del Amor y la Amistad, regalar o que te sorprendan.

Gracias por llegar hasta aquí y tomarte el tiempo para leer mi publicación.