Hace un tiempo me encontraba en la búsqueda de un trabajo que me permitiera compaginar con los estudios. Sin embargo, la oferta laboral en Caracas era, cuando menos, decepcionante, por no decir avasallador. Además de las largas jornadas y el paupérrimo sueldo, las veces que milité en trabajos semejantes llegaba exhausto para repasar los apuntes. Por esos días se me ocurrió una idea, en ese momento desesperada, de vender algunos libros que ya no quería en mi biblioteca. La idea dio réditos inesperados y en poco tiempo me vi moviéndome entre libreros y pilas de libros.
En pocas palabras, sin proponérmelo, me convertí en librero. Los primeros meses no hubo tanto movimiento y pensé en desistir de la idea, hasta que abrí una cuenta en Instagram y comenzaron a llegar más clientes. Me propuse confeccionar un catálogo con los libros que me hubiera gustado encontrar cuando comencé en la lectura.
De este modo, en la cuenta pueden encontrar libros de culto, de autores olvidados o ediciones difíciles de conseguir.
Los invito a seguirme en mi librería, denominada Librería Polaris y encontrar el libro que tan has estado buscando: https://www.instagram.com/libreria.polaris?igsh=ZWVpY2lncGE3b3Ay
Muy buena iniciativa de emprendimiento, y que, por lo que dices, te está dando resultados. A mí me cuesta mucho deshacerme de mis libros, pues es quizás mi único capital (aparte que siempre estoy acudiendo a ellos para escribir en Hive u otras actividades). ¡Éxitos! Saludos, @poesiaempirica.