....Versión En Español....
Isaac llegó a casa con su “tesoro” debajo del brazo. Venía – como todos los miércoles – de revisar la venta de libros usados que se realizaba debajo del puente de la Av. Fuerzas Armadas que cruzaba sobre la Av. Urdaneta en Caracas, Venezuela.
Kioscos multicolores señalaban los puntos específicos de compra – venjta de libros “de segunda mano”. Había algunos kioscos especializados, como el Carlos Vargas, que solo comercializaba libros de texto a nivel universitario, o el de Julio Rodriguez que vendía revistas, discos de acetato, cds, cassettes, y cartuchos de Betamax y Vhs muy cotizados entre los coleccionistas.
Isaac prefería revisar entre la literatura varia y era cliente fijo de los kioscos de Oscar Piñango y Otto González.
Hoy traía, a cambio de una cantidad ínfima de dinero – a pesar de la inflación – el libro “Cómo realizar viajes astrales”. Lleno de polvo, de hojas amarillentas –pero no le faltaba ni una, lo había revisado cuidadosamente para cerciorarse de ello y no “embarcarse” -, portada de tapa dura – a esta sí le faltaba un pedazo – y el nombre del autor borrado por el tiempo, del que solo quedaba la parte final del apellido: “…armaslaya”.
El libro se le ofrecía como la puerta para ir a cualquier lugar del mundo “a la velocidad del pensamiento”.
Creía firmemente en la veracidad de los viajes astrales porque en dos oportunidades había tenido, involuntariamente, experiencias similares. La primera, durante su adolescencia, en una oportunidad en que hacía la siesta en su posición favorita para dormir: boca abajo. Despertó y se levantó, pero al abrir los ojos ¡Vio su espalda y se dio cuenta de que se había salido de su cuerpo! Asustado cerró los ojos de nuevo y se lanzó un clavado épico dentro de su materia a la que se ajustó como si de un sweater muy ajustado se tratase. Abrió los ojos y se levantó – ahora sí completo, con todo y cuerpo – y nunca más hizo siesta.
Años después, ya adulto, le ocurrió algo similar…pero peor: A la hora del descanso nocturno, habiendo recién colocado la cabeza en la almohada, sintió que se le subía desde los pies hacia arriba algo caliente. De inmediato pensó que le iba a dar una embolia (En esa época no se utilizaban términos como ACV o SV) pero cuando lo que pensó era su sangre le llegó a la coronilla, salió despedido de su cuerpo a vertiginosa velocidad, atravesando el oscuro firmamento nocturno, pasando las estrellas de lado y lado, sin saber hacia donde iba y sintiendo solo una profunda soledad y, lógicamente, un profundo temor. Clamó entonces: -“¡Dios mío, ayúdame, Señor, sálvame!” De inmediato se desplomó dentro de su cuerpo, con un impacto tal, que el mismo rebotó en el colchón.
Esto le hizo entender que él no era su cuerpo, que este era solo el estuche que le contenía, y deseo poder realizar esos viajes astrales en forma voluntaria y controlada, no de manera fortuita y al azar.
Tomó el libro, se encerró en su cuarto, pidió que no lo molestaran y comenzó la lectura. Los primeros capítulos eran muy teóricos y aburridos y tuvo que hacer uso de su fuerza de voluntad para no saltarse unas cuántas páginas.
Le llamó la atención la explicación que leyó acerca de los Registros akáshicos de los que nunca había leído ni oído mencionar antes.
Llego luego a la parte práctica y le entusiasmó sobremanera lo simple que parecía ser emprender su primer viaje astral.
Siguió las instrucciones cuidadosamente y paso a paso y ya con lo visto en la pag. 175 (bien avanzado el penúltimo capítulo) ¡Salió de su cuerpo!
Se extrañó al notar que flotaba en posición horizontal y no erguido como pensaba que sería. Traspasó la puerta de su cuarto y salió a la calle. Pasó frente a sus vecinos sin ser visto por ellos. Le llamó la atención el hecho de que aun teniéndoles muy cerca escuchaba el sonido de sus voces como si vinieran de muy lejos, de lugares remotos.
