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Abro los ojos y veo una pared gris a cuatro metros de mi, un límite, un tope, un impedimento que me retiene, giro la mirada y la veo, otra pared gris, el mismo tono de color, la misma vejez en su textura, el mismo obstaculo que no me permite salir, volteo al otro extremo y allí esta, otra pared gris, y pienso “Que absurdo, sentado aqui girando mi cabeza para ver lo mismo”.
Cierro los ojos y me recuesto de la pared a mi espalda, no le veo el color, pero se que es gris, pero la siento, fría y húmeda como siempre, obstinada ante el hecho de mantenerme confinado. ¿Por qué estoy aquí? Me apoyo para ponerme de pie y al voltearme, veo las marcas de mis manos en su revestimiento al tratar de escalarla, al tratar de conseguir esa libertad tan desesperada.
Subo la mirada, anhelante de nuevos elementos que me permitan mantener la cordura, pero solo veo las uñas de mis dedos clavadas debajo de esa pequeña ventana, recordandome que sin importar cuánto lo intente, no podré llegar a ver más allá de estas cuatro paredes.
Una lágrima comienza a correr por mi mejilla, no imaginé que volvería a pasar, pensé que todo el lamento de meses anteriores había extinguido mi habilidad involuntaria de llorar, pero no es así, ¿Por qué de nuevo estoy llorando?
Intento mentirme, me acerco a la pared, y le pregunto ¿Quién eres? no sin antes colocar mis manos alrededor de mi boca, para atrapar las palabras; acerco mi oído y escucho ¿Quién eres? sonrío y respondo “soy yo”. Repito eso hasta que el cansancio y el desespero desdibuja la sonrisa de mi rostro y la convierte en angustia, una expresión que no me gusta, pero que me acompaña a diario.
Miro de nuevo la ventana, tratando de medir sus dimensiones para ver si mi cuerpo logra atravesarla, pero como siempre me doy cuenta de que esa no será la forma de alcanzar mi libertad, aun no he podido encontrar una salida, solo pensamientos fugaces de un porvenir, sin lograr tener alguna idea de como conseguirlo.
Solo me queda hacer lo que acostumbro, busco ese pequeño banco de madera, tan bajo que al subirme no me permite llegar al borde de la ventana, me pongo de lado, ya que me he dado cuenta que de frente a la pared no puedo doblar las piernas, me impulso, doy un salto, pero como regularmente me pasa, mi mano no llega al marco, choco mis dedos de las manos ensangrentados y doloridas sin lograr aferrarme a nada y caigo en el piso.
No se cuanto poder seguir soportando, cuanto faltara para que me abandone la cordura, para que mis pensamientos inicien un viaje sin retorno a un mundo de sueños. Me niego a la idea de rendirme, me aferro a una idea fugaz de un destino fuera de estas cuatro paredes y decido levantarme, para intentar una vez más, ver a través de esa ventana.
Subo al banco de madera, me pongo de lado, salto, pero esta vez, al girar, ¡lo logro!, mis dedos llegaron al marco de la ventana, es un agarre débil, pero con esfuerzo alcanzo colocar la otra mano, lo estoy haciendo, me estoy sosteniendo. Uno de mis pies abandona el taburete e intenta subir la pared, mientras el otro trata de tomar impulso.
El cansancio de la maniobra comienza a desgastar mis fuerzas, no, no puede ser que después de este esfuerzo me caiga, sigo insistiendo y subo un poco, mi cabeza comienza acercarse al borde, pero mis pies no tienen asidero, corren lágrimas en mi cara, pero no son de tristeza, son de esperanza, me esfuerzo un poco más hasta que lo consigo, si, por fin mis ojos superaron el borde de la ventana, después de todo mi empeño por fin puedo ver la luz.
Fin.
Escribo estas líneas a modo de ensayo, el cual me atrevo a compartir, espero que sea de su agrado.
Alvaro Perez
@viejaescuela
Las imagenes fueron hechas con intenligencia artificial de leonardo.ai y ideogram.ai respectivamente en su versión gratuita.
Pie de página hecho con Canva.
English
I open my eyes and see a gray wall four meters away from me, a limit, a stop, an impediment that holds me back, I turn my eyes and I see it, another gray wall, the same color tone, the same old age in its texture, the same obstacle that does not allow me to leave, I turn to the other end and there it is, another gray wall, and I think "How absurd, sitting here turning my head to see the same thing.
