Soy un profundo admirador de las analogías, creo que es de los recursos más que tenemos para interiorizar los conceptos, ideas o situaciones que aparentan cierta complejidad. Así me parece no solo adecuada la imagen del pantano con la realidad venezolana y que todos yacemos dentro, caminar en semejante horizonte ciertamente no ha sido fácil y mucho menos placentero, sin embargo, avanzamos lo que me hace pensar en la indecible resiliencia del venezolano que ha sido su bendición y maldición.
Creo que un país cambia cuando sus habitantes cambian, y creo que realmente hemos aprendido la lección, al final, las metamorfosis son procesos dolorosos y llevan tiempo, creo estamos a punto de salir de la crisálida.
!PIZZA
No veo otra manera de expresar ideas sino mediante analogías...
Y al parecer, se me da bien, dada la receptividad que hemos tenido.
Saludos.