“Italia jugó un gran partido, tanto desde el punto de vista del carácter, como del juego; conseguir el resultado que necesitaba más allá de algún imprevisto, que son cosas que a veces suceden cuando pareces que tienes el partido ganado, El segundo gol de Macedonia del Norte pudo haberse transformado en un golpe psicológico.Otros hubiesen defendido la ventaja, pero mis jugadores fueron por más y estuvieron brillantes en un partido que sabíamos sería muy delicado para nosotros.” - Luciano Spalletti sobre la importante victoria italiana sobre Macedonia del Norte en el Olímpico de Roma.
Italia, con miedo el cuerpo y un nuevo susto enfrentado a Macedonia y sus fantasmas, ha dado un paso crucial en su búsqueda de la clasificación para la Eurocopa al vencer al conjunto macedonio por 5-2 en el Olímpico de Roma. Aunque el resultado final podría sugerir un camino sin complicaciones, la realidad fue todo lo contrario. Macedonia, el equipo que previamente había eliminado a Italia en los playoffs de clasificación para la Copa del Mundo de Qatar, logró anotar dos goles, estrechando la brecha a 3-2. La tensión que se palpaba en la noche romana previo al silbatazo inicial se apoderó del graderío del Estadio Olímpico de Roma, ya que Macedonia estuvo al borde de una remontada emocionante.
Ahora, a Italia solo le hace falta asegurar un empate contra Ucrania en la próxima y última jornada del Grupo C a jugarse el lunes. Este resultado garantizará el segundo puesto, otorgando a Italia un pase directo y marcando el fin de una angustia que se remonta al 12 de noviembre de 2017. En ese fatídico día, en la antesala de la repesca contra Suecia, el capitán Buffon pronunció unas palabras malditas: "Nosotros los italianos estamos abonados al Mundial". Al día siguiente, Italia quedó excluida de la Copa del Mundo en Rusia, y Buffon anunció su retirada.
Y es que Italia, aquel día del batacazo ante Macedonia, aprendió a la mala, que nada está escrito mientras la pelota rueda y se quedó sin jugar su segunda Copa del Mundo de manera consecutiva. Hoy, en la capital italiana -que en algún momento fuera la capital del Imperio más grande de la historia- los fantasmas de una nueva eliminación de un torneo importante se han hecho mucho más pequeños tras el contundente y, por algunos instantes, sufrido resultado de hoy. “Caminamos junto al miedo” llegó a decir Spalletti durante la semana, y vaya que el miedo tomó de la manó a la Azzurra.
El fútbol de élite es un juego que produce miedo, aunque sus protagonistas raramente lo admitan, mucho menos en público. Los nervios, el temor, e incluso el pánico, acechan de manera sigilosa a los jugadores en cada toque de balón, sobre todo cuando toda una nación está apostando por una victoria que se considera un derecho arraigado por la tradición; miedo es lo que habrá sentido Jorginho al volver a errar un penalti en una instancia eliminatoria en la que la presión por obtener el resultado era inmensa, miedo sintieron todos los Azurri cuando del 3-0 que habían conseguido, Macedonia les marcó un par de goles con tan solo dos remates el arco para acortar las distancias; miedo, el pánico de volver a estamparse de frente con otro fracaso.
Tras enfrentarse a dos dolorosas eliminaciones que dejaron a Italia fuera de los Mundiales de 2018 y 2022, y al borde de otra tragedia en las puertas de la Eurocopa de 2024, Luciano Spalletti, quien fue nombrado seleccionador en medio de una crisis de resultados el pasado verano, entendió que su principal tarea al frente del equipo era contrarrestar el terror que sus jugadores sentían ante la posibilidad de ser señalados como responsables de otro fracaso histórico. Sin rodeos, Spalletti presentó el problema abiertamente: el miedo estaba presente. De inmediato, indicó la senda hacia la solución: coraje para solicitar el balón y moverlo con sentido a través de un circuito donde la elección de hombres con temple firme determina el orden. Primero, Jorginho, el timonel, luego Chiesa, un extremo que se multiplica por cien, y finalmente Raspadori, el delantero ágil del Nápoles, un falso nueve genuino, otro centrocampista camuflado. En el enfrentamiento contra Macedonia, debido a las lesiones, Spalletti descubrió otro pilar: Federico Gatti, el central de 25 años de la Juventus, un atrevido en toda regla.
Aferrándose a los pies seguros de Jorginho -brillante amén del fallo desde la cal- y a la valentía de Chiesa, el equipo de Spalletti logró superar la presión tanto física como psicológica impuesta por Macedonia y la intensidad del momento. Ausente por lesión en la repesca del 23 de marzo de 2022 que Macedonia ganó en Palermo, el incendiario Federico Chiesa se elevó en Roma para ofrecer todo lo necesario en un partido angustiante. Hijo de Enrico, el legendario delantero de la Fiorentina y la Roma, este extremo de la Juve es un raro ejemplo de transmisión genética de agresividad, heredando la determinación de su padre a pesar de provenir de una familia adinerada y es que las leyes de Mendel, las que rigen la economía y las reglas del balón tienen puntos inconexos. Chiesa nunca se esconde, nunca se acomoda, y nunca da por resuelta ninguna tarea antes de abordarla. Siempre responde al llamado, sin asumir derechos adquiridos, ni inhibirse incluso cuando lo persiguen a patadas, como hizo Bojan Dimoski, “paralizándole” el muslo derecho con un rodillazo en los primeros minutos de la noche. A pesar de cojear hasta su sustitución después de una hora, Chiesa demostró ser crucial en los momentos decisivos.
