CASIDA DE LOS MUERTOS ✨

_{A Paco Mir, Michel Martín
y José Díaz Roque}

Yo no tengo la certeza, pero lo supongo,
sospecho que los muertos
por sonreír se desviven
y no quieren quedarse muy solos.

Se inventan una luna, un árbol, un jardín
donde han de cantar sus infortunios
los relucientes pájaros de la memoria
que en ocasiones reclaman su visita.

La noche persistirá en recordarles
que ya están dormidos
y que esa y no otra será por siempre
su noche más larga, la insondable,
de la que ya no hay retorno ni salida.

Pero los muertos, al menos estos
que tan bien conocí, mirarán con vista
firme y profunda a los ojos de la noche,
allá arriba expectantes, y le harán saber,
incrédulos de su muerte, cuánto de abismo
hay también en sus cuencas vacías
donde ellos eligieron cimentar sus tumbas,
y harán, ya sin necesidad de tener
que esgrimir palabra alguna,
que en los cementerios y jardines
se reproduzcan unas desconcertantes,
minúsculas flores,
tan deslumbrantes
como cualquier aurora que,
entusiasmada en competir con ellas,
en belleza,
terminará prestándoles el color de su idioma.

Y así los muertos,
estos de los que hoy estoy hablando,
en gratitud de lo que en vida me ofrecieron,
encontrarán el modo de hacerme saber
que en cosas tan simples
como son los jardines y los cementerios,
se confabulan con nosotros
para que no les olvidemos.

Ellos siempre van a renunciar a su silencio
y te cantarán desde un color,
de una manera particular y sencilla
van a conseguir que uno escuche,
de imprevisto, sus canciones.

Cualquier día va
y hasta despiertan entre nosotros,
y uno, sorprendido, tendrá que preguntarse
si no había visto antes ese rostro,
mientras extiendes el café
a quien ahora te visita.

Yo no tengo la certeza, pero lo supongo:
los muertos por sonreír se desviven
y no quieren aceptar nunca
que te han dejado solo.

---

_{Este post es libre de IA.}

El poema de mi autoría pertenece al 📕 inédito
BALADAS PARA CONJURAR EL DESAFECTO.

📷 Tomada al terminar de pintar el Patio de casa para complacer a mi esposa ✨MI SOLECITO 😘

---