Hispaliterario #40. La navidad que se envolvió en periódico [esp-eng]

La navidad que se envolvió en periódico

Caía diciembre, época de jolgorio navideño, regalos, comida a montón, pero no en todos los hogares se pinta la misma historia.

En una casa, en un hogar, una familia vivía una realidad distinta, hacía unos meses el marido había enfermado, un mes hospitalizado acabó con todo presupuesto familiar, ya a finales de noviembre le habían dado el alta médica, por fortuna no había sido algo tan grave, sin embargo se notaba el desgaste físico tanto en el recién recuperado como en la delgada esposa.

Una familia de cuatro, el marido, la esposa y dos niños, un niño y una niña de edades bastante cercanas, las mejillas picaras del niño eran muy graciosas y la niña con sus trenzas largas reflejaba una tenue tristeza, quizás aún quedaba el miedo en ella por la enfermedad superada de su padre.

En la mesa no había mucho, un poco de pan para compartir, una sopa deslavada, sin embargo las escuetas risas de aquellos niños alegraban las paredes de esa casa.

Diciembre se vivía en medio de adornos, el árbol, uno que también fue adornado en este hogar, luces y esferas y algodón a modo de falsa nieve, los escuálidos niños soñaban con sus regalos, una muñeca de trapo y un auto de juguete, nada costoso, ni siquiera pedían regalos a montón, solo uno y nada más, así los habían enseñando.

Tras de ellos los padres tomados de la mano, sabían que esta navidad sería precaria, una navidad amarga y hasta cruel para los niños que creían fervientemente en el hombre del traje rojo.

La fecha se aproximaba y bajo el árbol no había nada y no habría nada, la madre tratando de mantener la magia insistía en que aquellos regalos no llegarían hasta nochebuena, en medio del relato el niño salió corriendo, llegó rápido hasta el árbol, en sus manos papel periódico, lana y juguetes viejos.

Se acomodó en el piso e invitó a su hermana, una hoja para cada uno, envolvieron la vieja muñeca, esa a la que le faltaba un ojo, también el auto que en un accidente había perdido las ruedas delanteras, ambos en papel de periódico atados con lana fueron depositados bajo el árbol.

Los niños los veían con orgullo y amor, sin embargo el acto de inocencia absoluta para la madre fue lapidario, secó sus lágrimas sin ser notada, avanzó lento hacia sus hijos y posó una mano sobre sus inocentes cabecitas.

Nochebuena había llegado, la cocina no olía a nada, los niños veían la televisión esperando ser llamados a cenar, una cena que existía sólo en sus imaginaciones, en la mesa el padre y la madre se sentían destruidos, estaban todos juntos y era lo que importaba, sin embargo les dolía el alma por sus pequeños hijos.

Daban las siete en el reloj, la puerta y ventana abiertas, hacía mucho calor, una mano tocó a la puerta esperando ser invitado, la voz del padre se hizo presente e invitó a entrar a quien aguardaba fuera de la morada.

De pronto un desfile se hizo presente, entraron muchas personas, todas ellas eran miembros de la iglesia a la cual acudía el padre, bolsas y más bolsas repletas de comida, frutas, bebidas y golosinas, la madre lloraba mientras era consolada por otras damas.

En un dos por tres la casa triste se veía llena de amor, llena de ayuda, llena de magia, los niños aún sumergidos en el cuento navideños no prestaban atención a lo que ocurría en la sala.

Aquellas personas llenas de bondad abandonaron el hogar, el padre presuroso fue en la búsqueda de aquellos regalos que sus hijos habían pedido. Mientras la madre en la cocina aún llorando iniciaba una cena que sería disfrutada en familia.

El aroma empezó a bañar las paredes y los niños salieron de la habitación, allí en la mesa habían dulces, jugos y bebidas, pan dulce en una bandeja y también muchas galletas, los ojos de los pequeños brillaban emocionados -”¿Santa vino antes?”- preguntaron al unísono, la madre sonrojada solo asintió con la cabeza mientras aún lloraba.

La cena fue exquisita, bajo el árbol los regalos esperados y delante de aquellos coloridos paquetes aun estaban los regalos viejos envueltos en papel de periódico.