Fue Chiesa quien provocó el córner que resultó en el primer gol, obra de Darmian de cabeza, y también marcó el segundo gol después de uno de esos momentos que parecen traer consigo una suerte de maldición. Sobre el minuto 40, el árbitro señaló penalti por mano y Jorginho se dirigió al punto de penalti llevando sobre sus hombros el peso de cien toneladas. Todo el público sabía que un penalti fallado por Jorginho en esa misma portería en 2022, contra Suecia, había llevado a Italia hacia la repesca fatídica de Palermo. Por supuesto, Jorginho no ejecutó su mejor remate, con uno de esos saltitos tan sobrados como inexplicables; Dimitravski, el portero del Rayo Vallecano, adivinó sus intenciones lanzándose hacia su palo izquierdo, y el marcador se quedó en 1-0, al menos durante un minuto más. Fue todo el tiempo que Chiesa necesitó para conectar un balón desde fuera del área y enviarlo a la red, llevándose consigo la sensación de fracaso que amenazaba con afectar a sus compañeros después del fallo de su compañero.
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— Italy ⭐️⭐️⭐️⭐️ (@Azzurri_En) November 17, 2023
Con el fuego ardiente en su pecho y en su fútbol, Chiesa logró anotar el 3-0 en el último minuto de tiempo añadido antes del descanso. Alrededor del minuto 60, con el partido bajo control, Spalletti realizó algunos cambios, pensando en el crucial enfrentamiento contra Ucrania. Los primeros en salir fueron el fatigado Jorginho, que no ha visto demasiados minutos últimamente en el Arsenal de Arteta y quizá esté un poco fuera de forma; Chiesa, que cojeaba notoriamente y se había dejado el alma y la vida sobre la grama del Olímpico, y Bonaventura.
Con la idea de que jugadores menos agotados serían suficientes para mantener la ventaja contra Macedonia y al mismo tiempo conservar energías para el enfrentamiento con Ucrania, Spalletti transitó por una delgada línea. Estuvo a punto de desmoronar todo lo logrado. Los sustitutos, Cristante, Frattesi y Zaniolo, no lograron tomar las riendas del juego contra unos macedonios completamente desinhibidos. Si el primer gol de Atanasov reveló los nervios ocultos, el segundo generó murmullos en las gradas. La perplejidad se apoderó de la afición cuando Raspadori marcó el gol del alivio. Luego, El Shaarawy selló el quinto y definitivo gol en una noche de liberación. Italia al completo sufrió lo indecible entre el minuto 74’ cuando cayó el doblete de Atanasov y el 81’, cuando Raspadori devolvió una ventaja segura que “il Faraone” El Shaarawy terminó por certificar en el agregado. Veni Vidi Vinci ha dicho la Squadra Azzurra, a pesar del susto y para sellar boleto a Alemania le vale con el empate ante Ucrania.
✍🏼: Paco Andújar ⚽
El tema de devolver la confianza al jugador siempre será loable, sin embargo hay ocasiones dónde se vuelve imprudente. Cuando Mancini aún estaba en el timón en últimas instancias se cambió el pateador en los penales siendo Bonucci quien los cobraría, ahora este último no se encuentra disponible, pero está Berardi quien es un muy buen pateador, el podría cobrar los penales para la azurra y no Jorginho.
Cuando Roberto Baggio falló aquel penal en el 94 tuvo una crisis, pero años después consiguió su redención con la azurra en otra competición.
Con esto dicho no estoy totalmente en contra que sea Jorginho quien cobre los penales, solo que pienso que no es el momento adecuado para él.
Un abrazo querido Paco.
Buenas, querido especialista del Calcio. ¡Gusto contar con tu visita, @cjlugo!
En términos de devolver la confianza al jugador -que, comparto contigo, es loable- Spalletti lo anuncio, si había penalti y estaba Jorginho en el campo, cobraría el del Arsenal, así fue y salió muy mal, quizá porque el pivote de los Gunners tomó el cobro con una "normalidad excesiva" con ese brinquito poco ortodoxo y sobrado que yo jamá entenderé.
Creo que la redención de Jorginho, no viene desde el manchón, el "8" se redime partido a partido con la Azzurra por so seguridad y peso en el centro del campo y, nuevamente concuerdo contigo, no es momento para que Jorginho patee desde la cal, simplemente no lo es, por muy buen cobrador que sea.
Abrazo de vuelta, Carlitos querido.
Hola @pacoandujar, realmente se ve que fue una victoria muy buena y necesaria para la selección italiana, tanto para obtener puntos como para ganar confianza debido a los resultados de los anteriores partidos, y mejor aún si ganas con un resultado así
Buenas, @jandrox.
En efecto, fue una victoria importantísima para una selección italiana que, de algún modo, se había vuelto a complicar su presencia a en un torneo importante; el resultado y el como se ha dado este ha sido sumamente importante. Al final Italia está en la antesala de obtener el boleto a la Euro, se bastará de un empate ante Ucrania.
Saludos.
Recital de juego colectivo y efectividad de la selección de Italia, mostrando ser una selección dominante e imponente.
Le toca un duro compromiso ante Ucrania.
¡Abrazo, crack!
Buenas, querido @anthony2019. ¡Agradecido de contar con tu visita por este espacio!
Mi opinión dista mucho de la que viertes en tu comentario, pero justamente en la subjetividad y el amplio abanico de opiniones encontramos tan apasionantemente atractivo el fútbol. A Italia, desde mi perspectiva le falta mucho empaque colectivo, y sí, ante Macedonia supieron ser contundentes para enderezar un partido que se les estaba torciendo, irónicamente, con fallos en aquello que históricamente han dominado como pocos, la fase defensiva del juego. Se la juegan toda ante Ucrania, la victoria y el empate le bastarían para conseguir el boleto a la Euro, una derrota les devolvería al catastrófico panorama que han enfrentado recientemente.
Un abrazo, amigo.
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