Pensó en su habitación y de inmediato se encontró en ella. Vió su cuerpo acostado, sosteniendo el libro con la mano derecha, apoyado en su abdomen.
De pronto dio un respingo: ¡No había leído como volver a entrar en su cuerpo! En su impaciencia y entusiasmo se saltó esa parte. Trató de hacerlo como aquella vez, cuando adolescente. No le resultó. Gritó como en su juventud y tampoco funcionó.
Notaba - sin saber cómo - que su cuerpo se iba enfriando hasta perder totalmente sus funciones vitales. Permaneció al lado de su cama, desconcertado, sin saber qué hacer. escuchó cuando lo llamaron, le tocaron a la puerta, entraron. Vio las carreras, el llanto, las llamadas telefónicas. El médico del ambulatorio cercano expidió el certificado de defunción por Infarto Fulminante. Él permaneció allí hasta que el cuerpo fue llevado a la funeraria, lo acompañó al entierro, regresó a casa donde estuvo hasta el día del último rezo del novenario. En ese momento se sintió como aspirado y subió por un túnel oscuro. Al final del mismo había una luz que resultó ser una abertura por la cual se deslizó a otra dimensión donde le informaron que para completar su proceso de ascenso debía pasar una temporada recogiendo perdones de todas las personas a las que en vida hubiese perjudicado de alguna forma, fuera de manera deliberada o involuntaria.
Le entregaron una lista larguísima y debía contactarlas mediante sueños.
Además debía esperar a que pasaran las décadas que aun le correspondía vivir porque para allá nadie podía legar antes de tiempo.
Aún anda revisando su lista y buscando perdones.
Hay personas a quienes un viaje les cambia la vida, pero en su caso, este viaje fruto de la imprudencia le cambió la vida por la muerte.
NOTA IMPORTANTE: Amigos, entré en el Discord pero no se en qué sala debo colgar el link de mi participación para este concurso.
Si deseas participar en este concurso convocado por @hispaliterario lee sus bases clicando acá
....English Version....
Isaac came home with his “treasure” under his arm. He came – like every Wednesday – to review the used book sale that was taking place under the bridge of Fuerzas Armadas Avenue that crossed over Urdaneta Avenue in Caracas, Venezuela.
Multicolored kiosks marked the specific points of purchase – sales of “second-hand” books. There were some specialized kiosks, such as Carlos Vargas, which only sold textbooks at the university level, or Julio Rodriguez, which sold magazines, acetate records, cds, cassettes, and Betamax and VHS cartridges that were highly valued among collectors.
Isaac preferred to review various literature and was a regular customer of the Oscar Piñango and Otto González kiosks.
Today he brought, in exchange for a very small amount of money - despite inflation - the book "How to make astral journeys". Full of dust, yellowed pages –but not a single one was missing, he had checked it carefully to make sure of it and not “embark”-, hard cover cover –this one was missing a piece- and the name of the author erased by time, of which only the final part of the last name remained: “…armaslaya”.
The book was offered to him as the door to go anywhere in the world “at the speed of thought”.
He firmly believed in the veracity of astral travel because he had involuntarily had similar experiences on two occasions. The first, during his adolescence, when he took a nap in his favorite sleeping position: face down. He woke up and got up, but when he opened his eyes, he saw his back and realized that he had left his body! Scared, he closed his eyes again and launched an epic dive into his body, which he adjusted to as if it were a very tight sweater. He opened his eyes and got up – now complete, with everything and body – and he never took a nap again.
Years later, as an adult, something similar happened to him... but worse: At night's rest, having just placed his head on the pillow, he felt something hot rising from his feet upwards. He immediately thought he was going to have a stroke (At that time terms like ACV or SV were not used) but when what he thought was his blood reached the crown of his head, he was thrown from his body at dizzying speed, crossing the dark sky night, passing the stars from side to side, not knowing where he was going and feeling only a deep loneliness and, logically, a deep fear. He then cried out: -"My God, help me, Lord, save me!" He immediately collapsed into his body, with such an impact that he bounced off the mattress.
This made him understand that he was not his body, that this was just the case that contained him, and he wishes to be able to carry out those astral trips in a voluntary and controlled way, not in a fortuitous and random way.