I close my eyes and lean back against the wall behind me, I can't see the color, but I know it's gray, but I feel it, cold and damp as always, stubborn about the fact of keeping me confined. Why am I here? I lean to stand up and as I turn around, I see the marks of my hands on her siding as I try to climb it, as I try to get that desperate freedom.
I look up, longing for new elements that will allow me to keep my sanity, but I only see my fingernails digging under that small window, reminding me that no matter how hard I try, I won't be able to see beyond these four walls.
A tear begins to run down my cheek, I never imagined it would happen again, I thought that all the crying of previous months had extinguished my involuntary ability to cry, but it is not so, why am I crying again?
I try to lie to myself, I approach the wall, and I ask who are you? not without first placing my hands around my mouth, to catch the words; I bring my ear closer and listen to Who are you? I smile and answer "it's me". I repeat that until tiredness and despair blur the smile on my face and turn it into anguish, an expression that I don't like, but that accompanies me every day.
I look again at the window, trying to measure its dimensions to see if my body can get through it, but as always I realize that this will not be the way to reach my freedom, I have not yet been able to find a way out, only fleeting thoughts of a future, without having any idea of how to achieve it.
I only have to do what I usually do, I look for that small wooden bench, so low that when I get on it, it does not allow me to reach the edge of the window, I stand sideways, since I have realized that facing the wall I cannot bend my legs, I push myself, I jump, but as it happens to me regularly, my hand does not reach the frame, I hit my fingers bloody and sore without being able to hold on to anything and I fall on the floor.
I don't know how much more I can take, how much longer before my sanity leaves me, before my thoughts begin a journey of no return to a world of dreams. I refuse to give up, I cling to a fleeting idea of a destiny outside these four walls and I decide to get up, to try once again to see through that window.
I climb onto the wooden stool, stand sideways, jump, but this time, as I turn, I make it, my fingers reach the window frame, it's a weak grip, but with effort I manage to place my other hand, I'm doing it, I'm holding on. One of my feet leaves the stool and tries to climb the wall, while the other tries to gain momentum.
The fatigue of the maneuver begins to wear out my strength, no, it can't be that after this effort I fall, I keep insisting and climb a little, my head begins to approach the edge, but my feet have no grip, tears run down my face, but they are not of sadness, they are of hope, I try a little more until I succeed, yes, finally my eyes are over the edge of the window, after all my effort I can finally see the light.
End
I write these lines as an essay, which I dare to share, I hope you enjoy it.
Alvaro Perez
@viejaescuela
Translated with DeepL.com (free version)
The images were made with artificial intelligence from leonardo.ai and ideogram.ai respectively (free version).
Footer made with Canva.
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Hola @viejaescuela, intentar, resistir, persistir, es parte de la fe y la esperanza que el hombre se propone para alcanzar su libertad. ¡Ya falta poco!
Me gusto.
Su relato al estar escrito en primera persona tiene mucha fuerza. Deja ver el estado emocional del personaje que intenta salir, que sufre y que hasta el momento no lo consigue... al mismo tiempo hay una determinación ahí implícita por lograrlo. Está muy bueno. Lo único que le puedo señalar aquí es que cuide un poco más de la acentuación. Revise esta por ejemplo, o investigue si hay otra que pueda ayudarle: https://languagetool.org/es
Un saludo.
Gracias por su consejo, lo implemente en mi siguiente post, y encontró correcciones y sugerencias pertinentes a la escritura y a las reglas de ortografia. Agradecido por su ayuda.
Me alegra mucho haber sido de utilidad @viejaescuela. ;)
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A veces somos creadores de nuestro encierro. El luchar por la libertad en todo aspecto ,el dar nuestro mayor esfuerzo por sentirnos libres y de no ser asi por lo menos soñarlo, creo que nos ayuda a no perder la esperanza.
Gracias, me gusto mucho😊
Woow es un relato qué se siente bastante fuerte y se siente la desesperación del protagonista, a mi me parece que habla más de cua do. Nos perdemos a nosotros mismos en la desesperanza o soledad ínterna.
Fantástico trabajo. Felicidades @viejaescuela.
la libertad intima,esa que enciende la chispa de del alma, renace en nuestra búsqueda del horizonte mas puro y sincero...