Quizás has escuchado o lo has vivido en carne propia, cuando una persona le dice a otra:
"¿Por qué lloras? No tiene sentido que estés triste".
La verdad para esa persona sí tiene sentido su tristeza. El otro podrá estar pensando cualquier cantidad de cosas: "La vida es muy corta para sufrir" "Lo tienes todo y lloras" "Es ilógico que te comportes de esa forma". Sucede que, si lo queremos ver desde la racionalidad e irracionalidad, los seres humanos somos más irracionales de lo que nos gustaría creer, pero en la mayoría de los casos se trata de una "irracionalidad" que nos funciona.
Ciertamente, tenemos la capacidad de usar la razón y entender muchas explicaciones a través de la lógica. Pero no podemos intentar cuestionar el funcionamiento de un individuo con la lógica y la realidad de otra persona, pues estaríamos ignorando todas las variables implicadas, lo que lleva a muchos a emitir una sentencia: No, definitamente tú no puedes sentirte de ese modo.
Sucede que los pensamientos distorsionados, las decisiones impulsivas o los hábitos poco saludables, por ejemplo, cumplen una función en la vida de esa persona, tienen un sentido en su propio sistema y, por ese mismo motivo, se establecen y mantienen en el tiempo.
Dependiendo de la postura y enfoque adoptado por el psicólogo o terapeuta, el malestar emocional de un individuo se puede comprender desde diferentes aristas. Algunos llegan a entender ese sufrimiento humano en función del inconsciente, como lo hacen los psicoanalistas, otros en función de los "errores del pensamiento", por ejemplo, como lo hacen los cognitivos, y otros se enfocarán más en el contexto y en cómo interactúa el consultante, de una manera u otra, en su entorno. Este último punto, más enfocado en terapias de tercera generación y sus bases fundacionales, los principios del aprendizaje. Un enfoque desde el que me posicionaré para el desarrollo de este post.
Una persona que experimenta síntomas de ansiedad (taquicardia, sudoración, sensación de ahogo, dolor en el pecho) cuando entra en contacto con un determinado olor, por ejemplo, el olor cítrico de la naranja, puede sentirse realmente mal y reaccionar de diferentes formas: alterándose emocionalmente, evitando la situación, quedándose paralizado.
Para entender lo que está sucediendo en esta persona es de vital importancia hacer un par de preguntas sobre esa situación que le genera sufrimiento. Solo así podríamos enterarnos, por ejemplo, de la asociación que se ha producido por las leyes del aprendizaje, entre el olor cítrico y la experiencia traumática de ser un preso político torturado. [Este es un ejemplo muy claro que aparece en la película Simón].
Dicho de este modo, solo acercándonos y entendiendo cómo funciona cada comportamiento en la vida y contexto del individuo alcanzamos a establecer una "lógica" de lo que le está sucediendo y, en consecuencia, intervenir sobre esto para reducir el malestar.
Los problemas humanos suelen ser bastante complejos e implicar una gran cantidad de variables, antecedentes, comportamientos y consecuentes que funcionan dinámicamente entre sí, pero que podemos desglozar e individualizar para trabajar sobre ellos. En conclusión, la lógica estará presente en este tipo de procesos psicoterapéuticos, pero no necesariamente la lógica propia de la idiosincracia o el sentido común.
Perhaps you have heard or experienced it in the flesh, when one person says to another:
“Why are you crying? It doesn't make sense that you are sad.
The truth is that for that person, their sadness does make sense. The other person may be thinking any number of things: “Life is too short to suffer” “You have everything and you cry” “It is illogical for you to behave that way”. It happens that, if we want to see it from rationality and irrationality, human beings are more irrational than we would like to believe, but in most cases it is an “irrationality” that works for us.
Certainly, we have the ability to use reason and understand many explanations through logic. But we cannot attempt to question the workings of one individual with another person's logic and reality, as we would be ignoring all the variables involved, leading many to make a judgment: No, you definitely cannot feel that way.
It happens that distorted thoughts, impulsive decisions or unhealthy habits, for example, fulfill a function in that person's life, have a meaning in their own system and, for that very reason, are established and maintained over time.
Depending on the position and approach adopted by the psychologist or therapist, the emotional distress of an individual can be understood from different angles. Some come to understand this human suffering in terms of the unconscious, as do psychoanalysts, others in terms of “thinking errors”, for example, as do the cognitive ones, and others will focus more on the context and how the client interacts, in one way or another, in his or her environment. This last point, more focused on third generation therapies and their foundational bases, the principles of learning. An approach from which I will position myself for the development of this post.
A person experiencing anxiety symptoms (tachycardia, sweating, choking sensation, chest pain) when he/she comes in contact with a certain smell, for example, the citrus smell of orange, may feel really bad and react in different ways: getting emotionally upset, avoiding the situation, getting paralyzed.
To understand what is happening in this person it is of vital importance to ask a couple of questions about that situation that generates suffering. Only in this way could we find out, for example, the association that has been produced by the laws of learning, between the citrus smell and the traumatic experience of being a tortured political prisoner. [This is a very clear example that appears in the movie Simon].
In this way, only by approaching and understanding how each behavior works in the individual's life and context can we establish a “logic” of what is happening to him/her and, consequently, intervene on this to reduce the discomfort.
Human problems are usually quite complex and involve a large number of variables, antecedents, behaviors and consequents that work dynamically with each other, but that we can break down and individualize in order to work on them. In conclusion, logic will be present in this type of psychotherapeutic process, but not necessarily the logic of idiosyncrasy or common sense.
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All images in this post are my own, edited in snapseed. The content is also original and mine.
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Muy buen texto reflexivo, sobre todo desde la óptica de la psicología. El sufrimiento es un asunto (más que tema, diría) de, muchas veces, casi inidentificable causa (o causas) e inmensurables consecuencias. Lo aconsejable sería ponerse y/o abrirse al dolor del otro, como lo ha planteado Susan Sontag o E. Lévinas. Saludos, @sofiaquino98 .
Profe, gracias. Su aporte desde la filosofía enriquece mi texto 🤗 saludos!