Jajajaj ay Jesús, ya veo que has pasado por lo mismo! Así es, a uno se le va agotando la paciencia ¡y la plata, en acomodar tantas cosas! Y tanto esfuerzo que hace falta para comprarse un aparato eléctrico aquí... Una locura todo.

Si sigues aquí en Venezuela aprovecho para decirte: ¡Resiste! ¡Siempre se consigue una mano amiga para ir resolviendo! Esa es la parte buena. Yo también te tiendo la mano, vivo en Caracas 🤗 ¡Un gran Abrazo!