Hasta hace pocos meses no conocía el Mindfulness (Atención Plena o Conciencia Plena). Era un término totalmente desconocido para mí; de hecho no recuerdo hacerlo escuchado años atrás.
Lo descubrí al ver un vídeo de una entrevista al Dr. Mario Alonso Puig (cirujano, conferenciante y escritor español). Estaba hablando del poder de la Conciencia Plena, de la posibilidad de potenciar las capacidades de la mente humana para el mejoramiento físico y mental del individuo. Estaba hablando de Mindfulness.
Al instante me llamó la atención el asunto (tal vez influenciado en parte por las grandes habilidades de oratoria del entrevistado) y me puse a investigar esa temática (para mí, Mística, pero realmente con bases científicas).
Del Mindfulness se dice que es una técnica meditativa que tiene múltiples beneficios para la salud mental y física; entre los cuales se encuentra que:
Reduce la ansiedad, el estrés, y la depresión.
Aumenta la concentración mental y la memoria.
Disminuye los dolores crónicos.
Mejora el sistema inmunológico.
Ayuda al sueño reparador.
Incrementa el bienestar personal.
Combate el exceso de pensamiento rumiativo.
Con relación a esto último, el Mindfulness asegura que el pensamiento rumiativo sobre el pasado y el futuro, es responsable de gran parte del malestar psicológico de las personas. Y explica que al enfocarnos en el momento presente se logra una mayor calma, claridad de la mente y capacidad de regular las emociones. En esencia, la solución, es cultivar en nuestra mente una mayor conciencia del aquí y el ahora.
La práctica usual de las técnicas del Mindfulness implica dedicar un tiempo, por lo general en posición de sentados, totalmente en silencio, enfocando toda la atención en nuestra respiración, nuestras sensaciones físicas, y los sonidos de nuestro alrededor.
No obstante, también es posible practicar la Atención Plena (alternativamente) durante la realización de las actividades cotidianas como comer, caminar, conversar, etc. La clave es concentrarse plenamente en la actividad presente, evitando las distracciones.
La Atención Plena tiene sus orígenes en la tradición budista, y ha logrado llegar hasta nuestros días. Además ha ganado popularidad en occidente al demostrar (según sus practicantes) ser una técnica eficaz y beneficiosa aplicable en todos los ámbitos de la vida moderna.
Por último, precisar que cualquier persona se puede acercar al Mindfulness, practicarlo y beneficiarse de sus resultados.