Vive un día a la vez (poema)

Vive un día a la vez

¡Oh! Qué gran satisfacción, siento en cada amanecer.
Cuando veo el día nacer, siempre digo, con esmero,
Miguel, vive un día a la vez.
El día de ayer pasó, el de mañana no sé.
Pero, el día de hoy, ciento por ciento viviré.

Veinticuatro horas tiene el día, de ellas siete dormiré.
Me restan diecisiete horas, que debo emplear muy bien.
Ocho, son para el empleo, me restas nueve talvez.
Pues una se irá en el ajetreo y viajando hacia el empleo.
¡Vamos!, que con ocho horas ¿Qué haré?

Yo qué decía, al cien por ciento,
ni un cincuenta disfrutaré.
Bueno, ahora sí, con las ocho que me restan,
voy a gozar de una vez; decía antes de llegar a casa.
Donde mi esposa encontré,

Traía en su mano una escoba,
y me dijo, ni te sientes,
a la niña ve a coger, que en la cuna está llorando.
Te toca cuidarla esta vez, y si no quieres,
me avisas, para un cambio contigo hacer.

Yo me pongo a cuidarla a ella,
y tú, a limpiar la casa, entre otras cosas, que te tocarán hacer,
terminar de una vez la comida,
votar la basura también,
y no olvides cargar agua,

Y fregar las vasijas muy bien.
Mis ojos estaban vidriosos,
quería lágrimas soltar y gritar a la vez,
Pero logré controlarme un poco y dije, coge calma, Miguel.
El tiempo no te ha alcanzado, inténtalo otro día y talvez.
Te, alcance, para gozarlo. Recuerda, vive un día a la vez.