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Redes Sociales: ¿Democracia o Manipulación?
Cada dÃa accedemos a más información a velocidades superhumanas. Las polÃticas y discursos cambian constantemente, y sin duda, las redes sociales que usamos a diario influyen y manipulan nuestra forma de pensar, muchas veces sin que nos demos cuenta. Este proceso de modelado constante puede llegar a ser conductista.
Por un lado, vivimos en una época donde la información es más accesible y democratizada, alcanzando a prácticamente todas las personas con las condiciones técnicas y monetarias mÃnimas. Esta aparente democratización es uno de los avances más importantes de la era actual y seguirá creciendo en los años venideros. Cada vez estamos más conectados, no solo a nivel local, sino global, permitiéndonos involucrarnos activamente en diversos discursos polÃticos y debates públicos con un mayor número de participantes y una diversidad de puntos de vista y opiniones.
Las personas con acceso a internet, especialmente los consumidores activos de redes sociales, comparten opiniones diversas, a menudo respaldadas por el anonimato y la seguridad que ofrece un perfil anónimo. Estas opiniones sin filtro nos exponen a una variedad de puntos de vista, y es aquà donde entra nuestro papel como jueces en la búsqueda de la verdad. Este proceso debe estar guiado por el sentido común, la autocrÃtica y, sobre todo, el pensamiento crÃtico, evitando cualquier postura preestablecida y sesgos cognitivos.
Cada vez es más común que la información polÃtica sea accesible y dé voz a grupos marginados, poniendo en debate público aspectos y realidades que antes pasaban desapercibidos. Sin embargo, también es cada vez más común la manipulación y creación de información falsa y sensacionalista en busca de una interacción inmediata y básica. Esta manipulación de la verdad puede darse en cualquier medio y trascender las barreras de la realidad. Ningún grupo social es ajeno a esto, y todos pueden tener un papel tanto negativo como positivo. Por ello, debemos ser cautelosos con lo que consumimos, cómo lo consumimos y lo que defendemos, velando porque no existan intereses ocultos detrás de supuestos discursos de inclusión e igualdad.
Los ejemplos de uso polÃtico de las redes sociales son numerosos y variados, desde la influencia en elecciones hasta la organización de movimientos y protestas sociales. Saber diferenciar entre realidad e interés es un problema que debemos analizar y enfrentar a través de la educación personal y global. Las noticias falsas y sensacionalistas tienden a distribuirse rápidamente e influyen casi de inmediato en opiniones y decisiones. Este tipo de contenido es priorizado por la naturaleza de las redes sociales, que favorecen el contenido con mayor interacción y repercusión mediática. Los algoritmos dictan lo que consumimos, pero sigue siendo nuestro deber entrenarlos y ajustarlos a nuestros verdaderos intereses, evitando las burbujas de información donde solo escuchamos lo que queremos oÃr.
Sin duda, esta dualidad de las redes sociales en la polÃtica está atrapada en un punto medio entre la democracia y la manipulación. Mientras más se democratiza el acceso y mayor participación global hay, también es más posible manipular la información y la polarización polÃtica desde cualquier punto. Es nuestro deber ser crÃticos y conscientes de estas dinámicas, donde somos a la vez consumidores y producto.
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Social Networks: Democracy or Manipulation?
Every day we access more information at superhuman speeds. Policies and discourses are constantly changing, and without a doubt, the social networks we use on a daily basis influence and manipulate our way of thinking, many times without us even realizing it. This constant modeling process can become behavioral.
On the one hand, we live in an era where information is more accessible and democratized, reaching practically everyone with the minimum technical and monetary conditions. This apparent democratization is one of the most important advances of the current era and will continue to grow in the years to come. We are increasingly connected, not only locally, but globally, allowing us to become actively involved in various political discourses and public debates with a greater number of participants and a diversity of views and opinions.
People with access to the Internet, especially active consumers of social networks, share diverse opinions, often backed by the anonymity and security offered by an anonymous profile. These unfiltered opinions expose us to a variety of viewpoints, and this is where our role as judges in the search for truth comes in. This process must be guided by common sense, self-criticism and, above all, critical thinking, avoiding any pre-established positions and cognitive biases.
It is increasingly common for political information to be accessible and to give voice to marginalized groups, bringing aspects and realities that previously went unnoticed into public debate. However, also increasingly common is the manipulation and creation of false and sensationalist information in search of immediate and basic interaction. This manipulation of the truth can occur in any medium and transcend the barriers of reality. No social group is oblivious to this, and all can play a negative as well as a positive role. Therefore, we must be cautious about what we consume, how we consume it and what we defend, ensuring that there are no hidden interests behind supposed discourses of inclusion and equality.
The examples of political use of social networks are numerous and varied, from influencing elections to organizing social movements and protests. Knowing how to differentiate between reality and interest is a problem that we must analyze and confront through personal and global education. Fake and sensationalist news tends to be distributed quickly and influence opinions and decisions almost immediately. This type of content is prioritized by the nature of social networks, which favor content with greater interaction and media repercussion. Algorithms dictate what we consume, but it is still our duty to train them and adjust them to our true interests, avoiding information bubbles where we only hear what we want to hear.
Undoubtedly, this duality of social networks in politics is caught in a middle ground between democracy and manipulation. The more access is democratized and the more global participation there is, the more it is also possible to manipulate information and political polarization from any point. It is our duty to be critical and aware of these dynamics, where we are both consumers and product.
Translated with DeepL.com (free version)
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Ciertamente en la era de la información es cuando más desinformados parecemos estar. Es difÃcil discernir entre la información verÃdica y la falsa cuando tenemos tanta cantidad a la vez bombardeando nuestras pantallas.
Sin duda fomentar el pensamiento crÃtico ahora más que nunca es necesario, asà podremos evitar hasta cierto punto la desinformación.
Aunque la polÃtica no nos guste y no sea nuestro fuerte, estamos obligados como venezolanos a inmiscuirnos en este tema y aprender a seleccionar las informaciones que a diario recibimos como bombardeo contÃnuo.