El Violín 🎻 enamorado, cuento

No existe distancia para amar

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En una hermosa ciudad musical todos los instrumentos convivían felices, hasta que un Violín, por estar enamorado, rompió con la armonía del afinado lugar.

     Todos los días, desde la primera hora de la tarde hasta el ocaso, los instrumentos musicales ensayaban juntos en el teatro de la ciudad. Las mejores partituras, de los compositores más afamados, eran leídas y tocadas a la perfección.

      Al concluir los ensayos todos regresaban felices a sus hogares a descansar; sin embargo, hasta altas horas de la noche y parte de la madrugada, se escuchaba una suave melodía que, sin querer, dividió la opinión de los instrumentos:

• ¡Qué música tan linda! dijo la espectacular Trompeta.
• ¡Qué fastidio!, todas las noches lo mismo; dijo molesto, el Tambor.
  -¡Oh! Qué bien se siente el corazón cuando estamos enamorados; dijo, entre suspiros, el Violonchelo. Un Saxofón, que jamás se había enamorado, opinó de la siguiente manera:
• ¡Qué tonto se ha vuelto el Violín!, en vez de utilizar las noches para descansar, se desvela. El Clarinete, visiblemente molesto, y con cara de haberse desvelado, dijo:
• Estoy muy cansado, no pude conciliar el sueño durante la noche por culpa del enamorado.
  -¡Ay, no! Con ustedes no se puede, yo dormí feliz toda mi noche escuchando esa agradable melodía, dijo la Flauta.
• ¿Cuál agradable melodía?, ese Violín está loco, agregó el Oboe. La Batería y dos de las guitarras eléctricas dijeron que mientras escuchaban al Violín, escribieron algunas canciones de rock pesado.

      La historia se repetía una y otra vez, la mayoría comentaba, unos a favor, otros en contra y algunos eran indiferentes.
Nadie se atrevía a decirle nada al Violín.

      Una mañana se reunieron para indagar de quién estaría enamorado. La Bandola dijo:

• Les confieso que el violín está enamorado de mí. Ante tal aseveración los platillos rieron y uno, burlándose de ella, le dijo:
• jajajaja, noooo chica, cómo crees que se va a enamorar de una caderona tan exagerada como tú. La Bandola no oculto su enojo por el comentario irrespetuoso e inmediatamente le contestó:
• prefiero mis caderas a tú cara de plato. Todos rieron, luego continuaron preguntándose, ¿De quién estará enamorado el Violín? Las guitarras entre sí aseguraban que estaba enamorado de alguna de ellas, porque sus hermosas curvas son irresistibles para cualquiera. Un enorme Contrabajo, que pasaba cerca de las guitarras, le dijo riéndose de ellas:
• jajajaja, si de curvas se trata; entonces, yo también puedo presumir que se ha enamorado de mí. La Trompa o corno francés, al escuchar al Contrabajo, dejó escapar una carcajada y se retiró del lugar.

      Cada día empeoraba la situación por el incógnito enamoramiento del Violín; por esa razón, un viejo Piano de cola, sugirió preguntarle al enamorado quién era la feliz afortunada, pero el Arpa, por prudencia y por respeto , propuso seguirlo para ver a dónde iría y a quién le entona su melodía, todos aceptaron y al llegar la noche se escondieron para espiarlo, su curiosidad no se hizo esperar porque el Violín se apareció elegantemente vestido, por la calle principal de la ciudad, iba caminando con la mirada fija en una montaña, la cual comenzó a ascender sin apartar su mirada de la cúspide; cuando por fin llegó, entonó su famosa melodía de amor.

      Los instrumentos que lo habían seguido, notaron que dirigía su mirada y su música a una estrella radiante que estaba en un lugar privilegiado del cielo, desde ese momento comprendieron que no existe distancia para amar; por eso, cada vez que se escuchan las sagradas notas de un Violín, en cualquier parte del mundo, las estrellas brillan con más intensidad venciendo a la oscuridad e irradiando amor a la humanidad.

Fin

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