"Embrujo" | Caso de la vida real - by @nazatpt 🔥🔥

La brujería es una de las artes más macabras y antiguas que permanecen a través del tiempo en Latinoamérica. La maldad que éste arte puede manejar en ocasiones es incomparable a la ficción.

En la vida cinematográfica a veces no se puede experimentar la sensación tan escalofriante que invaden vivir en carne propia, un momento de horror como lo es un embrujo.

Lo lamentable del caso, es que ésta historia es verídica. Puede sucederte, en cualquier momento de tu vida...

El siguiente relato es una experiencia real de un embrujo, trataré de no mencionar datos y/o personas para proteger sus identidades, y en un intento de mejorar la lectura, el texto estará en primera persona, trata de imaginar cada cosa. ^{si puedes hacerlo.}

Vivir un sueño o una parálisis del sueño puede parecer tranquilo, pero cuando no sabes cómo manejar la situación, te aseguro que no será muy agradable.

Todo ocurre una madrugada...

^{Las parálisis del sueño suelen ocurrir en las madrugadas, momento en que la persona pasa una fase de sueño llamado "sueño profundo", es ese momento donde puedes experimentar el deseado sueño lúcido, el diamante más reluciente buscado por todos.}

Estoy en casa de mis padres, son las once de la noche cuando me desperté por vez primera para ir al baño. La noche estaba tranquila, aunque sentía un poco de frío, más de lo usual. El piso estaba helado, olvidé ponerme calzado para salir de la cama.

Es momento de regresar a dormir, fue lo que expresé mientras me acomodaba cálidamente en mi lecho. Arroparse mientras hace un vil frío es una de las sensaciones más placenteras que hay en el mundo.

[PUM] (sonido seco)

Un fuerte golpe, como un martillazo hizo que me levantara de golpe. Miré por la ventana y noté que estaba amaneciendo. Supongo que el ruido se debió a mi vecino, trabaja como mecánico, el es muy madrugador.

Aunque a veces por mi cabeza solo corre un instinto homicida y quiero matarlo, de vez en cuando le da insomnio y trabaja hasta las tres de la mañana. No puedo quejarme, cada quién debe ganarse el pan como pueda.

Decido levantarme y voy a la cocina, miro a mi madre ya levantada haciendo el desayuno, le di los buenos días con una sonrisa. Ella no me habló, supongo que no me escuchó. Cuando intenté acercarme a ella, mi vista se oscureció, sentí mucho miedo, pensé por un momento que estaba quedando ciego, o que experimentaba alguna clase de ACV.

Como un remolino que va succionando todo a su paso así mismo sentí que halaban a mi cuerpo. Hasta que caí en mi cama de un solo golpe. Mi respiración estaba agitada, y miraba con desespero a todos lados. No entendía que había sucedido.

De repente cuatro paredes cayeron como balas a mi alrededor una tras de otra dejándome atrapado en un recuadro muy pequeño, para una persona con claustrofobia esto sería su perdición.

Oí un susurro que me decía "duerme". (Todo volvió a su normalidad, estaba de nuevo en un sueño profundo). Me sentía muy agusto en la calidez de mi cama, el edredón que me arropaba estaba hecho a la medida y de tal forma que no diera tanto calor sino más bien una sensación de placer, los que experimentan éste lujo saben de lo que hablo.

Estando dormidos solemos delirar un poco, de tal forma que nos pueden hablar y contestamos si darnos cuenta, podemos reaccionar ante cualquier cosa de manera rápida o lenta. Eso dependerá de que tan profundo duermas. Pero te aseguro que ni el sueño más profundo puede escapar el sentir unas manos congeladas recorriendo tus pies...

Intento levantarme para ver qué demonios estaba sucediendo y no podía, mi cuerpo me impedía levantarme, una extraña fuerza me tenía sujetado a la cama, mientras extrañas manos arañaban mis pies. Gritar fue en vano, pues no me salía la voz.

Tratar de patear fue también un fracaso, mis piernas estaban dormidas y no encontraba solución. Mi respiración se agitaba, mi corazón quería estallar, mi miedo se acumulaba al no poder hacer nada.

Con la mayor de mis fuerzas traté de levantar mi cabeza hasta que ví al borde de la cama un yeso, era parecido a una virgen, estaba encendida y las llamas rozaban mis sábanas, raramente no sentía calor sino un frío intenso que retumbaba mis huesos.

Esa fuerza oscura no me permitía verla y jaló mi cabeza bruscamente a la almohada nuevamente. En fracasados intentos de liberación solo me quedó encomendarme a Dios y a todos los santos. Fue el detonante para que en un instante se esfumará todas esas sensaciones.

Mi respiración aún agitada era el único sonido de la habitación, intentaba calmarla, ya todo había pasado. O eso creía, un susurro en mi oído hizo que gritara y saliera de un salto de la cama. Ese ente maligno susurró [Tu madre... Está muerta]. Con la voz más diabólica y escalofriante que puedas imaginar...

Las lágrimas corrían por mis ojos mientras corría a la habitación de mi madre, al entrar en sus brazos me calmó el sentirla con vida, ella muy asustada me colmaba de preguntas, y yo solo le dije que tuve una pesadilla, que me abrazara.

pasado un tiempo...

Visité a una tía, ella sabía de cosas de espiritismo y brujería, amigos y conocidos me recomendaban acudir con ella, ella sacaba cartas con imágenes y oraciones, y un grito de mi parte la hizo entender que estaba sucediendo.

Una de las cartas que posaban en la mesa contenían la imagen del mismo demonio que me atormentaba esa noche... Mi tía calmó mi desespero, y me abrazó. Me hizo entender que todo estaría bien, pero que la persona que me había hecho ésta maldad no tenía ninguna buena intención conmigo.

Esa persona me había encomendado en ataduras para perseguir me... Al Anima Sola.