Hola mis queridos amigos de #hive y mi gran familia de #fulldeportes🥰🥰🥰

Hoy, me encuentro un poco mejor, los ánimos están más firme, para contarles que retome mis entrenamientos desde hace una semana, justamente un miércoles volví a mis rutinarias caminatas.

Que es por eso, que la he apodado asi:

Volviendo entre bajones

Sí, como lo lees, porque han sido semanas fuertes, ya que pase tres semanas en Oriente por la enfermedad de mi mamá, y realmente aunque caminaba con Maxxy, mañana, tarde y noche, no sentí que eran caminatas que me hacían salir de mi confort, me frustraba no poder hacerlo, pero había un deber que cumplir, no había manera.

La vida, es una constante de vaivén, nos presenta momentos de altibajos, obstáculos y tropiezos, que a veces pueden desalentar nos y sumergirnos en una fosa profunda.

Durante este trayecto de tiempo, perdí el ritmo de mis caminatas, esas escapadas que tanto significado tienen para mí en estos precisos momentos.

Las razones quizás, más allá de todo fueron diversas: la rutina diaria, el cansancio acumulado y, en mi estado actual, la desmotivacion, esa sensación de no estar completa, de que te falta algo, que te dice que nada está bien. Sin embargo, hoy puedo afirmar que regresar a mis andanzas deportivas ha sido un acto liberador, he sentido alegría, me empiezo a sentir mejor y sencillamente es transformador.

Es por ello, que he decidido retomar estas actividad en mi vida que tantas alegrías me producen al hacerla y beneficios que me traen, para aliviar mis condiciones de enfermedad y mejorar mi salud.

Se que durante esos meses de casi inactividad, pasé por momentos difíciles. Las responsabilidades, el estrés y las circunstancias personales, pues hicieron que mi pasión por el deporte se desvanecer, disminuyeran al punto de sentirlas nulas. Sin embargo, la vida tiene su propia manera de recordarnos lo que realmente importa y los que nos hace sentir bien...

No solo para mí hacer deporte no es solo una cuestión de salud física; es también una necesidad emocional, espiritual y que me conforta todo mi ser.

El Caminar, el trotar y hacer deporte es una forma de conectar conmigo mismo, de reflexionar, meditar y dejar escapar las tensiones acumuladas, soltar esas malas brivas, para finalmente recargar el cuerpo de buenas energías y renovarlo.

En cada paso que doy en cada caminata, siento cómo mis preocupaciones se desvanecen, permitiéndome disfrutar del paisaje y del aire fresco, sencillamente, es una sensación placentera, formidable y que me gusta.

Mis caminatas son momentos de introspección, donde cada kilómetro recorrido representa un pequeño triunfo personal, por eso siempre procuro aumentar cada kilómetro para renovar mi vida...

Afrontar mis bajones ha sido, sin duda, un desafío, pero el retorno a mis caminatas me ha enseñado que cada día es una nueva oportunidad, que no puedo desaprovechar.

La sensación de volver a ponerme mis herramientas deportivas y salir a caminar me ha recordado la importancia de cuidar de mi bienestar físico y mental.

Hay veces, cuando el camino parece pesado, trato de recuerdarme a mí misma por qué empecé, los beneficios que obtengo, el bienestar que siento y la claridad de vida que Ganó, tanto físico, mental, espíritul y renovación de todo mi ser...

Volver a mis andanzas deportivas ha sido un viaje de reencuentro, donde redescubro no solo mi amor por el ejercicio, sino también la pasión por disfrutar de cada momento.

Algún día explorare ese horizonte, donde se encuentran esas montañas del Ávila que sueño andar, que esperan ser exploradas por mí y descubrir senderos maravillosos, que me pondrán más en contacto con la naturaleza, todo esto me invitan a seguir avanzando, seguir ganando fuerzas, recuperar mi verdadero ritmo de vida.

He aprendido que lo importante no es ser perfecto, sino ser constante, que hay veces el camino puede ser empinado, pero los beneficios de seguir adelante son innumerables.

Mi meta no es solo alcanzar un estado físico ideal, sino disfrutar del proceso, de cada detalle que me obsequia la vida y de cada pequeño avance que me permita lograr.

Todos estos momentos de conexión conmigo mismo me recuerdan que, sin importar los obstáculos, siempre hay tiempo para regresar a mis pasiones, que siempre hay espacio idóneo para despertar de ese estado, levantarse y seguir adelante.

Así que aquí estoy comprometida una vez más con mis caminatas, lista para abrazar a la vida, agarrar impulso en cada jornada y seguir construyendo un camino hacia mi bienestar. Porque, al final de cuenta, lo importante no es solo el destino, sino cada paso que elegimos dar en el camino.

Estoy lista para seguir explorando nuevos senderos, disfrutar de la compañía de la naturaleza y, sobre todo, cuidar de mí misma sin importar lo que me depare la vida. Cada caminata es una nueva página en mi historia, y estoy emocionada por lo que viene.