"Han centrado mucho en la primera parte, han bloqueado dos o tres veces, pero creo que atrás lo han hecho bien los cuatro. Hemos sufrido más en la segunda parte cuando parecía encarrilado. Hemos perdido confianza atrás. A nivel defensivo lo hemos hecho bien, Braga ponía a muchos jugadores en frente. Atacan con muchos y recuperar el balón no es sencillo. Queríamos meter una línea de cuatro en el mediocampo; Jude se sacrifica mucho en la izquierda para que Vini esté más fresco en ataque. Ha sido peligroso, no sé cuánta distancia ha recorrido. Hemos forzado el pase atrás, ha salido el primer gol con esto. Trabajan bien juntos con balón. Tenemos que mejorar en esto, pero lo están haciendo bien los dos. Respecto al Clásico, lo tengo claro después de este partido; tenemos claro lo que debemos hacer. Tenemos tiempo para prepararlo. Alaba vuelve de una lesión, Mendy podía ser un riesgo... Me ha gustado mucho Camavinga como pivote, ha hecho un gran partido. Llegamos con toda la ilusión del mundo a un partido importante.” - Carlo Ancelotti tras la victoria del Real Madrid en el Estadio Municipal de Braga.
Con el Clásico a la vuelta de la esquina, el Real Madrid tenía el Municipal de Braga como escollo pendiente en una importante noche de UEFA Champions League. Braga es un lugar armónico y lluviosa, un sitio bastante tranquilo para ser la quinta ciudad más poblada de Portugal; el Municipal de Braga es no menos que pintoresco, un Estadio con tan solo dos gradas y enclavado sobre lo que era una antigua cantera al norte de la ciudad bracarense, al verlo, uno podría atreverse a aseverar que no existe Estadio más singular e inusual entre los “bunquers” de aquellos equipos que conforman las máximas categorías del fútbol Europeo.
En aquel Estadio que más bien podría parecer un foro o teatro dónde se juega al fútbol en la lluviosa y serena ciudad al norte de la península ibérica, el Real Madrid había de librar su tercer choque de esta temporada en la UEFA Champions League en vísperas de tener que plantarse en el Estadi Olimpic Lluis Companys para disputar el primer Clásico por LaLiga en la presente campaña, en medio de los ires y venires del “Caso Negreira” y el “Madridismo Sociológico” como nuevo término acuñado por Joan Laporta para buscar llevar agua al Molino Blanco pues siente que el suyo se desborda.
La de Braga no fue una noche cómoda para los de Ancelotti, fue tan dura e incómoda como la inmensa cantidad de roca de granito que rodea al Municipal de Braga; el Madrid, eso sí, ha escapado con el botín esperado: tres puntos y pleno de victorias en lo que va de su temporada europea. El Braga es un rival incómodo, ya lo había demostrado en sus dos encuentros anteriores; los de Artur Jorge buscan alargar los partidos hasta el final de su tiempo y circunstancias, pero el Madrid ha sabido superar dicho escollo con lo justo e imponerse por muy poco cuando el panorama inicial invitaba a pensar en un duelo con mucha más holgura para la oncena visitante.
Artur Jorge puso en liza un 4-2-3-1 un plan osado con una defensa sumamente adelantada y siempre pensando en lanzarse en dirección al arco defendido por Kepa cuando encontrasen ocasión de hacerlo; Matheus bajo palos, Joe Mendes, Serdar Saatçi, Sikou Niakaté, Cristian Borja en la zaga; un doble pivote defensivo en Vitor Carvalho y Al Musrati con Álvaro Djaló, Rodrigo Zalazar, Ricardo Horta jugado por delante y Simon Banza como el artillero en solitario. Un plan cuasi temerario el del Braga, que, a pesar de la jerarquía del rival, deseaba ganar su primer partido en casa por la UEFA Champions League desde 2010 (cuando venció por 2-0 al Arsenal); cabe destacar que los bracarenses no se hacían presentes en las noches de Champions desde la temporada 2012-13.
De la oncena que dispuso Ancelotti (más los tres cambios que introdujo en el desarrollo), solo Vinicius Junior. jugó como si el Clásico no tuviese que disputarse el sábado; el desequilibrante ariete brazuca no conoce aquello de “dosificar esfuerzos”, entiende el fútbol a su manera y su manera es la del desequilibrio, la picardía, el desborde y la alegría de jugar a la pelota sea cual sea el escenario en puerta. Carletto montó su 4-3-1-2 con Kepa Arrizabalaga en el arco, Antonio Rüdiger y Nacho Fernández como pareja de centrales flanqueada por Dani Carvajal y Fran García. Fede Valverde, Eduardo Camavinga, Luka Modric como volantes por detrás del enganche, Jude Bellingham y Rodrygo Goes más Vinícius Junior en el frente de ataque; Vini es es el responsable primario de producir las endorfinas ofensivas del conjunto Merengue y eso quedó nuevamente de manifiesto en suelo luso.