He took the book, locked himself in his room, asked not to be disturbed, and began reading. The first few chapters were very theoretical and boring and it took her willpower not to skip a few pages.
He was struck by the explanation he read about the Akashic Records of which he never had never read or heard of before.
Then he got to the practical part and he was overjoyed by how simple it seemed to be to undertake his first astral journey.
He followed the instructions carefully and step by step and already with what was seen on the page. 175 (well into the penultimate chapter) He left his body!
He was surprised to notice that he was floating horizontally and not upright as he thought he would be. He went through the door of his room and went out into the street. He passed in front of his neighbors without being seen by them. He was struck by the fact that even when they were very close he could hear the sound of their voices as if they came from far away, from remote places.
He thought of his room and immediately found himself in it. He saw her body lying down, holding the book in her right hand, resting on her abdomen.
Suddenly he gave a start: he had not read how to re-enter his body! In his impatience and enthusiasm he skipped that part. He tried to do it like that time, when he was a teenager. It didn't work out. He yelled like in his youth and it didn't work either.
He noticed - without knowing how - that his body was cooling down until he totally lost his vital functions. He remained at his bedside, puzzled, not knowing what to do. he heard when they called him, they knocked on the door, they entered. He saw the runs, the crying, the phone calls. The doctor from the nearby outpatient clinic issued the death certificate for Fulminant Heart Attack. He remained there until the body was taken to the funeral home, he accompanied it to the burial, he returned home where he was until the day of the last prayer of the novena. At that moment he felt like he was sucked in and went up a dark tunnel. At the end of it there was a light that turned out to be an opening through which he slipped into another dimension where he was informed that to complete his promotion process he had to spend a season collecting forgiveness from all the people whom he had harmed in some way in life. , whether deliberately or unintentionally.
They gave him a very long list and he had to contact them through dreams.
In addition, he had to wait for the decades that he still had to live to pass because no one could arrive there before his time.
He's still going through his list and looking for pardons.
There are people for whom a trip changes their lives, but in his case, this trip, the result of imprudence, changed his life for death.
If you wish participate in this contest convocated by @hispaliterario you may read its rules by clicking here
IMPORTANT NOTE: Dear friends, I entered the Discord but I don't know in which room I should post the link of my participation for this contest.
Invito a participar en este concurso a mis amigos @lecumberre y @yujomar >I invite my friends @lecumberre and @yujomar to participate in this contest
...Gracias Por Visitar...
Fotografías tomadas por mí desde mi teléfono Samsung J2 Prime
Pictures taken by me from my Samsung J2 Prime phone
Use of the Google Traductor translator to translate texts into English
Qué historia tan impresionante, y tan bien escrita. Me he dejado llevar por ese viaje, tienes un poder para captar al lector y mantenerlo allí. Interesantísimo lo del perdón.
Saludos cordiales, amiga.
Hola, amiga @charjaim, me alegra mucho que te haya gustado. Gracias por tomar tiempo para leer y comentar. Saludos apreciados.
@tipu curate 2
Upvoted 👌 (Mana: 55/75) Liquid rewards.
Thanks, @tipu, for your upvote. Thanks for your support.
Gracias por el apoyo, @jesuspsoto. Mil bendiciones.
Me gustó el viraje del inicio en dónde me vi recorriendo la avenida universidad escuchando cornetas dentro del caos capitalino, para luego terminar presenciando la mala suerte de Issac en su primer y último viaje astral a voluntad, la ansiedad siempre es mala consejera. Éxitos. 😊
Gracias por tus buenos deseos, @astrea, me alegra mucho que el relato te haya interesado. Gracias por tu visita, comentario y apoyo.
Una historia llena de místicismo y viajes astrales. Muy entretenido tu relato.
Gracias por compartir.
Bella tarde.
Muchas gracias, @rinconpoetico7, por el estímulo a mi trabajo. Me ha sido sumamente grato saber que le resultó entretenido mi relato. Gracias por el apoyo.
Interesante relato. No aburre leerlo. Me gustó. Gracias por compartir. Éxito en el concurso.