En el mundo de la tecnología, no son demasiados conceptos los que han generado tanto interés y confusión como la blockchain e IA, pero, hoy quedémonos solo con blockchain. Para quienes vienen del ámbito de las humanidades como yo, la idea de una cadena de bloques descentralizada puede parecer bastante abstracta con cierta tecnicidad con la que probablemente no estemos demaisado familiarizados, o incluso ajena, como lo fue en mi caso, cuando me hablaron de Hive por primera vez quedé un poco confundido. Sin embargo, creo que existe una herramienta poderosa que puede ayudarnos a desentrañar este fenómeno: la narrativa. Es cierto que a través de las historias, podemos no solo explicar la tecnología blockchain, sino también podemos sin lugar a dudas profundizar en sus implicaciones filosóficas y sociales.

La blockchain por definición es, un registro digital descentralizado que almacena información de manera segura y transparente. Pero muchas veces suelo preguntarme: ¿cómo explicar esto a alguien que no está familiarizado con términos técnicos como "hash", "nodos" o "consenso distribuido"? Aquí es donde la narrativa entra en juego. Las historias nos permiten traducir conceptos abstractos en experiencias concretas y comprensibles, o eso es lo que siempre intento hacer cuando es necesario explicar qué es blockchain.

Suelo decir que resulta conveniente imaginar, por ejemplo, a la blockchain como un libro de contabilidad muy grande, pero en lugar de estar en manos de un solo contador, está distribuido en miles de copias idénticas en todo el mundo. Cada vez que se realiza una transacción, esta se escribe en todas las copias del libro, no importa en donde se encuente. Si alguien intenta alterar una entrada, las demás copias la rechazan. Esta metáfora del libro de contabilidad no solo simplifica mucho el concepto, sino que también lo hace más accesible, por lo menos, ha sido el ejemplo que usé más recientemente en un taller que hemos dictado en una universidad de la ciudad, y ya que estaba dirigido a estudiantes de contabilidad, administración de empresas y economía, era el ejemplo a mi parecer más adecuado.

Por otro lado, pienso que desde una perspectiva filosófica, la blockchain plantea preguntas realmente fascinantes sobre la confianza, la transparencia y la autonomía. Algunos de estos temas ya los he abordado brevemente, lo que me ha hecho tener presente siempre que en este mundo en donde las instituciones centralizadas han sido tradicionalmente las guardianas de la verdad, la blockchain propone un modelo alternativo basado en la descentralización y el consenso colectivo, y por tal razón a muchos les parece asombroso, a otros una amenaza.

Lo que me hace considerar que ciertamente podemos pensar en la blockchain como una manifestación tecnológica de la idea de "contrato social" de Rousseau. En lugar de confiar en un gobierno o alguna entidad central, confiamos en una red de nodos que trabajan juntos para mantener la integridad del sistema, y que por ejemplo en redes como la de Hive, los nodos son elegibles, es decir la comunidad es quien realmente tiene el poder. Lo que me hace pensar que esta idea de confianza distribuida tiene profundas implicaciones para la filosofía política y la ética, y quizá sea blockchain el entrenamiento y la adaptación a un nuevo sistema político que será adoptado eventualmente por el sistema, o eso me gusta pensar.

¡Hay que pensar en Narrativas que inspiren!

Más allá de las criptomonedas, la blockchain tiene aplicaciones en campos tan diversos como la gestión de identidades, la cadena de suministro, redes sociales, juegos, finanzas, arte digital y muchas cosas más. Cada uno de estos casos de uso puede ser contado como una historia que ilustra el potencial transformador de esta tecnología, o eso me gusta pensar.

Un ejemplo podría ser considerar el caso de los artistas digitales que utilizan la blockchain para vender sus obras como tokens no fungibles (NFTs). Antes de la blockchain, era difícil para estos artistas demostrar la autenticidad y propiedad de sus creaciones en el mundo digital, ahora, cada obra de arte puede ser registrada en la blockchain, creando un historial inmutable de su procedencia. Esta no es solo una solución técnica, sino también una narrativa de empoderamiento y justicia para los creadores.

A modo de conclusión en esta idea de pensar la Narrativa como una herramienta de transformación creo que no es solo estamos frente a una forma de explicar la blockchain; sino que más allá de eso, estamos frente a una herramienta para explorar las implicaciones más profundas. A través de las historias, podemos entender cómo esta tecnología está redefiniendo conceptos como la confianza, la propiedad y la identidad.

Para aquellos que somos humanistas o que de algun modo nos dedicamos a una de las areas de las humanidades, la narrativa ofrece un puente hacia el mundo de la tecnología de un modo más simple, permitiéndonos participar en una conversación que es tanto técnica como filosófica.

Si has llegado hasta aquí estimado lector, me gustaría preguntartre: ¿Qué te pareció este artículo? Me encantaría escuchar o leer tus pensamientos y comentarios. No dudes en dejar tu feedback en la sección de comentarios y seguirme si te ha gustado esta perspectiva humanística, ya que siempre estoy escribiendo contenido sobre filosofía y blockchian.

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