Sierva del Pecado Divino
Quise conocer el paraíso
Y tus largas piernas me dieron la bienvenida.
Me lo pensé por un segundo,
Sabía que era prohibido. Tú eras como yo;
Un mismo cuerpo.
Nuestras características físicas se asemejaban;
Esas mismas que en sueños veía,
Sueños húmedos,
Donde te materializabas como una Diosa.
Tus montículos, esponjosos y dulces;
Aquellos a los que me permitiste acceder
Para que mi paladar se deleitara
Con ellos.
Esas sinuosas curvas que mis manos pequeñas envolvían y apretujaban,
Aquel exquisito elixir que con el que me embriagaba a conciencia.
Todo aquello lo viví en mis anhelos nocturnos,
Y hoy se vuelven realidad.
Es pecado divino, pero jamás lo será el amor ni la pasión.
No importa que seamos un par de ninfas.
Tú eres mi Venus, y yo tu fiel sierva.
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El homoerotismo, de tono confesional, al parecer, está muy bien expresado en tu poema, de imágenes elocuentes en las sensaciones y el sentir. Saludos, @itsjunevelasquez.
Muchísimas gracias por este tan acertado comentario. Saludos.
Me encantoooooooooooo.
Muchísimas gracias 😊.