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La magia de navidad existe, esta es mi historia de cuando tenía apenas cinco años y mi hermano menor tenía cuatro, fue una instancia difícil, una que bajo la mirada inocente de niña no entendí, hoy siendo adulta duele, duele imaginar el calvario de mis padres, agradezco la bondad de aquellos ángeles y es por esto que digo que la magia de la navidad es real, brota de los corazones de los niños y se esparce en los adultos que en su interior aún creen en ella”.

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🎄 English 🎅

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The Christmas that was wrapped in newspaper

December was falling, a time of Christmas revelry, gifts, food galore, but not in every home the same story is painted.

In a house, in a home, a family lived a different reality, a few months ago the husband had fallen ill, a month in the hospital ended with all the family budget, by the end of November he had been discharged from the hospital, fortunately it had not been so serious, however the physical exhaustion was noticeable both in the newly recovered and in the thin wife.

A family of four, the husband, the wife and two children, a boy and a girl of quite close ages, the boy's itchy cheeks were very funny and the girl with her long braids reflected a faint sadness, perhaps there was still fear in her because of her father's overcome illness.

There was not much on the table, a bit of bread to share, a washed soup, but the small laughter of those children brightened the walls of that house.

December was lived in the midst of decorations, the tree, one that was also decorated in this home, lights and spheres and cotton as a false snow, the scrawny children dreamed of their gifts, a rag doll and a toy car, nothing expensive, they did not even ask for gifts in bulk, just one and nothing more, so they had been taught.

Behind them the parents holding hands, they knew that this Christmas would be precarious, a bitter and even cruel Christmas for the children who believed fervently in the man in the red suit.

The date was approaching and under the tree there was nothing and there would be nothing, the mother trying to maintain the magic insisted that those gifts would not arrive until Christmas Eve, in the middle of the story the boy ran out, he arrived quickly to the tree, in his hands newspaper, wool and old toys.

He sat down on the floor and invited his sister, a leaf for each of them, they wrapped the old doll, the one with one eye missing, also the car that in an accident had lost its front wheels, both in newspaper tied with wool were deposited under the tree.

The children looked at them with pride and love, however the act of absolute innocence for the mother was lapidary, she wiped her tears without being noticed, advanced slowly towards her children and placed a hand on their innocent little heads.

Christmas Eve had arrived, the kitchen smelled of nothing, the children watched television waiting to be called to dinner, a dinner that existed only in their imaginations, at the table the father and mother felt destroyed, they were all together and that was what mattered, however their souls ached for their little children.

It was seven o'clock on the clock, the door and window were open, it was very hot, a hand knocked on the door expecting to be invited, the father's voice was present and invited the one who was waiting outside the house to enter.

Suddenly a parade was present, many people came in, all of them were members of the church the father was attending, bags and more bags full of food, fruits, drinks and candies, the mother was crying while she was consoled by other ladies.

In no time the sad house was full of love, full of help, full of magic, the children still immersed in the Christmas story did not pay attention to what was happening in the living room.

Those people full of kindness left the house, the father hurriedly went in search of those gifts that his children had asked for. While the mother in the kitchen, still crying, started a dinner that would be enjoyed as a family.

The aroma began to bathe the walls and the children came out of the room, there on the table there were sweets, juices and drinks, sweet bread on a tray and also many cookies, the eyes of the little ones shone with excitement - "Did Santa come earlier?"- they asked in unison, the blushing mother only nodded her head while still crying.

The dinner was exquisite, under the tree the expected gifts and in front of those colorful packages were still the old presents wrapped in newspaper.

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The magic of Christmas exists, this is my story when I was only five years old and my younger brother was four, it was a difficult instance, one that under the innocent look of a child I did not understand, today as an adult it hurts, it hurts to imagine the ordeal of my parents, I am grateful for the kindness of those angels and that is why I say that the magic of Christmas is real, it springs from the hearts of children and spreads in adults who still believe in it inside".

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Esta fue mi participación para @Hispa.literario #40 de Navidad.

Desde ya envío un caluroso abrazo al equipo de @hispapro deseando pasen una hermosa navidad en compañía de sus seres queridos.

I send a warm hug to the @hispapro team wishing them a beautiful Christmas in the company of their loved ones.

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”La navidad es el símbolo de la inocencia, escojamos creer, escojamos recordar y que así los buenos propósitos se transmitan en todos”

Christmas is the symbol of innocence, let's choose to believe, let's choose to remember so that the good intentions are transmitted to everyone".

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La imagen de portada fue creada en canva.

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