Los locales fueron osados desde el planteamiento a la ejecución de su plan de vuelo, ofrecieron espacios que Vinicius atacó en un amplio catalogo de carreras a campo abierto; dichos espacios fueron el aliciente que invitaba que el Madrid se precipitara a buscar el dulce con las galopadas de su número “7”; pero eso es lo que justamente quería el Braga para poder cortarle los circuitos en la lectura del juego y sobre los primeros compases consiguieron hacerlo; parecían haber aprendido de sus propios errores en la ejecución del mismo plan en la jornada anterior ante el Unión Berlín pues se fueron 2-0 por debajo en la capital alemana -gracias a esas concesiones de espacio en el fondo- y hubieron de remontar para sellar sus primeros tres puntos en la campaña europea (2-3).
Pujante el Braga, toda vez tenía la pelota, buscaba a su forma y ritmo, sin apenas pausa, el acercarse con poco o nulo circunloquio a las inmediaciones del arco de Kepa, así entienden el fútbol los de Artur Jorge y con esa idea mueren en la raya. Los de Ancelotti buscaban contener los acalorados humos de su anfitriones con Camavinga enclavado, hoy sí, en la demarcación del pivote defensivo apoyado en las figuras de Luka Modric y Fede Valverde; en posesión de la pelota, los Merengues buscaban filtrar el pase definitivo que abriera la lata en su favor y ello llegó al minuto 16, un pase largo de Nacho para que Vini ganase en carrera a Sardar y, aunque el esférico se le hiciera un nudo, logró recomponer para sacudir al defensor bracarense y servir una pelota que sirvió para que Rodrygo curase su malaria de cara a puerta y firmase el 0-1 en favor del Madrid; el braleño tardó más de dos meses y poco más de 1,000 minutos en volver a ver puerta. ¡Un gol balsámico para el merengue!
Toda la punta de aceleración que tiene el Braga de mediocampo hacia adelante, tanto en movimientos como en circulación de balón, desaparece en campo propio, donde los centrales tienen poca cintura para corregir situaciones y Vinicius se regodeaba de ello mientras los “arsenalistas” parecían resquebrajarse como bloque poco a poco. Los merengues fueron encontrando espacios, atacando especialmente el perfil derecho de los locales. Al minuto 36’ el Madrid pudo haber firmado el 2-0 y Rodrygo su doblete, pero el tanto no contó porque Viniucus que volvió a servir a su compatriota había arrancado en fuera de juego.
🏁 FP: @SCBragaOficial 1-2 @RealMadrid
October 24, 2023— Real Madrid C.F. (@realmadrid)
⚽ Álvaro Djaló 63'; @RodrygoGoes 16', @BellinghamJude 61'#UCL pic.twitter.com/wplRoNxpQM
Para encontrar el segundo tanto del conjunto Merengue, a pesar de la insistente búsqueda de las espaldas del equipo bracarense, hubo que esperar a rebasar la hora de juego; al minuto 61’, Rodrygo estiró el campo por el sector derecho y su envió a Vinicius fue demasiado largo, pero Vino rehizo la jugada para tocar a Bellingham que impuso eficacia sobre brillantez; la joya británica no tuvo un partido especialmente fulgurante, pero a falta de excelencia supo volver a hacerse presente para los suyos firmando su tercera diana en tres encuentros de Champions y su undécimo gol en 12 partidos vestido de blanco.
Jude Bellingham se ha convertido en el segundo jugador en la historia de la Liga de Campeones que marca en cada uno de sus tres primeros partidos con el Real Madrid en la competición (tres goles), tras Christian Karembeu en 1998 (con tres dianas también). Vinicius por su parte es apoteósico para el Real Madrid en UEFA Champions League, combinando las ediciones de 2022/23 y 2023/24, ningún jugador ha intervenido en más secuencias en jugada que finalizan en gol que él (16); el brasileño es la alegría, el color y el aporte goleador insalvable para los Merengues.
Lo ganaba el Madrid 0-2 pero en solo un par de minutos la noche bracarense hubo de complicarse más de lo que se podía haber previsto pues el SC Braga descontaba para su causa con un centro de Joe Mendes desde la derecha que tomó descolocado a Nacho Fernández, permitiendo que Banza descargase hacia Álvaro Djaló que se benefició de que Fran García se quedase colgado, rompiendo el posible fuera de juego para fusilar a Kepa Arrizabalaga a placer y sellar el 1-2 que terminó por ser definitivo en el Municipal de Braga.
✍🏼: Paco Andújar ⚽
@pacoandujar
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Brillante Jude, haciendo honor a ese número 5! De Vinicius q decir? A mí entender lo que le faltaba hace unas temporadas era gol aunque puede seguir mejorando. Ahora a por El clásico!
Sorprendente el Real Madrid, Bellingham es una bestia en cancha, y creo que el Clásico será un duelazo de poder a poder amén de las bajas que tienen los culés, saludos
Hola, @sadiel0102.
El Madrid ha hecho un partido correcto en el que, para mi gusto, terminaron sufriendo de más. Bellingham no fue tan brillante en este partido, pero ha cumplido con su aporte goleador -está imparable- y Vini ha estado apoteósico. El Clásico va a ser un muy buen juego, ya me lo estoy saboreando.
Abrazo.