La navidad es una época del año muy especial. Para los niños son días mágicos. Mientras, para los adultos, son momentos de recuerdos y de sentir nuevamente el espíritu infantil escondido el resto del año.
Galicia, tierra de paisajes cautivadores, alberga pintorescas aldeas. Las migraciones, en busca de oportunidades, han dejado un vacío en el entorno familiar. Aun así, algunos hogares todavía conservan la tradición y su herencia cultural.
Tal es el caso de la familia Iglesias, donde una senda empedrada los conduce hasta su casa. Allí, junto con un hórreo y un palomar vive Asunción con sus tres nietos.
En la oscuridad, de una noche sin luna, el frío helaba los huesos. Todos se habían acostado. Pero, Asunción, permanecía sentada en una banqueta que tenía en su cocina. Ella se decía así misma:
-¿Qué haremos para que, los niños del vecindario y mis nietos, celebren estas fiestas?
Ellos están esperando los regalos. Sus padres tuvieron que partir para poder mantenernos a los que quedamos aquí. En ese cavilar, Asunción quedó dormida, pero, se despertó repentinamente.
-Ya sé. Pediré ayuda al ayuntamiento y a mis vecinos.
Al día siguiente marchó sonriente a reunirse con todos ellos. Allí se plantearon varias ideas. Lamentablemente no había recursos para regalos. Uno de sus vecinos, Gumersindo, propuso:
-Les podemos hacer dulces y dárselos como regalo. Eso no es muy costoso y los niños celebrarán las fiestas.
-Me parece buena idea. ¿Y como hacemos con los reyes magos? Pregunta Asunción.
-Yo puedo disfrazarme de Melchor. Tengo ropa de color verde que usaría ese día. Me maquillo y los niños no me reconocerán. Dice Alberto.
-Y yo seré Gaspar. Dice Chang, el chino de la comarca.
-Falta Baltasar. Aquí no vive ningún africano. ¿Qué se les ocurre? Increpa Alberto
El resto de caballeros voltea para otro lado. Ningún otro aceptó disfrazarse…
-Yo seré Baltasar. Dice Asunción.
-¿Tú? ¿Cómo? Eres mujer. Pregunta Gumersindo.
-No se preocupen. Me pinto de negra y no hablo. Todo solucionado. Ahora las familias prepararán los dulces y los reyes los entregarán.
Al terminar la reunión. Cada vecino marchó a sus respectivas casas. Allí cocinarían algunas recetas tradicionales, añadiéndoles el toque personal de cada familia. De esa manera los polvorones, mantecados, roscón de reyes, pestiños, flan de castaña, melindres, rosquillas de anís y filloas rellenas de crema pastelera estarían listas para el festín.
Llegó el día anhelado. Los reyes estaban listos. Pero, faltaba algo.
-¿Con qué envolveremos los regalos? . No tenemos el papel. Se preguntan Chang y Alberto.
-¡Ah!. Vamos a casa de Asunción. Dice Alberto.
Al llegar los recibe la dama. Le plantean el problema. Asunción rápidamente les da la solución:
-Busquen retazos de tela y cintas. Díganle a las mujeres que nos reuniremos en la casa de Amelia. Allí haremos los envoltorios.
Dicho y hecho. Todo estuvo listo en dos días. Los regalos se repartirían en la plaza del pueblo.
Era una hermosa mañana, los niños llegaron corriendo a donde estaban los reyes. Ellos le entregaron a cada uno su regalo. Al abrirlos sus ojos se agrandaron y brillaron de felicidad. Y así, con el genio de la creatividad y la amistad, sucedió todo lo deseado.
ENGLISH VERSION
Christmas is a very special time of the year. For children these are magical days. Meanwhile, for adults, they are moments of memories and of feeling again the childish spirit hidden during the rest of the year.
Galicia, a land of captivating landscapes, is home to picturesque villages. Migrations, in search of opportunities, have left a void in the family environment. Even so, some homes still preserve the tradition and their cultural heritage.
Such is the case of the Iglesias family, where a cobblestone path leads to their home. There, along with a granary and a dovecote, Asunción lives with her three grandchildren.
In the darkness of a moonless night, the cold chilled the bones. Everyone had gone to bed. But Asunción remained seated on a stool in her kitchen. She said to herself:
-What shall we do for the children of the neighborhood and my grandchildren to celebrate the holidays?
They are waiting for presents. Their parents had to leave in order to support those of us who are left here. Asunción fell asleep while thinking, but she suddenly woke up.
-I know. I will ask the town hall and my neighbors for help.
The next day she went smiling to meet with all of them. There they came up with various ideas. Unfortunately there were no resources for gifts. One of his neighbors, Gumersindo, proposed:
-We can make them candy and give it to them as a gift. That's not very expensive and the children will celebrate the holidays.
-I think it's a good idea. And how do we do with the Three Wise Men?
Asunción asks.
-I can dress up as Melchior. I have green clothes that I would wear that day.I wear make-up and the children won't recognize me.Alberto says.
-And I'll be Gaspar.Chang, the Chinese guy from the district, says.
-Balthazar is missing.No Africans live here. What can they think of?Alberto insults.
The rest of the gentlemen turn away. None of the others agreed to disguise themselves....
-I will be Balthazar.Asuncion says.
-You? What? -You're a woman. Gumersindo asks.
-Don't worry. I paint myself black and I don't talk.Everything is solved.Now the families will prepare the sweets and the kings will deliver them.
At the end of the meeting. Each neighbor went to their respective houses.There they would cook some traditional recipes, adding the personal touch of each family.
That way the polvorones, mantecados, roscón de reyes, pestiños, flan de castaña, melindres, rosquillas de anís and filloas filled with pastry cream would be ready for the feast.
The longed-for day arrived. The kings were ready. But something was missing.
-What will we wrap the presents in? We don't have the paper. Chang and Alberto wondered.
-Ah! Let's go to Asuncion's house. Alberto says.
When they arrive, they are greeted by the lady. They ask her the problem. Asunción quickly gives them the solution:
-Get scraps of cloth and ribbons.Tell the women that we will meet at Amelia's house. There we will make the wrappings.
Said and done.Everything was ready in two days.The gifts would be distributed in the town square.
It was a beautiful morning, the children came running to where the kings were.They handed each one their gift. When they opened them, their eyes grew big and shone with happiness.And so, with the genius of creativity and friendship, everything they wished for happened.
Translated with DeepL (free version)
TRES REYES MAGOS PASTELEROS por María del Carmen Sánchez Copyright© 2024
Diciembre 23, 2024
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